
INTRODUCCIÓN
El Centro comunitario de salud mental y consumos
problemáticos (CCSMyCP) se inaugura en la localidad de
Colón, el 6 de septiembre del 2022. Se trata de un
dispositivo dependiente de la Subsecretaría de Salud
Mental, Consumos Problemáticos y Violencias en el ámbito
de la Salud Pública, del Ministerio de Salud de la provincia
de Buenos Aires. Colón es una localidad ubicada al norte de
la Provincia, al límite con la provincia de Santa Fe,
compuesta por alrededor de 25.000 habitantes, cuenta con
un sistema de salud con jerarquía del sector público ya que
en la actualidad el Hospital Municipal es el único efector de
atención a la comunidad con internación, guardias 24 horas
y atención de especialistas.
En el año 2023 se aprueba un convenio interno de
colaboración para el fortalecimiento del sistema de salud
de la provincia de Buenos Aires y el Municipio de Colón. A
partir de ese momento se establece un esfuerzo
mancomunado entre ambas jurisdicciones para llevar a
cabo las acciones necesarias para la integración y la
conformación de una red de atención local acorde a las
necesidades de la comunidad. Entre las acciones previstas
está la creación del Centro, con la incorporación de los
profesionales y los recursos materiales necesarios para su
funcionamiento, y que se inicia a partir de la
reconfiguración del Centro Provincial de Atención (CPA)
que funcionaba en la localidad desde el año 1998 y que
desde el año 2018 se encontraba sin espacio físico y
utilizaba diversos lugares que el municipio cedía para la
atención. Actualmente, el CCSMyCP ya cuenta con un
espacio propio, ubicado dentro del predio del Hospital
Municipal, con accesos internos y, a su vez, con entrada
independiente. Desde su creación se incorporaron recursos
humanos de la Subsecretaría y de otros organismos
municipales, provinciales y nacionales, y en este momento
el equipo está conformado por una coordinadora de
profesión psicóloga, dos psicólogas, una trabajadora social,
dos enfermeras, una acompañante terapéutica y personal
administrativo y de limpieza, además de talleristas y
pasantes de la Tecnicatura superior en acompañamiento
terapéutico que se dicta en una institución de educación
pública provincial de la ciudad.
Desde su inauguración se trabajó en la articulación con
sectores y actores de la comunidad, del ámbito público y
privado, propiciando reuniones de intercambio para dar a
conocer el nuevo dispositivo y la modalidad de abordaje de
la salud mental en la cual se sostienen los lineamientos
planteados en el Plan provincial integral de salud mental
2022/2027 (1). Con distintos sectores como Cultura,
Educación, Salud y Desarrollo Social se establecieron
acciones de trabajo conjunto que dieron lugar a la creación
de diversos espacios. Con la Secretaría de Cultura se acordó
la incorporación de talleristas de la Escuela Municipal de
Bellas Artes dentro del Centro Comunitario; con la
Subsecretaría de Salud Mental, Consumos Problemáticos y
Violencias en el Ámbito de la Salud, junto al Ministerio de
Educación, se implementaron talleres de salud mental en el
marco del programa La salud mental es entre todas y
todos; y con el Servicio de Salud Mental del Hospital se
diseñó de manera conjunta la estrategia de externación y
continuidad de cuidados de las personas internadas,
complementando los dispositivos clínicos tradicionales.
Actualmente funcionan en la sede del CCSMyCP talleres
recreativos abiertos a la comunidad de arte, cocina, canto y
guitarra, teatro, educación física, costura y estimulación
cognitiva, así como espacios de atención, orientación,
grupo para familias, grupo de mujeres y dispositivo de
primera escucha, todas prácticas articuladas con la
Dirección Municipal de salud mental de la Secretaría de
Salud, el Servicio de salud mental del Hospital y los Centros
de atención primaria de la salud.
Desde febrero del 2023 se suma un proyecto de inclusión
socio laboral consistente en el armado y funcionamiento de
un gallinero, con el objetivo de la producción y venta de
huevos, que funciona en otro predio municipal y en el cual
participan usuarios del centro y de los distintos servicios de
salud, y que ha tenido un crecimiento exponencial en el
último año, llegando a tomar gran visibilidad en la
comunidad y habilitando la socialización de los usuarios por
fuera del dispositivo. Se han destinado presupuestos de
programas municipales que permitieron su sostenimiento
a lo largo del tiempo y la sistematización de las tareas y
actividades que allí se realizan.
