
INTRODUCCIÓN
La desconexión de la ventilación mecánica (VM) es uno de
los procedimientos más realizados en la Unidad de
Cuidados Intensivos (UCI). En general, más de la mitad de
los enfermos que requieren VM llegan a ser extubados tras
un proceso de retirada o destete (weaning) del ventilador
(1). De ellos, un 57% logra ser extubado tras una primera
prueba de ventilación espontánea (PVE), mientras que el
43% restante precisa una media de 3 días para ser
extubados. En general, este proceso lleva un 40% del
tiempo total del soporte ventilatorio (2).
Según Boles, existen una serie de fases en el proceso de
atención, desde la intubación y el inicio de la ventilación
mecánica hasta el inicio del intento de desvinculación y
liberación final de la ventilación mecánica con la extubación
exitosa. Estas seis etapas son las siguientes: tratamiento
de la insuficiencia respiratoria aguda (IRA); sospecha de
que el destete pueda ser posible; evaluación de la
preparación para el destete; prueba de ventilación
espontánea (PVE); extubación; y posiblemente re
intubación (3).
La prolongación innecesaria de la vía aérea artificial (VAA)
predispone complicaciones propias, como ulceración de la
tráquea, aparición de granulomas, parálisis de las cuerdas
vocales, subluxación del cartílago aritenoideo, fractura
traqueal, estenosis traqueal, supraglótica o subglótica y
traqueomalacia (4). Además, puede exponer al paciente a
otros riesgos como: Neumonía Asociada a la Ventilación
Mecánica (NAVM), Debilidad Adquirida en la UCI (DAUCI)
y/o escaras por decúbito.
Varios estudios han informado que los protocolos de
extubación redujeron la duración total de la ventilación, la
duración del destete y la duración de la estancia en la UCI
sin afectar la mortalidad ni los eventos adversos. La
insuficiencia respiratoria postextubación es un evento
común asociado con una morbilidad y mortalidad
significativas. Puede ser causada por una obstrucción de
las vías respiratorias superiores o la incapacidad de
proteger las vías respiratorias y eliminar las secreciones,
además de causas de falla de la retirada de la VAA. Por
tanto, la decisión de extubar requiere de una evaluación
adicional de la capacidad del paciente (5)(6).
La falla de extubación se define como la necesidad de
reintubar y vincular al paciente dentro de las primeras
48-72 horas. Algunas causas de reintubación pueden estar
asociadas a la obstrucción de la vía aérea, la excesiva
cantidad de secreciones, la incapacidad para toser,
trastornos hemodinámicos, insuficiencia respiratoria,
deterioro del estado de conciencia, trastornos deglutorios
o broncoaspiración (7).
Actualmente, la UCI del Hospital Zonal General de Agudos
(HZGA) Dr. A. Balestrini no cuenta con un protocolo de
extubación que involucre a todos los profesionales:
médicos, enfermeros y kinesiólogos del área. Es por eso por
lo que planteamos la formulación e implementación de
este nuevo protocolo con los beneficios que esto implicaría
para nuestros pacientes, en primer lugar, y para los costes
del sistema sanitario en segundo lugar en términos de:
estadía en la UCI; estadía hospitalaria, días de VM, etc
In
Artículo original AO
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
ARK CAICYT: xxxxx
Ob
OBJETIVOS
El objetivo de este estudio fue evaluar el éxito y la duración
de la ventilación mecánica en pacientes con asistencia
ventilatoria mecánica (AVM) en la UCI del HZGA Dr. A.
Balestrini, comparando la aplicación de un protocolo de
extubación (marzo-junio 2024) con la extubación sin
protocolo (diciembre 2023-febrero 2024).
MATERIALES Y MÉTODO
Estudio observacional de tipo antes-después, llevado a
cabo en el Hospital Dr. Alberto Balestrini entre diciembre
de 2023 y junio de 2024. Los criterios de inclusión fueron:
pacientes mayores de 18 años que ingresaron intubados o
requirieron intubación orotraqueal en la UCI de nuestro
nosocomio, que hayan cumplido al menos 24 horas de
intubación sin distinción de patología de ingreso. Los
MM
criterios de exclusión fueron pacientes cuyo diagnóstico de
ingreso imposibilite la desvinculación de la ventilación
mecánica (neuromusculares, lesionados medulares con
afección del centro respiratorio, patologías
desmielinizantes). Los pacientes que requirieron
traqueostomía o murieron antes de realizar la primera
prueba de ventilación espontánea sólo se tomaron en
cuenta a fines de incluirlos en la clasificación de WEAN
SAFE (7). Los pacientes tratados en la Unidad de Cuidados
Intensivos que no realizaron el protocolo de extubación
entre diciembre 2023 y febrero de 2024 se consideraron
grupo 1 o grupo sin protocolo y los que formaron parte de
la implementación del protocolo fueron considerados
grupo 2 o grupo protocolo. El mismo se adaptó a nuestro
medio utilizando como referencia el propuesto por Bosso
en la Revista de Terapia Intensiva y el propuesto en el
estudio de Kenichi et Al (4, 5).
