Resúmenes amplios y objetivos en castellano a partir de la selección de trabajos recientes editados por prestigiosas fuentes biomédicas de nuestra América y el mundo.
Comalcalco, México
Los resultados de este estudio revelan una incidencia elevada de agresión contra el personal de enfermería, en el contexto de la pandemia de COVID-19. Asimismo, la salud emocional y mental de estos trabajadores de la salud estuvo fuertemente afectada. Sin duda se deben implementar políticas de seguridad y protección, así como medidas destinadas a la atención de la salud
mental del personal que se encuentra en la primera línea de defensa contra la COVID-19.
La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19, por su sigla en inglés), provocada por el coronavirus 2 causante del síndrome respiratorio agudo (severe acute respiratory syndrome [SARS]-CoV-2), es una emergencia sanitaria que afecta a todas las regiones del mundo, incluida la Latinoa- mérica. Además de la crisis sanitaria, Latinoamérica atra- viesa una crisis económica, social y política que hace más difícil el control de la propagación del virus, a pesar de la implementación de medidas de restricción social.
El panorama en general pone particularmente en desventa- ja al personal de salud latino que trabaja en la primera línea de atención de la epidemia, comparado con el personal de salud de otras regiones del mundo.
El personal de salud de Latinoamérica enfrenta la pandemia de COVID-19 con escasez de insumos médicos, sobrecarga de trabajo, falta de infraestructura y sistemas de salud debi- litados; asimismo, la región se caracteriza por un fenómeno social de discriminación, rechazo y agresión. Este escenario se describió inicialmente en México, pero se presenta en la gran mayoría de los países latinos.
Los episodios de agresión varían en modalidad y espacio, pero son más frecuentes en el personal de enfermería. Se han comunicado casos de discriminación, rechazo, agre- sión verbal y física, eventualmente con lesiones que com- prometen la funcionalidad y la vida de los profesionales agredidos. Si bien no se han referido las causas de las agre- siones al personal de salud en esta región, es posible que la población mal informada culpe a estos por la propagación del virus, y los considere una fuente de infección.
Además de la infección causada por el SARS-CoV-2, las alte- raciones del estado emocional y anímico son frecuentes en el personal de la salud y en la población general.
Las consecuencias de la COVID-19 sobre la salud general y la salud mental se reflejan en diversos trastornos, como estrés, insomnio, negación, ira y miedo. En este sentido, se registró un aumento de la prevalencia de ansiedad ge- neralizada, trastorno depresivo y estrés; el pánico, la des- confianza, la desinformación, la xenofobia y el racismo son otras consecuencias de la pandemia de COVID-19 en la po- blación general.
Las personas que contraen la enfermedad, los individuos con factores de riesgo de infección y aquellos con enfer-
medad psiquiátrica previa son más vulnerables a padecer trastornos psicoemocionales. El personal de salud también es vulnerable, con consecuencias sustanciales en relación con la salud mental. Numerosos estudios mostraron la alta prevalencia de síntomas depresivos, ansiedad generalizada, estrés y alteraciones del sueño, como consecuencia de la pandemia de COVID-19, en el personal de salud.
El miedo a la infección por la exposición y la falta de insu- mos médicos están muy presentes en el personal de salud. Específicamente, los factores asociados con estrés en el personal de salud incluyen el origen del virus, la falta de pruebas diagnósticas, la escasez de opciones de tratamien- to, la sobrecarga de trabajo, las largas horas laborales y la falta de equipos de protección personal e insumos médicos. El objetivo de esta investigación fue conocer la incidencia de agresiones contra el personal de enfermería y sus ca- racterísticas, así como evaluar las principales emociones y los síntomas psicológicos que el personal de enfermería ha vivido en Latinoamérica durante la pandemia de COVID-19. Para el presente estudio transversal, el personal de enfer- mería de países latinoamericanos hispanohablantes com- pletó una encuesta.
Se obtuvo información sociodemográfica y relacionada con la agresión, los síntomas psicológicos y el estado emocio- nal. La investigación se realizó entre el 29 de abril y el 25 de mayo de 2020; los participantes fueron reclutados por medio de redes sociales y plataformas en línea del personal de enfermería.
