
Artículo original AO
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
RESULTADOS
Análisis de contenidos de las entrevistas a IC.
“Siempre funciona así, así nos formamos”
De acuerdo con lo observado por este equipo de
investigación en las entrevistas realizadas a las/os IC -como
parte del acercamiento al campo de estudio y en pos de la
construcción del instrumento encuesta- se identificaron la
naturalización, producción y reproducción de violencias,
asentadas en múltiples conjugaciones entre: estructura
jerárquica del sistema, pensamiento hegemónico en salud
y desigualdades sociales. Ubicaron el ejercicio de violencias
por parte del personal de planta y figuras de autoridad de
los hospitales, aunque también por las/os propias/os
residentes. Vincularon las violencias por razones de género
(VRG) a disciplinas tradicionalmente ocupadas por varones.
Asociaron situaciones extremas a especialidades
quirúrgicas, aunque señalaron que ocurrían en otras
también. Situaron el ejercicio de violencias como un
problema inherente a quienes detentan poder en el
sistema de salud público y privado. Identificaron violencias
vinculadas a las condiciones en que se realiza la formación,
donde se incumplen normativas.
Análisis de información obtenida en encuesta:
Características sociodemográficas de las/os
participantes
Las características sociodemográficas de las/os
profesionales residentes participantes de la encuesta
fueron, según género autopercibido consignado, 78%
mujeres, 21,6% varones y el 0,4% identidades trans u otras
identidades (Tabla 1).
El año de residencia al que pertenecían al momento de la
implementación de la encuesta, estuvo representado por el
22,6% de quienes transitaban el 1º, el 21,7% el 2º, el 29,1% el 3º,
y el 26,6% el 4º.
La media de edad fue 32 años. Un 85% de las/os
encuestadas/os respondió ser argentina/o, un 7,6% boliviana/o,
un 3,5% colombiana/o y un 3% consignó otras nacionalidades
de América Latina y minoritariamente española. El 63,7% de
las/os participantes pertenecían a especialidades médicas y el
36,3% a no médicas, siendo las especialidades que acumularon
mayor cantidad de respuestas en orden decreciente: pediatría,
tocoginecología, cirugía general, medicina general y/o familiar,
trabajo social y clínica médica (Tabla 2).
La amplia mayoría de quienes respondieron la encuesta
tenía como sede de formación instituciones de
dependencia provincial, representando el 54% quienes
realizaban sus trayectos de formación en Hospitales
Interzonales, 22% en Hospitales Zonales, 10% en
Hospitales Municipales, 4% en Unidades Sanitarias y/o
Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS), 3% en
Sede Central/ Región Sanitaria, 2% en Hospitales
Subzonales, 1% Secretaría de Salud y un 3% señaló
Departamentos o Direcciones Provinciales o Municipales.
Caracterización de las violencias en residencias,
quienes las atraviesan y quienes las ejercen
Se indagó sobre las características de las violencias que
atraviesan las/os residentes en el trayecto formativo, con
relación a situaciones que hayan transitado en primera
persona. Los principales resultados obtenidos se
expresan en la Tabla 3, donde puede observarse: en la
primera columna el desagregado de preguntas con las
situaciones hipotéticas donde debían responder si las
habían transitado o no; en la segunda columna el
porcentaje de respuestas afirmativas de las/os residentes
frente a cada una de aquellas situaciones; en la tercera
columna el número absoluto de residentes que
respondieron afirmativamente; en la cuarta columna la
cantidad de residentes que respondieron no sabe/no
contesta a cada una de esas preguntas; y en la quinta
columna la cantidad de disciplinas que se representaron
en aquellas respuestas afirmativas según la disciplina y/o
especialidad de las/os residentes que respondieron de ese
modo.
DISCUSIÓN
Es conocida la importancia de determinar el estado nutricional
gfgfgfgf
CONCLUSIÓN
fdfdffdf
Las autoras no manifiestan conflictos de interés.
Especialidad Ocurrencia de situaciones de
agresión física consignadas
Tocoginecología 16
Cirugía general 13
Pediatría 5
Anestesiología 4
Obstetricia; Psicología 3
Neurocirugía; Oncología;
Bioquímica clínica;
Medicina general y/o familiar 2
Anatomía patológica; Clínica médica;
Diagnóstico por imágenes;
Emergentología;
Enfermería en neonatología; Infectología;
Kinesiología; Ortopedia y traumatología;
Psiquiatría; Trabajo social; Urología;
Cirugía de tórax 1
Tabla 4. Distribución de situaciones de agresión física por especialidad (Total de respuestas afirmativas: 64)
Fuente: Elaboración propia.
Asimismo, si bien no se expresan en porcentajes significativos,
sobresalieron las respuestas en las que las/os residentes
indicaron: haber sufrido algún tipo de agresión física, como
golpes, empujones, rasguños, mordeduras, cortes u otro tipo
(64 personas); haber sido sometidas/os a algún tipo de ritual o
acto de iniciación en la residencia que afectara su dignidad,
integridad física y/o psicológica (32 personas); haberse
divulgado imágenes, registros audiovisuales o mensajería
suyas sin su consentimiento (37 personas, de las cuales 5
refirieron fueron con contenido sexual); y haberse sentido o
haber sido obligadas/os a tener algún tipo de contacto sexual o
a mantener relaciones sexuales 5 (5 personas).