El protocolo de extubación diseñado para este estudio fue
llevado a cabo por personal previamente capacitado a
partir de un formulario de Google dividido en dos
secciones. La primer sección involucró datos clínicos y
demográficos del paciente, APACHE II y SOFA Score al
momento de ingreso, motivo de AVM, cantidad de días en
ventana de sedación y de VM al momento de realizar la
primera PVE, criterios para realizar PVE (frecuencia
respiratoria (FR) < 35 rpm; FR/VT < 105; frecuencia
cardíaca (FC) < 120; saturación de oxígeno > 92%; presión
sistólica > 90 mmHg y <180 mmHg; presión inspiratoria
máxima > 30 cmH20; ausencia de disnea, ansiedad o
diaforesis; temperatura < 38°C; RASS entre -2 y +1), tipo
de PVE a realizar, falla de extubación previa o no. Si el
paciente cumplía con la PVE, considerada exitosa a los 30
minutos de su inicio, el formulario habilitaba una nueva
sección para completar que incluía: criterios de
extubación (presencia de reflejo tusígeno, reflejo
nauseoso, estabilidad cardiovascular, FR < 35), criterios de
utilización de ventilación no invasiva (VNI) como
prevención de la falla de extubación (edad > 65 años,
motivo cardiológico de intubación, mayor severidad al
ingreso, falla de una PVE previa); si el paciente cumplía
con al menos 2 criterios de los mencionados la extubación
se realizaba con un cambio de interfaz a VNI. En la figura
1 pueden observarse los pasos a seguir en el Protocolo de
extubación diseñado.
La recolección de datos se realizó de forma retrospectiva
a partir de las historias clínicas del grupo 1 y de una base
de datos diseñada especialmente para el grupo 2 creada a
partir del formulario anteriormente mencionado (ver en
material complementario). Se incluyeron variables
demográficas y de resultado. Se realizó un análisis
descriptivo de ambos grupos, utilizando frecuencias y
porcentajes para variables categóricas, y mediana y
rangos para variables continuas. Para la comparación de
las distribuciones de las dos muestras independientes, se
utilizó el test de Mann-Whitney. Se evaluaron el éxito de
extubación definido como la no necesidad de re
intubación de 24 horas a 72 horas posterior al
procedimiento y tiempo de weaning clasificado según el
WEAN SAFE (7) entre los dos grupos como resultados
finales del estudio, y se comparó con el test Chi Cuadrado
y Mann Whitney, según corresponda. Se utilizó Stata 14.2
para el análisis estadístico y se consideró significativa una
p < 0.05.
La prueba de ventilación espontánea se realizó en Tubo en
T o con presión de soporte en 7 cmH2O y se consideró
exitosa si a los 30 minutos no presentaba signos de falla
(cambios en el patrón respiratorio, estabilidad
hemodinámica, confort del paciente o desaturación < 92%).
El motivo del éxito o no de la extubación se definió en las
24 - 72 horas posteriores a la misma según el estudio de
Boles y se categorizó en: obstrucción de vía aérea superior,
falla respiratoria, falla cardíaca, exceso de secreciones y
falla de protección de vía aérea.
Se cumplió con la ley 25.326 (protección del paciente. Los
datos recolectados de las historias clínicas de estos
pacientes fueron volcados a un programa estadístico con
una clave de acceso exclusivo para los investigadores (8).
Al ser un estudio retrospectivo no se requirió el
consentimiento informado de los pacientes. El protocolo y
la aplicación de este fueron aprobados por el Área de
Docencia e Investigación del HZGA Dr. A. Balestrini.
RESULTADOS
Se incluyeron 109 pacientes contando ambos grupos. Del
total, se eliminaron para el análisis de la aplicación del
protocolo de extubación 27 pacientes por óbito, derivación o
requerimiento de traqueostomía antes de realizar una
primera PVE, quedando un total de 82 pacientes, 58 del
grupo 1 y 24 del grupo 2 (Figura 2).
Los pacientes eliminados fueron considerados parte de
los siguientes grupos: sin intento de separación o destete
fallido según correspondía para la clasificación propuesta
en WEAN SAFE.7 Las características de los participantes
pueden observarse en la Tabla 1.
Solo hubo diferencia estadísticamente significativa
entre las características de los grupos con respecto al
sexo, siendo el más prevalente el masculino (47 vs 14 p
0.004). Las demás variables no arrojaron diferencias,
demostrando que eran grupos comparables entre sí a
través del Test de Mann Whitney. En cuanto al outcome
principal, el grupo protocolo vs el no protocolo arrojó
una diferencia estadísticamente significativa para el
éxito de extubación (24 vs 34 p 0.008) como se observa
en la Tabla 2. Para la clasificación de weaning según
WEAN SAFE no hubo diferencias significativas entre
grupos.