Entre otros, se incluyeron los siguientes grupos: Enfermeros Argentinos Unidos, Enfermería Internacional/Red interna- cional de Enfermería, Enfermería de Cuidados Críticos, En- fermeras de Chile, Enfermeras de Honduras, Enfermeros de Puerto Rico, Enfermeros y Enfermeras del Perú, Solo Médi- cos, Enfermeras y Paramédicos de México, Enfermer@s de Costa Rica, La Enfermera Latina y Enfermeras Pediátricas de Vocación de Guatemala.
Para la investigación se analizaron 310 trabajadores de la salud de México (65.2%), Argentina (5.8%), Colombia (5.2%), Honduras (5.2%), Costa Rica (4.5%) y otros países latinos (14.1%). El 78.1% eran mujeres; la edad promedio de los participantes fue de 35.20 años. El 79.6% de los integran- tes de la muestra refirió haber sido agredido o discriminado. Las emociones más comunes fueron el miedo a enfermar- se (73.7%), las alteraciones del sueño (33.4%) y el miedo de contagiar a sus familiares (33.4%). Las alteraciones de salud mental comunicadas con mayor frecuencia fueron la ansiedad (29.2%), la tristeza (10.4%) y el aumento del apeti- to (8.8%). Los lugares más frecuentes de agresión fueron la calle y el transporte público.
Los resultados de este estudio sugieren una elevada preva- lencia de agresión contra el personal de enfermería durante la pandemia de COVID-19; de igual forma, el personal pre- senta alteraciones emocionales y mentales. Es necesaria la implementación de políticas de seguridad y protección para el personal de enfermería, así como la provisión de atención en salud mental al personal que se encuentra en la primera línea de defensa contra la COVID-19.
Erlangen, Alemania
La protección de la salud pública requiere investigación intensiva sobre la comunicación científica y sobre la comunicación de riesgos para la salud, en lo concerniente a la contaminación atmosférica.
El aire no contaminado es esencial para una vida saludable. Sin embargo, en la actualidad la atmósfera en la que respi- ramos presenta diversos contaminantes nocivos para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que la contaminación atmosférica es el mayor riesgo am- biental para la salud humana, y ha emitido una guía para la calidad global del aire, que contiene recomendaciones para el control de seis contaminantes considerados de máxima relevancia: materia particulada (PM10, PM2.5), ozono (O3), dió- xido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre (SO2), monóxido de carbono (CO) y plomo (Pb). Otro contaminante atmosférico que ha adquirido importancia son las partículas ultrafinas (PUF). Las variaciones meteorológicas (temperatura, hume- dad, viento) y las fuentes naturales (polvo de zonas desérti- cas, polen, erupciones volcánicas, aerosoles de sal marina, incendios, material orgánico emitido por las plantas, etcéte- ra) pueden influir sobre la acumulación de contaminantes. Los efectos de los contaminantes atmosféricos sobre la salud son amplios e incluyen enfermedades respiratorias, hipertensión arterial, trastornos cardiovasculares, deterio- ro cognitivo y enfermedad de Alzheimer. La PM aumenta también el riesgo de enfermedades inflamatorias, como la esclerosis múltiple. Durante el embarazo, la contaminación atmosférica se ha relacionado con el parto prematuro y, en niños pequeños, con hipertensión arterial.
La guía de la OMS provee estándares de calidad para el aire ambiental que han sido incorporados a la legislación de muchos países. Para controlar la calidad del aire se utilizan índices validados, que permiten instrumentar medidas de mitigación si la contaminación alcanza niveles riesgosos para la salud. Si bien la pandemia de SARS-CoV-2 estuvo asociada con reducción transitoria de las emisiones de gas de los motores, los expertos creen que una mejoría perma- nente de la calidad del aire puede lograrse solo con políticas de aire puro sostenidas en el tiempo.
Un campo de investigación de especial importancia en la actualidad son las PUF, cuya contribución a los riesgos para la salud parece ser significativa. Los resultados de los avances en las investigaciones deben ser adecuadamen- te comunicados, no solo a la comunidad científica sino a la población general, lo que representa un desafío para los científicos en estas áreas.
