
Artículo original AO
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio fue observacional, descriptivo, de corte
transversal y prospectivo. La técnica de muestreo fue de
tipo no probabilístico por conveniencia. Se incluyeron
pacientes mayores de 18 años, de ambos sexos, ingresados
en las últimas 48 horas al Servicio de Cirugía del HIGA
Presidente Perón para una intervención quirúrgica
programada. Se excluyeron personas gestantes, pacientes
que no pudieran brindar la información necesaria, ya sea
por sí mismos o por un acompañante, y pacientes que
hayan requerido intervenciones quirúrgicas de urgencia, no
programadas. Todos los casos aceptaron participar del
estudio mediante un consentimiento informado.
La recolección de datos fue realizada por Licenciadas en
Nutrición de lunes a viernes durante los meses de junio y
julio del año 2023. Por un lado, se recogieron datos
descriptivos: sexo, edad, Servicio a cargo de la intervención
quirúrgica y tipo de cirugía. Por otro, para evaluar el riesgo
nutricional se utilizó la herramienta de screening nutricional
PONS. La misma analiza 4 criterios: Índice de Masa Corporal
(IMC), pérdida de peso involuntaria, disminución de la
ingesta alimentaria y albúmina sérica preoperatoria. Si al
menos uno de los cuatro criterios resulta alterado según
determinados límites preestablecidos, se considera al
paciente en riesgo nutricional (ver Tabla 1).
Para obtener el IMC, se midió el peso con una balanza digital
(+/- 100 gr) y la talla con un tallímetro portátil (+/- 1 mm). A
RESULTADOS
La muestra quedó conformada por 19 pacientes, de los cuales el
52,6% eran mujeres y el 47,4%, hombres. El 73% tenía entre 50
y 75 años, con una mediana de 54 años. El 57,9% de las cirugías
correspondieron al Servicio de Cirugía General, seguidas por el
Servicio de Cardiocirugía (31,6%) y Neurocirugía (10,5%).
La prevalencia de riesgo nutricional de toda la muestra fue del
57,9% (n=11), siendo el 73% mujeres. Al analizar por sexo, el
80% (n=8) de las mujeres se encontraban en riesgo y de los
hombres, el 33% (n=3). Al analizar por edad no se encontraron
asociaciones relevantes. Como se mencionó, la mayoría de los
pacientes estudiados fueron internados por el Servicio de
Cirugía General, allí el riesgo ascendió al 63% (n=7). En este
Servicio, el 73% de los actos quirúrgicos que iban a realizarse
implicaban alguna intervención en el tracto gastrointestinal,
como hemicolectomía o colecistectomía, por ejemplo. De las
personas que se iban a someter a estas cirugías, el 75% estaba
en riesgo nutricional.
En tanto a las variables que conforman la herramienta PONS
(IMC, pérdida de peso, ingesta alimentaria y albúmina sérica)
fue la ingesta alimentaria la más afectada (ver gráfico 1). Se
detectó una ingesta alimentaria inferior al 50% respecto al
consumo habitual en el 42% de los casos totales, en el 73% de
los pacientes en riesgo nutricional y en 1 de cada 2 de los
pacientes que se sometieron a cirugías que afectaban el tracto
gastrointestinal. Al analizar por sexo, la ingesta se encontró
disminuida en el 50% de las mujeres y en el 33% de los
hombres. El IMC, el peso y la albúmina sérica se encontraron
alterados en el 5,3%, 15,8% y 10,5% de las personas,
respectivamente. Finalmente, de los pacientes en riesgo
nutricional, el 73% del total de los casos tuvo únicamente 1
variable afectada, mientras que en el 27% restante se
encontraron como máximo 2.
