
Informe Especial IE
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
La PBA cuenta con 99.354 profesionales habilitados. La 
dinámica de crecimiento replica la tendencia nacional, casi 
se duplica el personal técnico de enfermería, triplica los 
valores de 2012 del personal con título de licenciado y 
desciende la participación de los auxiliares en casi 10.000 
personas menos en 2022. Al igual que a nivel nacional, la 
distribución por sexo en la PBA en 2022 de los 
profesionales enfermería se mantiene en 20% de varones 
y 80% de mujeres.
Como puede observarse la distribución del personal de 
enfermería por categoría y por región muestra una 
diversidad en la composición de sus equipos territoriales. El 
peso de la fuerza de trabajo se encuentra en la categoría de 
técnicos (23%) que en general predomina en todas las 
regiones a excepción de la región II y la X donde la tasa de 
auxiliares supera la de técnicos.
Las menores tasas corresponden a la categoría de 
licenciados de enfermería, situación que se repite también 
a nivel país, y que va mejorando lentamente si se observa 
el egreso universitario de esta categoría en todo el 
territorio nacional. 
En la categoría auxiliares de enfermería la pirámide 
muestra la mayor población en la franja etaria de 
50-54 años y le sigue en cantidad la de 55-60 años, 
indicando una población envejecida, con mayoría de 
mujeres muy próxima a jubilarse en los próximos seis 
años. Considerando que los auxiliares de enfermería 
constituyen la segunda categoría con más peso en la 
composición de la fuerza, sería importante evaluar la 
implementación de políticas para su 
profesionalización. 
Gràfico 3. 
Pirámide Poblacional de Auxiliares de Enfermería. Provincia de Buenos Aires. 2022 
Fuente: 
Elaboración propia con base en datos proporcionados por Red Federal de Registros de Profesionales de la Salud (REFEPS)
Ministerio de Salud de la Nación.
En la población de técnicos la franja con mayor población 
se ubica entre los 35-39 años para ambos sexos. Se registra 
en el corte de 25-29 años de mujeres el mayor número de 
profesionales de otros países.
Por último, en la pirámide que muestra la distribución 
etaria del personal con categoría de Licenciados, la franja 
etaria con mayor presencia es la de 40-44 años. La 
prevalencia de las mujeres, en todos los cortes, es mayor 
que en las categorías anteriores.
DISCUSIÓN
A partir de la información disponible se puede observar 
que la población de trabajadores/as habilitada de 
enfermería en la PBA sostiene un buen ritmo de 
crecimiento durante el período bajo estudio, logrando al 
final de la década un incremento del 35%. 
En el año 2022, para el total país se reportan 255.442 
enfermeros/as y una tasa de enfermeros/as calificados1  de 
41,4 cada 10.000 habitantes. Mientras que para la PBA se 
registraban 99.354 trabajadores de enfermería lo que 
implica una tasa de 39,7 cada 10.000. Estos indicadores, 
que están en línea con las recomendaciones de los 
organismos internacionales (2), desagregados por regiones 
sanitarias muestran distribuciones que en el mejor de los 
casos predominan el personal técnico en sus equipos 
territoriales. En todas las regiones el peso de la fuerza de 
trabajo se encuentra en la categoría de técnicos (23%) a 
excepción de la región II y la X donde la tasa de auxiliares 
supera la de técnicos. En todas las regiones se evidencia 
una escasa disponibilidad de licenciados/as. 
Si bien se mantiene la predominancia de los profesionales 
con formación técnica, va descendiendo la población de los 
auxiliares en las nuevas generaciones. Estas dos 
tendencias se explican por las políticas de incentivo de la 
formación superior, la profesionalización y el desaliento a la 
formación de auxiliares en el sector público desplegadas 
desde el Estado en la etapa bajo estudio, que promovió la 
profesionalización como estándar de calidad adecuado 
para el cuidado de la salud de la población.
También se sostiene la predominancia de las mujeres en su 
composición (80% y 20% respectivamente), aunque puede 
observarse el crecimiento de varones más jóvenes en las 
pirámides poblacionales de técnicas/os y licenciadas/os 
respecto de la pirámide de auxiliares. 
Esta breve caracterización demográfica de la población de 
enfermería en la PBA nos deja en evidencia situaciones que 
merecen ser revisadas y estudiadas en profundidad para 
planificar intervenciones en el corto plazo, por ejemplo, la 
elevada población envejecida en la categoría de auxiliares 
se encuentra muy próxima al retiro. Otra evidencia es la 
sostenida predominancia de mujeres. Esta situación 
también merecería ser estudiada en profundidad dado que 
es sabido que se relaciona con cuestiones de género y su 
relación con el cuidado, pero siendo una actividad con una 
salida laboral importante, debería profundizar en qué tipos 
de políticas de incentivos serían necesarias para la 
captación de los varones, lo que incrementaría la 
disponibilidad de personal de enfermería.
 
La dinámica de este colectivo en la última década muestra 
un importante crecimiento sostenido, pero donde también 
subsisten viejos problemas. Aún existe una masa 
importante del personal de enfermería que debería 
profesionalizarse. La distribución del personal por regiones 
sanitarias muestra que algunas requieren de un especial 
esfuerzo para contar con personal calificado. Por lo tanto, la 
información producida es un aporte importante para la 
toma de decisiones, en este caso, la posibilidad de distribuir 
sedes de formación en aquellas zonas donde cuenten con 
menor personal calificado y de este modo formar recursos 
locales.