Los autores de esta revisión tuvieron el objetivo de recabar la información existente en la bibliografía actual sobre la co- municación de los riesgos de contaminación atmosférica. Dada la heterogeneidad de las publicaciones existentes, de- finieron que el modelo de revisión más apropiado era el de la revisión exploratoria, con la siguiente pregunta de inves-
tigación: ¿Qué alcance ha tenido la comunicación científica, la información y la percepción pública en lo referente a los contaminantes ambientales (i) en el tiempo, (ii) en diferentes tipos de publicaciones y (iii) en diferentes disciplinas? A par- tir de estos datos preliminares, el objetivo de los autores fue identificar sistemáticamente los temas centrales que hubie- ran recibido la atención de la investigación interdisciplinaria. Esta revisión exploratoria fue llevada a cabo con las reco- mendaciones Preferred Reporting Items for Systematic Re- views and Meta-Analyses Extension for Scoping Reviews (PRISMAScR). Las búsquedas se realizaron en las bases de datos PubMed y Scopus y llegaron hasta abril de 2022. Se utilizaron métodos computacionales para exploración de grandes colecciones de textos, con capacidad para identificar estructuras temáticas latentes, mediante mode- los estadísticos para datos a gran escala: Topic Modelling (TPM). Se determinó el número de unidades temáticas para lograr un equilibrio entre exclusividad y coherencia semán- tica, para evitar una alta especificidad de los términos. Las unidades temáticas definidas fueron “comunicación del riesgo”, “medidas para la calidad del aire”, “cambio climático y adaptaciones”, “energía”, “modelos predictivos”, “análisis epidemiológicos”, “enfermedades respiratorias”, “embarazo y nacimiento”, “fuentes de contaminantes y concentracio- nes”, “filtros y membranas” y “análisis preclínicos”.
La búsqueda inicial en las bases de datos arrojó 11 052 pu- blicaciones. Después de aplicar los criterios de inclusión y de exclusión, se alcanzó una muestra final de 6467 referen- cias, publicadas entre 1958 y 2022. El análisis final se llevó a cabo sobre cinco unidades temáticas seleccionadas según la densidad de estudios que contenía cada una: “impacto sobre la salud”, “protección ambiental, clima y sustentabi- lidad”, “comunicación de riesgo”, “modelos predictivos” y “medidas para la calidad del aire”. Los autores de la revisión indican que el número de publicaciones se incrementó en el tiempo para todas las unidades temáticas, especialmente a partir de 1990.
Esta unidad temática estuvo representada en 1529 estudios (30.2%) y contiene datos sobre las enfermedades humanas relacionadas con la exposición a contaminantes atmosféri- cos. Abarca factores de riesgo y efectos patológicos intrau- terinos, en la niñez y en la edad adulta, incluidas enferme- dad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), tuberculosis y enfermedades cardiovasculares. Los estudios subrayan la necesidad de acciones de salud pública dirigidas a reducir la contaminación atmosférica en el ambiente domiciliario. Este tema estuvo comprendido en 1273 artículos (25.1%). Un aspecto clave es el cambio climático, en el que la con- taminación atmosférica desempeña un papel principal. Los estudios analizan las estrategias adaptativas y las medidas de mitigación necesarias para contrarrestar los efectos ne- gativos del cambio climático. El análisis identifica algunos aspectos deficitarios, como la escasa intervención estatal y la poca consideración hacia los grupos vulnerables. Se proponen mejoras en la información y en la educación de la población, a cargo de organismos gubernamentales y de organizaciones de la sociedad civil. Por otro lado, se estimu- la la incorporación de estos temas en la currícula de profe- sionales en la primera línea del cuidado de la salud, como médicos y enfermeros.
El análisis concluye que las metas climáticas y los objetivos ambientales solo pueden lograrse si la población general es consciente de los riesgos.
