
INTRODUCCIÓN
Los Dispositivos de Enlace Comunitario (DEC) nacen con el
objetivo primordial de mejorar el acceso a la atención de
personas con padecimientos de salud mental y consumos
problemáticos, con especial énfasis en situaciones de alta
vulnerabilidad, y/o complejidad psicosocial, a fin de
garantizar continuidad de cuidados en la red local
disponible y contribuir a su sostenimiento en la comunidad.
El Enlace Comunitario representa un puente entre la
persona usuaria y los diferentes niveles e instancias
asistenciales y sociales, y busca articular las estrategias de
acompañamiento, atención y cuidados con los recursos
disponibles en cada comunidad desde la cercanía, en clave
regional.
Otro objetivo central de los DEC es promover y acompañar
al cambio de modelo de atención trabajando, desde las
situaciones, en el caso por caso, con la Red Provincial de
Atención , promoviendo la transformación de las prácticas,
enmarcados en la implementación del modelo de atención1
propuesto en el Plan Provincial de Salud Mental
- PPSM (1) y el Plan Quinquenal del Ministerio de Salud de
la Provincia de Buenos Aires
- PQS (2). Su estrategia se basa en el trabajo territorial y en
la construcción de redes en los lugares donde se desarrolla
la vida de las personas, con las instituciones de salud.
Estos dispositivos se encuentran emplazados en las
Regiones Sanitarias (RS) de la provincia de Buenos Aires
(PBA) y dependen de la Coordinación Regional de Salud
Mental.
Los DEC están conformados por distintos trabajadores y
trabajadoras que se distribuyen funciones y tareas para
intervenir desde un modelo de atención y cuidados con
base en las comunidades y el acceso a derechos. Por ello,
pueden contener en su organización equipos móviles,
equipos de externaciones, acompañantes terapéuticos,
equipos de enlace comunitarios con articuladores de
atención remota y gestión de turnos para tratamientos
ambulatorios, entre otros posibles, y de acuerdo con las
particularidades de la Región Sanitaria y la organización
interna.
En cada Región Sanitaria estos equipos trabajan
situaciones complejas que ingresan como demanda de
atención en salud mental y consumos problemáticos desde
diferentes espacios, como ser desde la Red Provincial de
Atención, Centros Provinciales de Atención (CPA), 0800,
Centro de Telemedicina (CETEC), hospitales provinciales, o
desde otras áreas y niveles fuera del ámbito de la salud:
educación, justicia, desarrollo de la comunidad, órgano de
protección de niños, niñas y adolescentes, municipios,
organizaciones sociales o de la comunidad en general.
El sistema de salud argentino se caracteriza por la
fragmentación (3, 4), por lo que suele percibirse como
caótica e injusta la ausencia de políticas de integración
entre subsistemas y la escasa conducción estratégica del
subsector estatal entre las distintas jurisdicciones
(nacional, provincial y municipal) que conviven en los
territorios, y generan dificultades en el acceso a la salud, e
inequidad en la distribución de recursos (1).
A la vez, la complejidad de las problemáticas en salud
mental debe ser tomada en cuenta para construir las
estrategias de acción de los equipos de salud, que deben
ampliar su capacidad de respuesta y superar los obstáculos
de trabajo interdisciplinario e intersectorial (5).
Los DEC cumplen una función estratégica en la integración
del sistema de salud en su componente de salud mental, y
en la superación de las lógicas fragmentarias, ya que uno
de sus objetivos es poner en relación partes del sistema de
salud que muchas veces no dialogan.
Los Dispositivos de Enlace Comunitario y el
modelo de atención y cuidados
Uno de los ejes del PPSM es la “creación y consolidación de
un sistema alternativo a las lógicas hospitalocéntricas
como única alternativa para la atención de la salud” (1: 31).
Esto implica redefinir las prácticas de atención de la salud
centrándose en las necesidades de las personas con
padecimiento mental y/o consumos problemáticos, para
que puedan ser atendidas en su comunidad.
En el marco de la transformación del modelo de atención y
cuidados, los DEC son dispositivos flexibles, capaces de
generar estrategias complejas enlazando múltiples
recursos comunitarios que incluyen desde el vecino hasta
el familiar, la escuela, la organización social, el Estado
municipal, el Estado nacional, los distintos efectores
provinciales; es decir, todos los componentes de un
territorio.