Los datos producidos en las respuestas en primera persona
sobre situaciones de violencias vivenciadas evidenciaron la
prevalencia de esta problemática, aunque ello no implica
necesariamente que sean significadas como violencias. Sí
puede afirmarse la conmoción de significaciones que vinculan
la formación con el sacrificio/subalternización y/o padecimiento
de violencias: sólo 59 residentes estuvieron de acuerdo con el
enunciado que sostiene que, para lograr una mejor calidad de
formación, muchas veces es necesario tolerar situaciones que
generan malestar, cansancio o incomodidad´ (eje 8), siendo
764 quienes se manifestaron en desacuerdo y 208
medianamente de acuerdo. En el mismo sentido pueden
valorarse las respuestas dadas frente a otro enunciado que
versaba que no es correcto cuestionar las decisiones de las/os
profesionales de planta o jefas/es de servicio con relación a
prácticas de intervención´, donde 721 residentes manifestaron
estar en desacuerdo, 245 medianamente de acuerdo y sólo 65
de acuerdo.
La persistencia de grados de naturalización de las violencias en
las prácticas y modos de estar cotidianos, puede inferirse a
partir de la discrepancia entre las respuestas obtenidas en la
repregunta sobre si consideraban haber transitado situaciones
de violencias en sus trayectos formativos (458 respuestas
afirmativas) que fue inferior a las respuestas sobre haber sido
criticadas/os o ridiculizadas/os públicamente por alguna
característica personal y/o por su trabajo (463) o que les
asignaran tareas que excedían su responsabilidad respecto a su
grado de formación (556). De esta última observación,
podemos deducir que un porcentaje de quienes vivenciaron
estas situaciones no considera que sean violencias, lo cual abrió
una línea de interrogación profundizada en un período
posterior del proyecto de investigación.
Para la caracterización de la producción y reproducción de
violencias en el sistema de residencias, se incluyó en primer
término el análisis descriptivo de las pertenencias
disciplinares, el cual arrojó la prevalencia de estas en las
residencias médicas. Esto se expresó en las 64 respuestas
que consignaron haber sufrido agresión física (ver Tabla 4).
Asimismo, las 37 personas que afirmaron se produjo y/o
divulgó información personal sin su consentimiento
pertenecían a residencias de anestesiología, cirugía
cardiovascular, cirugía general, clínica médica,
dermatología, enfermería comunitaria, enfermería en
neonatología, nefrología, neonatología, obstetricia,
ortopedia y traumatología, pediatría, psicología, psiquiatría,
tocoginecología y veterinaria en zoonosis y salud pública.
Como así también, las/os 32 residentes que consignaron
haber sido sometidas/os a algún tipo de ritual de iniciación
transitaban residencias de cirugía cardiovascular,
odontopediatría, anatomía patológica, urología, cirugía
general, odontología general, neonatología, ortopedia y
traumatología, tocoginecología, kinesiología, pediatría,
bioquímica clínica, medicina general y/o medicina familiar.
Sin embargo, al sumar al análisis descriptivo el interjuego con
otras variables indagadas, la lectura de las respuestas arrojó
como resultado que las violencias se producen y reproducen
tanto en residencias médicas como no médicas. Esto se
evidenció en la expresión porcentual de quienes consignaron
conocer a profesionales residentes que hubieran transitado
dichas situaciones en su sede de residencia, donde más de la
mitad de las/los encuestadas/os -645 de 1.031 residentes de 53
de las 56 especialidades médicas y no médicas participantes-
respondió afirmativamente. En particular, resultaron
significativas las proporciones de las respuestas respecto a
conocer situaciones de violencia ocurridas en su formación en
disciplinas como epidemiología (8 en un total de 15
respuestas), terapia ocupacional (12 de 17), psicología (30 de
47), trabajo social (38 de 63) y enfermería (15 de 30). En el
mismo sentido, la encuesta de opinión (eje 8) mostró que 519
residentes acordaron, 329 acordaron medianamente y 189 se
manifestaron en desacuerdo con el enunciado ofrecido que
decía ´es en las residencias médicas donde ocurren más
situaciones de violencias´.
Las/os participantes de la encuesta identificaron a quienes
ejercen violencias de acuerdo con el rol/función dentro del
sistema de salud y sistema de residencias. Esta pregunta tenía
respuesta de opción múltiple y podían elegir hasta tres
opciones (los resultados se expresan en la Tabla 5). Del 49%
que respondió haber transitado situaciones de violencia, el
12% indicó que la persona que ejerció la violencia actuó de
modo grupal y el 34% de modo individual, y respecto al género
de la persona agresora, el 25,5% indicó que fue mujer, el 15%
varón y el 8,5% consignó ´no sabe, no contesta´. Estos
resultados dialogan con las respuestas del total de las/los
participantes (N: 1031) al enunciado ofrecido para indagar
percepciones sobre las violencias laborales (eje 8) que
expresaba que ´en el ámbito de la salud siempre son ejercidas
por personas con nivel jerárquico superior´: 409 de las/os
residentes respondieron estar medianamente de acuerdo, 379
de acuerdo y 243 en desacuerdo. Asimismo, fue significativa la
decisión de la mayoría de omitir la respuesta respecto al
espacio de formación donde ocurrían las situaciones de
violencia (461 residentes) que permite inferir el temor a quedar
expuestas/os o exponer a otras/os. Entre quienes sí
consignaron el espacio de formación: 342 indicaron el servicio,
138 consignaron las guardias, 135 en más de un espacio, 74 en
espacios de rotación (no se explicita si curricular o
extracurricular). Puede inferirse de estas respuestas -y
omisiones- que las violencias en el ámbito de las residencias no
responden sólo a relaciones de jerarquía y que su ocurrencia
guarda una complejidad mayor, incluidas las violencias
institucionales y externas.