El núcleo temático de comunicación del riesgo emergió en tercer lugar, en 947 referencias (18.7%). Los estudios ana- lizados evalúan diferentes abordajes para comunicar los riesgos de la contaminación atmosférica: formas comuni- cacionales específicas para transmitir riesgos (cine, tele- visión, fotografía, medios escritos), factores que influyen sobre la percepción del riesgo por parte de la población (diferencias culturales, grado de disciplina social), efectivi- dad de estrategias específicas en poblaciones selecciona- das (p. ej.: adolescentes), desarrollo de métodos para que el público monitoree los niveles de contaminación, entre otros. Esta unidad temática apareció en 664 referencias (13.1%). Sus aspectos principales son la predicción de la calidad at- mosférica y los modelos de monitoreo. Estas herramientas proveen información predictiva a través de cálculos matemá- ticos por sistemas de inteligencia artificial. Algunos de estos modelos generan un índice de calidad atmosférica (ICA), ba- sado en diferentes contaminantes. Los sistemas de monito- reo tienen el objetivo final de prevenir a la población general. Esta unidad temática tuvo la menor representación en la muestra analizada (n = 653; 12.9%). La calidad del aire fue examinada en diferentes contextos: al aire libre y puertas adentro. El análisis de calidad incluye detección de conta- minantes específicos individuales (p. ej.: formaldehído) y de mezclas de contaminantes. El núcleo temático estuvo enfocado también en grupos específicos de influencia, para lograr políticas públicas y leyes para alcanzar los objetivos. Las PUF constituyen actualmente un importante tema de investigación en el campo de la contaminación atmosférica. Los autores de la revisión incluyeron un análisis específico sobre este núcleo temático. Las PUF estuvieron menciona- das en 84 de 6423 referencias (1.3%), a partir de 1998. Los estudios analizados señalan que las PUF representan una seria amenaza potencial a la salud pública, que debe ser informada a la población por distintos actores gubernamen- tales y no gubernamentales. Se han propuestos diferentes modelos predictivos, incluidos aquellos con técnicas basa- das en satélites, para elaborar mapas visuales de contami- nación atmosférica con PUF, que ayuden a comunicar el riesgo a la población general.
Esta revisión exploratoria identificó 6423 referencias desde 1958 hasta 2022. Los autores señalan que el flujo de biblio- grafía se incrementó especialmente a partir de 1990, lo que atribuyen a los cambios ocurridos en los sistemas científi- cos, con la incorporación de la digitalización de datos, de Internet, de bases de macrodatos y del mayor acceso a la información científica. Los investigadores hacen notar tam- bién que la mayor parte de los estudios se encuentran en publicaciones dedicadas a las ciencias ambientales, y no en aquellas enfocadas en la salud, en la comunicación de temas de salud y en la información en general.
Las publicaciones centradas específicamente en estra- tegias comunicacionales para informar sobre los riesgos de la contaminación atmosférica fueron escasas en esta muestra y, en general, no incluyeron poblaciones específi- cas (adolescentes, adultos de edad avanzada, habitantes de determinadas regiones, etcétera). En numerosos estudios,
el núcleo temático de la comunicación del riesgo es sola- mente mencionado, pero sin profundizar en los abordajes para optimizarla.
La intervención de expertos para optimizar el proceso de co- municación de riesgos es importante para los autores de la revisión. Estos expertos pueden provenir de esferas guber- namentales o de tareas cercanas a la población afectada (p. ej.: enfermeros). La población general en sí misma adquiere participación prominente en el proceso de comunicación, a medida que avanza la concientización del problema, gene- rando incluso los datos de monitoreo ambiental necesarios para elaborar los avisos de riesgo, y compartiendo la infor- mación con las herramientas tecnológicas disponibles (apli- caciones de celulares, redes sociales, entre otras).
Con respecto a las PUF, si bien los datos científicos han ido en aumento en las últimas décadas, existe para los autores un hiato de investigación sobre el mejor abordaje comuni- cacional.
Los expertos mencionan algunas limitaciones del estudio:
(i) los hallazgos de la búsqueda bibliográfica son el resulta- do de una estrategia de búsqueda específica, que podría ser cambiada o perfeccionada; (ii) las bases de datos consulta- das podrían tener sesgos específicos (sesgo de publicación, sesgo de lenguaje); (iii) no se incluyó en la búsqueda la de- nominada “literatura gris”.
En conclusión, el núcleo temático “comunicación de riesgo” está subrepresentado en la bibliografía sobre contamina- ción atmosférica, riesgo ambiental y efectos nocivos sobre la salud. Las investigaciones sobre PUF deben incluir eva- luaciones de las diferentes estrategias comunicacionales.
Manabí, Ecuador
El dengue, una enfermedad viral transmitida por mosquitos, es un problema creciente en el ámbito de salud pública.