Se piensa el modelo de atención y cuidados en cuatro ejes,
abordados a través de los DEC.
El primer eje se basa en constituir prácticas centradas en
las personas y no en las instituciones. Esto implica concebir
a los sujetos desde una perspectiva social, atendiendo a la
complejidad de cada situación. Para ello es necesario
trabajar desde una perspectiva de clínica ampliada (6), es
Md
2 Sobre la distinción entre DEC con equipo móvil y sin movilidad, volveremos más adelante
decir, una clínica basada en los sujetos que padecen, sus
circunstancias vitales y las singulares posibilidades de
producción de salud. Se busca que los dispositivos se
adapten a las personas y no al revés, incluyendo la dolencia
y el contexto, además de a los propios sujetos. Gastao
Wagner de Sousa Campos (6) sostiene que la clínica se
empobrece cada vez que se ignoran estas interrelaciones,
perdiendo la capacidad de resolver, incluso, problemas
estrictamente clínicos.
A la vez, este foco en las personas, sus posibilidades y
recursos, conlleva a dar relevancia a las redes como
herramientas de promoción del lazo social y la organización
comunitaria, entendidas como una dimensión central de la
salud (7). La tarea de los DEC consiste en trabajar con esos
recursos, propiciando acciones de articulación
interinstitucional. Tal como suelen decir quienes integran
estos equipos, se trata de generar los vínculos necesarios
entre las personas y las instituciones involucradas o
aquellas que puedan aportar a la mejora de la situación, es
decir consolidar la red.
El segundo eje es el acceso a derechos. Allí, el marco
normativo en materia de salud mental es quien rige las
prácticas, junto con el respeto ineludible a los Derechos
Humanos. En este sentido, el PPSM (1) enfatiza que la
solidaridad, la inclusión y la garantía de derechos son tanto
constructoras como indicadoras de la salud mental de las
personas y los pueblos.
Por otra parte, un tercer eje está centrado en la continuidad
de cuidados, entendiendo, tal como figura en el PQS (2), a
los cuidados como modelo, y adoptando la línea de
cuidados progresivos que supera la fragmentación del
sistema en especialidades, dando por resultado un proceso
de salud integral e integrado. Esto, en el caso específico de
salud mental, se traduce en la continuidad de cuidados
desde la asistencia en el momento agudo en las guardias
de los hospitales hasta los dispositivos ambulatorios del
Primer Nivel de Atención o la Red de CPA.
El cuarto y último eje orienta la atención con base en las
comunidades. Esto implica que sea cercana e inclusiva, que
adopte un modelo de redes, enlace y articulación. También
implica pensar a la comunidad como un actor de los
cuidados de la salud y plantear estrategias colectivas de
cuidados, incluyendo a la comunidad como un recurso. De
estas estrategias, horizontales e intersectoriales, deberán
formar parte los actores e instituciones implicadas. Estos
tipos de recursos comunitarios tienen el objetivo de
generar vínculos afectivos, de acompañamiento y
cuidados, además que contemplan a los distintos actores
-institucionales, barriales, familiares- que rodean a las
personas. Esto se contrapone con la idea de “recursero”, en
el sentido de que una lista de instituciones que no están
encarnadas, que no tienen vinculación concreta y real en
mesas de trabajo, en encuentros por situaciones, en trabajo
articulado, en conjunto y no se reconocen entre sí, no
pueden trabajar en red. Cuando se mapean instituciones
con los modos de este “recursero” estático, se plantean
derivaciones burocráticas que terminan no funcionando.
En cambio, desde los DEC se plantea conocer los recursos y
trabajar en conjunto para hacer estrategias situadas,
concretas y efectivas.
Antecedentes
Si bien los DEC constituyen por primera vez un intento de
coordinación de una política con base en la comunidad y la
articulación entre efectores y sectores, para toda la PBA, es
necesario destacar otras experiencias de algunas regiones
o municipios sobre la base de las cuales han sido diseñados.