Desde la creación de la Secretaría de Salud de la
Municipalidad en el año 2024 que engloba, entre otras
direcciones, la Dirección de Salud Mental, se fue reforzando
la articulación entre los servicios de salud y salud mental a
través de reuniones periódicas y de la creación, en forma
conjunta con el Centro, de la Mesa local intersectorial de
salud mental.
Objetivos del Centro Comunitario de Salud
Mental y Consumos Problemáticos
Su objetivo general es consolidar las políticas integrales de
salud y salud mental desde una perspectiva de derechos, y
la creación y fortalecimiento de dispositivos de continuidad
de cuidados con anclaje comunitario.
Sus objetivos específicos son:
-Favorecer prácticas de cuidado de la salud y
continuidad de cuidados.
-Facilitar la accesibilidad de la población a los servicios
de salud, y fortalecer la red de atención.
-Integrar los distintos niveles de atención en la
variabilidad de efectores existentes en la comunidad.
-Elaborar estrategias de cuidado intersectoriales en
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relación a las singularidades en las trayectorias de
vida.
- Realizar acciones de promoción de la salud.
Actividades y roles
Cada objetivo específico se operacionaliza a través de
acciones concretas que permiten su implementación en el
territorio. En este sentido, la continuidad de cuidados se
garantiza mediante la generación de espacios cotidianos de
escucha en el marco de las actividades del Centro
Comunitario y a través de la articulación con el Servicio de
Salud Mental del Hospital Municipal para la administración
de medicación y el sostenimiento de los tratamientos. La
accesibilidad se favorece mediante la organización de
jornadas móviles en barrios y localidades rurales, con el fin
de acercar dispositivos de atención e información a
sectores poblacionales alejados de los servicios
tradicionales. La integración con los niveles hospitalarios se
materializa en la derivación a dispositivos especializados, la
realización de interconsultas con psiquiatría y la gestión de
turnos para espacios de atención psicológica individual,
tanto en el Hospital como en los CAPS. Por su parte, las
estrategias intersectoriales de cuidado se despliegan en el
marco de las mesas locales de Salud Mental y de mesas de
trabajo específicas que se constituyen para el abordaje de
situaciones de mayor complejidad. Finalmente, las acciones
de promoción de la salud mental se expresan en
actividades comunitarias abiertas, tales como la Jornada de
Salud Mental que se desarrolla en octubre y las jornadas
comunitarias organizadas en articulación con el municipio,
orientadas a la difusión de recursos e información en la
materia.
En síntesis, la articulación entre objetivos específicos y
actividades clave evidencia una estrategia integral que
combina continuidad de cuidados, accesibilidad territorial,
integración de niveles de atención, abordajes
intersectoriales y acciones de promoción comunitaria. Este
entramado de prácticas contribuye no solo a garantizar la
atención y el seguimiento de los tratamientos, sino
también a fortalecer la red de cuidados en salud mental
desde una perspectiva comunitaria y de derechos.
Modelo de atención
El dispositivo se asienta en un modelo de atención con
base en la comunidad y continuidad de cuidados. Desde su
inauguración hasta la actualidad la dinámica institucional
se ha ido construyendo en función de las características de
la comunidad, las demandas de la población y las
necesidades de los usuarios que fueron configurando la
especificidad territorial.
La particularidad de su ubicación (en la misma manzana del
hospital y con acceso interno a la sala de internación) ha
permitido la transformación de las prácticas en salud
mental durante las internaciones, las cuales son llevadas
adelante por el Servicio de salud mental del hospital, con
quienes se articula permanentemente para establecer las
estrategias de continuidad de cuidados. Esta particularidad
favorece la implementación de la Ley nacional de salud
mental (2) reforzando las herramientas sociocomunitarias
en el acompañamiento de los sujetos en su contexto
comunitario y con estrategias ambulatorias, lo cual fue
permitiendo desarmar algo de las lógicas tradicionales de
atención, y apuntar a construir una mirada integral del
sujeto desde la interdisciplinariedad.
Lo interdisciplinario (3) interpela o rompe un discurso
unidireccional de salud, entrando en juego cuestiones de
poder. El discurso médico siempre ha sido hegemónico y de
alguna manera es una cuestión unidireccional, lo cual
dificulta poder pensar en redes. La importancia de trabajar
en red implica la construcción de una contención que
permite al usuario circular con seguridad por los distintos
espacios y dispositivos, siendo las redes, redes de
personas, como dice Rovere (3), las que se encuentran en
disponibilidad y disposición para el acompañamiento.