Para la presente investigación se analizaron 20 artículos con información para los últimos 10 años. Los países con prevalencia más alta del virus fueron Brasil y República Dominicana. La vacuna se asocia con eficacia del 65%.
El dengue es una enfermedad infecciosa viral, endémica en zonas tropicales y subtropicales. Es ocasionada por el virus del dengue, para el cual se conocen cuatro serotipos: virus del dengue 1 (DENV-1), virus del dengue 2 (DENV-2), virus del dengue 3 (DENV-3) y virus del dengue 4 (DENV-4). Se- gún estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de la mitad de la población mundial vive en países en los cuales el dengue es endémico; además, en los últimos 50 años, la incidencia de dengue a nivel mundial ha aumentado de manera considerable.
El dengue afecta seriamente los países latinoamericanos y caribeños, con abundante pérdida de días laborales y de vidas. La mortalidad por dengue es de alrededor del 5%. Las condiciones poblacionales de los vectores, relacionadas a
su vez con el orden socioeconómico, ambiental y ecológico, la provisión de servicios básicos y el acceso oportuno a la atención de la salud, se reflejan en la aparición de repuntes epidémicos y en el mantenimiento de la transmisión endé- mica de las enfermedades vectoriales. Manabí, una ciudad de Ecuador, es una zona endémica para dengue y otras en- fermedades transmitidas por vectores. El objetivo de esta investigación fue describir la prevalencia e inmunidad al vi- rus dengue y los factores de riesgo en Latinoamérica.
Para la presente investigación documental y explicativa se identificaron estudios publicados en los últimos 10 años en español, inglés y portugués. Se incluyeron artículos que aportaron datos acerca de la prevalencia, la inmunidad y los factores de riesgo para el dengue. Se utilizaron bases de datos como PubMed, Scielo, Cochrane Library, Elsevier, Redalyc y Google Académico.
Un total de 20 estudios fueron aptos para la síntesis cualita- tiva. Se resumen los hallazgos de algunos de ellos.
En el estudio de Flichman y colaboradores, realizado en 2022 en la Argentina, se detectó IgG anti-DENV en 220 (14.4%) do- nantes de sangre. La seroprevalencia fue significativamente mayor en hombres respecto de mujeres, con valores de pre- valencia de los serotipos DENV-3, DENV-1, DENV-2 y DENV-4 de 79.3%, 0.8%, 19.9% y 0%, respectivamente.
En 2020 en Brasil, Santos y colaboradores reclutaron un total de 4386 voluntarios para participar en un estudio du- rante el período de cuatro meses de recopilación de datos; 2749 voluntarios (63%) firmaron el consentimiento informa- do (59% de sexo femenino). Alrededor del 50% de los 2120 individuos sometidos a la prueba rápida para dengue para la detención de anticuerpos IgG/IgA tenían serología positiva tanto para el virus del Zika como para el virus de dengue.
En un estudio de 2019 de los Estados Unidos, la eficacia de la vacuna contra el dengue para la prevención de internacio- nes, en personas de entre 2 y 16 años, fue de 65.5%, mientras que en los niños de 8 años o menos fue de 44.6%. En el grupo de vacunados de entre 2 y 5 años, la frecuencia de interna- ciones fue 5 veces más alta que la del grupo placebo.
En el estudio de Carreño y colaboradores, realizado en 2019 en Santander, Colombia, se detectaron los cuatro serotipos del virus del dengue. DENV-1 fue el serotipo dominante, seguido por DENV-3 y DENV-2; DENV-4 fue el virus menos prevalente.
En el estudio de Ávila y colaboradores de 2019 de la Repú- blica Dominicana, se registraron 1 118 464 casos de dengue, entre ellos 32 431 casos graves y 888 muertes. La letalidad por caso de dengue fue, en promedio, del 0.08%. Los cuatro serotipos de dengue circularon durante el decenio estudiado. En un estudio de Cuba de 2018, entre las personas con inmu- nidad al dengue, la mitad presentó formas graves.