Primeramente, se destaca en 2007, en la RS VI, la creación
del Equipo Regional de Intervención en Crisis (ERIC) con el
objetivo de brindar apoyatura técnica y capacitación en
servicio a los equipos de salud de hospitales generales para
garantizar la recepción y atención de las personas con
padecimiento mental, y funcionando con una modalidad de
guardia itinerante que se trasladaba a realizar
evaluaciones. En 2008 y con el objetivo de garantizar la
continuidad en el primer nivel de atención de la estrategia
elaborada para las situaciones abordadas por el ERIC en el
espacio de guardia, se crea el Equipo Regional de
Intervención Comunitaria (ERICo) (8).
Posteriormente, en 2014, emplazado en la RS XI, el
Programa Provincial de Intervención de Enlace
Comunitario (PRIEC) es creado como respuesta sanitaria a
la judicialización de las problemáticas de salud mental y
adicciones, y tiene efectos en tanto dispositivo de abordaje
intersectorial en la reducción de las internaciones
innecesarias (9).
Otra experiencia para poner en valor es la nacida en la
Subsecretaría del Municipio de Merlo desde 2016 hasta
2018 (10). Se trató del Programa de Asistencia Integral
Comunitaria (PAIC), un programa que garantizaba la
continuidad y el sostenimiento de los cuidados de la red
local disponible en la comunidad y que contaba con un
equipo de salud encargado de la evaluación
interdisciplinaria e integral de las situaciones.
De un modo similar, en RS VII se crea en 2020 el equipo Red
7 (5), un equipo móvil que daba apoyo a aquellas guardias
de hospitales que no contaban con profesionales de salud
mental, disponiendo, también, la realización de
evaluaciones en domicilio, según las características de cada
situación, construyendo una estrategia que muchas veces
transcendía la acción hospitalaria.
A partir de la asunción de la gestión actual en la Provincia
de Buenos Aires, en 2019 se planteó trabajar en la
homogenización de las prácticas, respetando la
singularidad y especificidad de cada Región. Y, para lograr
cobertura en todas las regiones, se trabajó creando nuevos
equipos de enlace comunitarios.
Los Dispositivos de Enlace Comunitario
como Buena Práctica en salud mental
Los Dispositivos de Enlace Comunitario (DEC) se proponen
como objetivo principal mejorar el acceso a la atención de
ENFOQUE METODOLÓGICO Y PROCESO:
DESCRIPCIÓN DE ACTIVIDADES, ROLES Y
RESPONSABILIDADES
Los DEC están conformados por trabajadores de múltiples
disciplinas y saberes, tales como psicología, psiquiatría,
trabajo social, enfermería, operadores, promotores en
salud, acompañamiento terapéutico, entre otras.
La tarea se organiza en la estrategia de Enlace Comunitario,
configurándose como un modo de intervención en red, a
partir de la articulación de distintos recursos estatales y de
la comunidad, con el fin de evitar sobreintervenciones
fragmentadas y obstáculos al acceso a derechos, buscando
a su vez generar ámbitos donde se puedan establecer
estrategias colectivas frente a problemas comunes.
Contemplando la singularidad de cada situación, los DEC
realizan una evaluación situacional multidimensional, para
luego planificar, coordinar, aplicar y monitorear estrategias
de atención y cuidados.
Articulaciones y alcance
Se trabaja de manera coordinada y articulada con efectores
de diferentes jurisdicciones - municipales, provinciales y
nacionales- en el apoyo a las guardias en hospitales
generales y sistemas de urgencias; facilitando el acceso y la
integración sociocomunitaria con énfasis en la continuidad
Buenas Prácticas BP
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
personas con padecimientos de salud mental y consumos
problemáticos, con especial énfasis en situaciones de alta
vulnerabilidad y/o complejidad psicosocial, garantizando
continuidad de cuidados en la red local disponible y
contribuyendo a su sostenimiento en la comunidad.
Cobertura geográfica
En la PBA existen 12 RS, con la particularidad de contar con
una población de más de 17 millones de habitantes, a lo
largo de 307.571 Km² y 135 jurisdicciones municipales,
configurando un territorio complejo y heterogéneo (1). A
grandes rasgos, se puede hacer una primera distinción
entre las regiones pertenecientes al Conurbano, cuya
extensión territorial no es muy extensa, pero tiene una
gran cantidad de población, con las regiones del interior,
territorialmente extensas y menos pobladas. Como se
desarrollará más adelante, estos dispositivos móviles
adquirirán diferencias en cada una ellas.