Asimismo, el Centro cuenta con una entrada
independiente, un Salón de usos múltiples (SUM) y
distintos espacios con privacidad para realizar entrevistas y
consultas, permitiendo la consolidación de actividades y
propuestas abiertas a la comunidad, siendo así un lugar de
tránsito de múltiples sujetos, con distintos grados de
acompañamiento e interacciones. Las trayectorias incluyen
desde participación en talleres, atención y
acompañamiento hasta administración de medicación,
orientación en ámbitos educativos y laborales, entre otros.
El recorrido de una persona usuaria
A continuación se presenta la situación de un usuario, a
modo de ejemplo de cuáles han sido los efectos de las
prácticas llevadas a cabo desde la existencia del Centro.
Fer 1, de 33 años, comienza a concurrir apenas se inaugura
el Centro, cuando aún las propuestas estaban
conformándose. Es “traído” por un guardia de seguridad
del hospital y la secretaria de turnos de dicha institución
preguntando si podíamos ayudarlo. La situación es la
siguiente: con un diagnóstico de esquizofrenia sin
continuidad en los tratamientos y una situación
problemática de consumos de sustancias, Fer venía hace
varios años transitando los pasillos del hospital y también
de otras dependencias municipales (como Desarrollo Social
y Discapacidad) teniendo distintos tipos de
requerimientos, como por ejemplo medicación o ayudas
Buenas Prácticas BP
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
económicas, y generando conflictos permanentes que
derivaban en situaciones de agresión de su parte. Tiene
antecedentes penales y ha crecido y vivido en un contexto
de vulneración de derechos, transitando distintos ámbitos
sin encontrar “un lugar”. Podemos afirmar que pertenecía
a esos usuarios que componen las “listas negras”, personas
que ya no son recibidas en ningún ámbito y son expulsadas
por los servicios y las instituciones que se han sentido,
luego de varios intentos, impotentes para ayudarlo.
A lo largo del tiempo se fue construyendo con él un vínculo,
que actualmente podemos interpretarlo como lo que
Baremblit (4) describe como transferencia institucional (ya
que sucede con todos los miembros del equipo y no con un
recurso en particular, es decir que es colectiva y no
bilateral), que permitió que sus demandas pasen de exigir
ayudas y resoluciones a encontrar un lugar en donde estar;
se trató de una transferencia amistosa o positiva que fue
permitiendo modificar la posición del sujeto, moviéndose
de la repetición de lo igual. Actualmente Fer concurre a
diario. Suele desayunar, interactuar con otros usuarios y
concurrentes, participar en talleres, tomar su medicación
diaria y recibir la vianda gestionada por la Dirección de
Salud Mental. Ha tomado conciencia de la importancia de
realizar su tratamiento, hasta el punto de aceptar recibir
todos los meses una medicación inyectable indicada por su
psiquiatra tratante del hospital, algo a lo que
históricamente se había negado. Se hace muchas
preguntas, tales como si su esquizofrenia le impide
trabajar, o si podrá conformar una familia (tiene tres hijos
con los cuales desde hace mucho tiempo no tiene relación,
por intervenciones judiciales), e incluso piensa en los
cambios que ha tenido desde que lo conocemos,
expresando frases tales como “si no hago el tratamiento
me vuelven las voces”, “acá realmente me escuchan”, “no
sabía dónde ir y vine para acá”, entre muchas otras
expresiones y vivencias cotidianas que se presentan con
Fer como con otros usuarios. Sigue consumiendo y
presenta muchas dificultades en poder sostener un
proyecto personal, por lo cual se trabaja permanentemente
en reforzar su autonomía recibiendo los apoyos necesarios
para llevar su vida adelante. Actualmente se está
trabajando en conjunto con una acompañante terapéutica
perteneciente a la Dirección de Salud Mental, con el
objetivo de que él pueda hacerse responsable de
cuestiones económicas relacionadas a las pensiones que
recibe, promoviendo la organización de su cotidiano y la
reconfiguración de su proyecto de vida. La articulación con
la Dirección de Discapacidad es permanente, no contando
actualmente con una red de apoyo familiar.
A partir de este caso podemos observar cómo el centro y la
red que se articula a partir del mismo favorece la inclusión
y contención de una persona que no contaba con recursos
propios para garantizar la continuidad de cuidados. El
centro se conforma como un espacio intermedio entre las
intervenciones hospitalarias y la comunidad, siendo
referencia afectiva y espacio de intervenciones de clínica
ampliada (5).