En el estudio de Rojas y colaboradores de 2021, de Cali, Colombia, se evaluaron 24 casos y 176 controles, con me- dianas de edad de 142 y 106 meses, respectivamente. El derrame pleural (odds ratio [OR] de 3.4) y las alteraciones cardiovasculares (OR de 4.7) fueron factores de riesgo de internación en unidad de cuidados intensivos pediátricos. Según los hallazgos de un estudio de Perú de 2020, los factores de riesgo de propagación del dengue fueron el au- mento de la población urbana, las deficiencias para la reco- lección de residuos, asociadas con más probabilidades de criaderos de mosquitos, los desplazamientos de personas infectadas, la mala educación sanitaria y el abordaje inade- cuado de los programas de control del dengue.
En un estudio de 2019 realizado en Sucre, Bolivia, el sexo fe- menino fue algo más vulnerable a la infección. La infección fue más común en sujetos de entre 15 y 24 años (24%), así como en participantes de entre 5 y 14 años (20%).
En 2019, Rodríguez y colaboradores realizaron un segui-
miento prospectivo de 1453 residentes urbanos en El Sal- vador y Brasil. Se determinaron los niveles de IgG3 contra el antígeno ZIKV NS1; la prevalencia durante el brote de 2015 fue de 73%. Los títulos altos de anticuerpos preexistentes contra el virus del dengue se asociaron con riesgo reducido de infección y síntomas por ZIKV.
En el estudio de Astudillo y Parrales de 2017, realizado en Guayaquil, Ecuador, entre los 177 pacientes con dengue in- ternados, la prevalencia de signos de alarma fue del 22%. El 46.15% de los casos ocurrieron en pacientes de menos de 15 años. El sexo predominante fue el masculino (58.97%). Se constató una relación entre el sexo y la aparición de sig- nos de alarma (p = 0.014).
En el estudio de Antumaño y colaboradores, de México (2017), se evaluó una vacuna purificada e inactivada pro- ducida en células Vero. Los virus se cultivaron en una cepa candidata para vacuna de DENV-2; posteriormente fueron purificados e inactivados con formalina al 0.05% a 22 °C.
El dengue es una enfermedad infecciosa transmitida por el mosquito Aedes aegypti que afecta a personas de todas las edades; los síntomas característicos del dengue son la fie- bre, el malestar general y los vómitos, entre otros. Las condi- ciones topográficas (riachuelos a causas de lluvias, maleza, humedad, lugares donde se estanque el agua en general) y los cambios de temperatura son los principales factores de riesgo para la producción del vector.
Los sitios en los cuales se realizaron los diferentes estudios son propensos a la reproducción del mosquito, como conse- cuencia de los cambios climáticos y la situación geográfica. En el estudio de García y colaboradores, el 86% de los mos- quitos se reprodujeron en llantas en la intemperie, el 83% en floreros y tachos, mientras que, en el estudio de Vásquez y colaboradores, los principales factores de riesgo identifica- dos a nivel familiar fueron la presencia de botellas, cacharros y piletas positivos para larvas de Aedes aegypti. Existirían períodos epidemiológicos con transmisión reducida, posible- mente en relación con las temperaturas bajas, la humedad relativa y el viento. Sin embargo, históricamente, el dengue es una enfermedad de todo el año, con incidencia variable. En conclusión, el dengue es una enfermedad que afecta a los seres humanos, causada por un virus que se transmite por mosquitos; se asocia con índices elevados de mortali- dad, sobre todo en las regiones tropicales y subtropicales del mundo.
Lanzhou, China
Se confirma que la exposición prolongada a materia particulada (PM) de menos de 2.5, 10 y 1 µm de diámetro aerodinámico se vincula de manera directa con las enfermedades respiratoria y cardiovascular. La PM2.5 ejerce efectos más desfavorables que la PM10, especialmente en términos de la morbilidad respiratoria.
La contaminación ambiental constituye un problema im- portante, en términos sociales y de salud pública; además,
los contaminantes del aire se clasifican como agentes car- cinógenos, según la International Agency for Research on Cancer (IARC).
De acuerdo con estimaciones recientes de la Organización Mundial de la Salud, el 56% de las ciudades con recursos altos, con población superior a 100 000 habitantes, no cumplen los requisitos para la calidad del aire. Sin embar- go, los valores correspondientes para países con recursos bajos o intermedios (low-and middle-income countries [LMIC]) llegan hasta el 98%; en las últimas décadas, la con- taminación del aire ha aumentado a niveles muy graves. La materia particulada (PM) tiene un significado para la salud mucho más importante que el de otros contaminantes; la PM se asocia fuertemente con indicadores desfavorables de salud.