Sin embargo, y a pesar de esta disparidad, entre los logros
de la gestión de salud mental de la provincia (1), se destaca
la formalización de espacios cotidianos de reunión con
referentes de todas las regiones, lo que ha consolidado los
procesos de integración y trabajo entre regiones, y de los
efectores provinciales con los municipales y otros actores
de la comunidad, favoreciendo el trabajo con base en las
comunidades.
Esta diversidad regional se traduce en diferentes grados de
implementación de los DEC. Actualmente, se cuenta con
equipos móviles DEC en las 5 regiones pertenecientes al
Conurbano (RS V, VI, VII, XI y XII), y también se han
conformado DEC sin movilidad propia 2 en la RS I, IV, VIII y
X del interior. En las RS restantes, los y las referentes
regionales de salud mental, se encuentran activamente en
el proceso de conformación de los equipos y asumen
personalmente las funciones de enlace comunitario,
directriz que marca la transformación del modelo de
atención en la PBA.
¿Quiénes son las personas destinatarias de
la buena práctica?
El Enlace Comunitario se propone como un puente de
articulación de posibles intervenciones entre las personas
usuarias y los diferentes niveles e instancias asistenciales y
sociales, buscando articular las estrategias de
acompañamiento, atención y cuidados con los recursos
disponibles en cada comunidad desde la cercanía, en clave
regional. Por ese motivo, las personas destinatarias
directas son quienes tienen algún padecimiento en salud
mental y/o consumos problemáticos.
A la vez, en tanto que los DEC se encargan de articular
diferentes efectores y equipos, se los puede ver como
“dispositivo de dispositivos” (11), en el sentido de que
coordina y direcciona actividades. Si nos remitimos al
concepto de “dispositivo” (12), podemos decir que el mismo
moviliza saberes y crea subjetividades, configurando una
identidad en los equipos de trabajo, quienes también se
benefician con esta práctica, en el sentido que se crea una
identidad, se legitima la tarea y se dispone a la resolución
problemas, que, desde cada efector en soledad, no podrían
resolverse (11).
de cuidados y externaciones sustentables.
Es así como las visitas domiciliarias y el acompañamiento
en la comunidad se convierten en prácticas que resultan
oportunas y de calidad en el armado de la red de atención
y cuidados para cada situación, como estrategias de
intervención centrales.
Asimismo, los equipos de los DEC entre sus capacidades
incorporan la posibilidad de moverse para asistir a
reuniones de red, mesas de trabajo y evaluaciones en
guardias hospitalarias, domicilios o en la vía pública. En
algunas localidades esto es posible por cercanía,
entonces los DEC coordinan sus recursos territoriales
para poder llegar, acompañar y abordar la situación en
red comunitaria. Sin embargo, hay regiones del interior
de la provincia que tienen mucha distancia entre
localidades, razón por la cual un equipo móvil regional no
resulta viable, siendo aconsejable que cada localidad
tenga su equipo móvil, en articulación con la región
sanitaria. Las regiones del interior de la provincia
trabajan con recursos de los Centros Provinciales de
Atención (CPA) y/o de los municipios, sosteniendo el
mismo objetivo. La diferencia principal es que el recurso
del equipo con traslado propio da la posibilidad de
organizar una agenda propia de intervenciones y
estrategias. Pero, además, la presencia territorial tiene
una eficacia simbólica mayor que una estrategia
coordinada de forma telefónica.
Acceso a los Dispositivos de Enlace Comunitario
Es importante aclarar que, por una cuestión práctica, los
DEC no tienen vías de acceso directo desde la comunidad,
sino que siempre dicho acceso es a través de pedidos desde
la Red Provincial de Atención. A su vez, una vez que estos
equipos entran en contacto con los usuarios quedan
comprometidos a acompañar y cuidar y dar respuesta si
estas personas lo demandan, desde su vinculación con
ellos. Los pedidos de intervención pueden llegar desde
cualquier efector de la Red, que al encontrarse con un caso
complejo que requiere de la intervención de otros efectores
de diferentes niveles, solicita ayuda. Por ejemplo, en el caso
de una persona que concurre a una guardia porque ha
abandonado un tratamiento, pero no tiene criterio de
internación, por lo tanto, es necesario elaborar una
estrategia de continuidad de cuidados con efectores
cercanos a su domicilio.
Salud Publica 2025 Sept; 4