En nuestra experiencia, la existencia de un lugar que antes
no había en la ciudad, que promueve encuentros, permite
poner en palabras vivencias, simbolizaciones, proyectos,
tareas, y que devuelve en muchos casos a los sujetos
padecientes su condición de seres humanos, más allá de los
estigmas y de la etiquetas, es un proyecto innovador y de
inclusión que beneficia a toda la comunidad en su conjunto
y a aquellos a quienes en algún momento de su vida
requieren acompañamiento de los equipos de salud por
estar atravesando distintas situaciones de crisis y
problemáticas.
Principales lecciones aprendidas y
recomendaciones para replicar la
experiencia en otros territorios
Entre las principales lecciones aprendidas se considera
subrayar:
La Importancia del espacio físico propio: disponer de
una sede articulada con el hospital pero con acceso
independiente favorece la continuidad de cuidados, la
accesibilidad y el sentido de pertenencia de las personas
usuarias, al permitirles transitar sin rupturas entre la
atención ambulatoria y la hospitalaria.
El Trabajo interdisciplinario e institucional: la
transferencia institucional colectiva del equipo resultó
clave para construir vínculos de confianza, restituir la
dignidad a personas estigmatizadas y sostener procesos
terapéuticos.
La Articulación intersectorial sostenida: la colaboración
con Cultura, Educación, Desarrollo Social y Atención
Primaria enriqueció la propuesta con talleres, proyectos
socio-laborales y mesas de trabajo, mostrando que los
procesos de promoción, prevención y continuidad de
cuidados de la salud mental se fortalecen al salir del ámbito
exclusivamente clínico.
El Modelo comunitario con continuidad de cuidados: la
cercanía con el hospital y la inserción territorial del centro
facilitaron el pasaje de la internación a la atención
ambulatoria y territorial, desarmando lógicas tradicionales
y favoreciendo estrategias comunitarias en línea con la Ley
Nacional de Salud Mental.
La Innovación socio-laboral: proyectos como el gallinero
comunitario demostraron que la inclusión laboral y social
impacta en la autonomía de las personas usuarias y en la
visibilización de los dispositivos comunitarios.
La Sostenibilidad ligada a la continuidad de las
políticas públicas: el funcionamiento estable requirió la
asignación sistemática de recursos humanos y materiales,
además de la capacidad de adaptación a las necesidades
cambiantes del territorio.
Como parte de las recomendaciones para replicar la
experiencia para promover la experiencia en otros
territorios se sugiere:
Realizar un diagnóstico participativo inicial, que permita
mapear recursos locales, brechas de atención y actores
clave de cada territorio.
Formalizar acuerdos interinstitucionales entre niveles de
gobierno, hospital, APS y organizaciones sociales, con
definición clara de roles y protocolos de
derivación/contrarreferencia.
Implementar sistemas de monitoreo y evaluación con
indicadores de accesibilidad, continuidad de cuidados e
inclusión social, involucrando a las personas usuarias y sus
trayectorias de vida, que garanticen una mejora continua.
Promover la corresponsabilidad intersectorial, generando
mesas locales de trabajo que aborden las problemáticas
complejas y fortalezcan la red de cuidados.
Asegurar la sustentabilidad mediante políticas públicas
sistematizadas, con asignación estable de recursos
materiales y humanos, así como flexibilidad para adecuarse
a la singularidad del territorio.
Respetar la diversidad territorial, adaptando el modelo a
las condiciones sociales, culturales, económicas y sanitarias
locales, siempre desde una perspectiva de derechos y de
inclusión.
Para concluir podemos decir que la sustentabilidad de un
proyecto como este, con la creación de dispositivos y áreas
que fortalezcan la integración del sistema de salud y
atención integral sobre un modelo de continuidad de
cuidados, es posible con la ejecución de políticas públicas
sistematizadas, sostenidas en el tiempo, que destinen
recursos materiales y humanos y estén atentas a las
necesidades de la población, adecuando las políticas
rectoras a las especificidades del territorio.
Creemos que esta experiencia es transferible, respetando
las particularidades de las instituciones presentes en los
territorios, a otras comunidades en tanto sea posible
establecer acuerdos que permitan conformar una red,
identificando la función de cada área e institución, pero a
su vez realizando un trabajo corresponsable, desde una
perspectiva de derechos. Esto implica estar atentos a todas
las variables - sociales, económicas, culturales, biológicas,
psicológicas - que entran en juego en la producción de las
subjetividades y de los padecimientos. Como plantea
Stolkiner (6) las formas de padecimiento subjetivo, con sus
determinaciones sociales, obstaculizan la vida de las
personas y su necesario aporte a una sociedad inclusiva.
Salud Publica 2025 Oct; 4
ARK CAICYT: https://id.caicyt.gov.ar/ark:/s30087074/yyf24t0ar