Estudios epidemiológicos sugirieron que la PM se vincu- la con riesgo aumentado de mortalidad y de morbilidad cardiovascular y respiratoria. Asimismo, la PM puede oc- asionar daño de múltiples órganos y cada vez se dispone de más evidencia en este sentido para la PM con diámet-
ro aerodinámico por debajo de 2.5 y 10 µm (PM2.5 y PM10, respectivamente).
Diversos estudios sugirieron asociaciones entre la ex- posición a PM y el riesgo de enfermedades cardiovascular y respiratoria. La exposición a corto plazo a PM10 y a PM2.5 se ha vinculado con mortalidad por enfermedades cardio- vascular y respiratoria, y con mortalidad por cualquier cau- sa. Sin embargo, los efectos a largo plazo de la exposición a PM siguen sin conocerse con precisión. Por lo tanto, el objetivo de esta revisión sistemática con metanálisis fue determinar estos efectos.
Para la revisión se siguieron las pautas de 2020 Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Anal- yses (PRISMA). Los artículos publicados hasta mayo de 2022 se identificaron mediante búsquedas en PubMed, Embase y la Web of Science. Se consideraron estudios de casos y controles y de cohorte en los cuales se hubieran analizado los efectos de la exposición a PM10, PM2.5 y PM1 sobre la morbilidad y la mortalidad por enfermedades car- diovascular o respiratoria en LMIC. Los trabajos debían referir la exposición prolongada (meses a años) a PM1, PM2.5 y PM10, en μg/m3. Solo se consideraron estudios publicados en inglés, con estimación de los riesgos relativos (RR), los odds ratios (OR) o los hazard ratios (HR), con intervalos de confianza del 95% (IC 95%). Se tuvieron en cuenta el año de publicación, el diseño del estudio, la duración de la in- vestigación, la exposición a contaminantes, el tipo de enfer- medad, el número de eventos, la evolución de salud y las estimaciones específicas de riesgo. El riesgo de sesgo se estimó con la Newcastle-Ottawa Quality Assessment Scale (NOS). Se asumió heterogeneidad importante entre los es- tudios, motivo por el cual se aplicaron modelos de efectos aleatorios. La heterogeneidad entre las investigaciones se estimó con el estadístico I2. Los factores de influencia en la heterogeneidad se identificaron con análisis por subgrupos; el sesgo de publicación se estimó con regresión de Egger. Se identificaron 1978 artículos, 38 de los cuales reunieron los criterios de inclusión. Los resultados mostraron que la exposición prolongada a PM2.5, PM10 y PM1 se asocia con la incidencia de enfermedades respiratoria y cardiovas- cular. La exposición prolongada a PM2.5 se relacionó con riesgo aumentado de morbilidad cardiovascular (RR por
1.11 μg/m3, IC 95%: 1.05 a 1.17) y con la mortalidad por causas cardiovasculares (RR por 1.10 μg/m3, IC 95%: 1.06 a 1.14); además, se vinculó de manera significativa con la mortalidad por causas respiratorias (RR de 1.31, IC 95%:
1.25 a 1.38) y la morbilidad respiratoria (RR de 1.08, IC 95%: 1.02 a 1.04).
Se comprobó riesgo aumentado de mortalidad por enferme- dad respiratoria en sujetos de 65 años o más (RR de 1.21, IC 95%: 1.00 a 1.47), en relación con la exposición prolonga- da a PM2.5. Asimismo, la exposición prolongada se asoció con la morbilidad cardiovascular (RR de 1.07, IC 95%: 1.01 a 1.13), la morbilidad respiratoria (RR de 1.43, IC 95%: 1.21 a 1.69) y la mortalidad por causas respiratorias (RR de 1.28, IC 95%: 1.10 a 1.49). También se observó una correlación significativa entre la exposición prolongada a PM1 y la enfer- medad cardiovascular.
Los resultados de esta revisión sistemática confirman que la exposición prolongada a PM2.5, PM10 y PM1 se vincula de ma- nera directa con las enfermedades respiratoria y cardiovas- cular. La PM2.5 ejerció efectos más pronunciados que la PM10, especialmente en términos de la morbilidad respiratoria.