Rs
DISCUSIÓN
Es conocida la importancia de determinar el estado nutricional
de los pacientes prequirúrgicos ya que son diversas las
complicaciones asociadas a la desnutrición en la evolución
después de la cirugía. Es por esto que el tamizaje corresponde a
una primera instancia del proceso de evaluación, debiendo
realizarse luego el diagnóstico del estado nutricional. En
nuestro estudio, si bien el N muestral es pequeño, se identificó
una prevalencia elevada de pacientes con riesgo nutricional
según PONS. Este valor es mayor al observado en un estudio
reciente de un hospital de la Provincia de Santa Fe que
encontró una prevalencia del 28% con la herramienta MUST
(Malnutrition Universal Screening Tool) (6). En un hospital de la
Provincia de Buenos Aires se detectó un valor similar (29,1%),
pero en este caso evaluaban población general, no únicamente
pacientes prequirúrgicos. El conocido estudio de alcance
nacional AANEP 14, halló un 48% de desnutrición en los
pacientes institucionalizados de Argentina (5). No se han
encontrado estudios en el país que hayan evaluado el riesgo
nutricional utilizando la herramienta PONS, posiblemente por
haber sido recientemente validada su utilización.
Fue llamativo al examinar por sexo que las mujeres se
encontraran más afectadas que los hombres, ya que
prácticamente todas ellas se encontraron en riesgo nutricional
y la mitad refirió haber disminuido su ingesta. De los hombres,
en cambio, solo un tercio de ellos se encontró en riesgo y/o
refirió cambios en su alimentación.
Con respecto a los diferentes servicios involucrados, la mayor
parte de la muestra corresponde a personas internadas por
cirugía general, por lo que los resultados obtenidos reflejan
principalmente el comportamiento de los pacientes de este
servicio, más que del resto.
En cuanto a los criterios para determinar el riesgo nutricional, la
variable que se encontró más frecuentemente afectada fue la
ingesta alimentaria. Entre los pacientes que se encontraban en
riesgo nutricional, la gran mayoría refirieron haberla disminuido
a menos del 50% respecto de lo habitual. Este hallazgo no
sorprende considerando que son personas que esperan por
una intervención quirúrgica y, menos aún, cuando la
enfermedad de base es alguna afectación del tracto
gastrointestinal. Esto hace pensar que es muy importante en
esta población analizar la cantidad de energía y nutrientes que
están ingiriendo previo a la cirugía, porque es de esperar que
sea deficiente.
En contraste a esto, sólo en 1 caso se encontró el IMC
disminuido, sin embargo, es conocido que este índice no es un
parámetro tan útil para detectar malnutrición. Resulta más
sensible evaluar la pérdida de peso involuntaria, que en este
estudio estuvo alterada en un quinto de los casos. Por otra
parte, es importante mencionar que PONS propone una
pérdida de peso “alterada” cuando la misma es mayor al 10%,
mientras que otras herramientas, como NRS 2002 o MUST,
cuando es mayor al 5%, es decir, que infieren el riesgo
nutricional aún más tempranamente.
Con respecto a la albúmina, resultó ser una limitación en
nuestra investigación debido a que no es incluida de manera
rutinaria en los estudios prequirúrgicos de los pacientes, salvo
en cirugías mayores. Muchos casos quedaron excluidos del
estudio por no contar con ese dato. Es por esto que se deberá
evaluar la posibilidad de aplicar la herramienta PONS según los
recursos que posea cada institución. Cabe destacar que la
albúmina fue incluida por las Guías ESPEN de cirugía del año
2021 como parámetro independiente para detectar riesgo de
desnutrición (9). La hipoalbuminemia resulta un claro factor de
riesgo quirúrgico en el período preoperatorio, incluso en
presencia de inflamación. En el postoperatorio refleja el
catabolismo asociado a la enfermedad y a la gravedad de la
misma más que a la desnutrición (13).
Teniendo en cuenta los alcances y límites de la herramienta de
screening utilizada y las características de nuestro hospital, es
posible considerar que la misma puede resultar de mayor
utilidad principalmente en aquellos pacientes con cirugías que
impliquen el tracto gastrointestinal, considerando que en ellos
es muy frecuente el impacto en la ingesta alimentaria y en el
peso. Finalmente, consideramos que en esta población el IMC
no suele encontrarse alterado y que la albúmina sérica no es un
dato que comúnmente se solicite en la instancia prequirúrgica.
partir de una anamnesis alimentaria, se obtuvo información
sobre las variables de disminución de la ingesta y pérdida de
peso. Para esta última, se tuvo en cuenta el peso habitual
referido por el paciente. El valor de albúmina se obtuvo
mediante la historia clínica o el sistema de laboratorio
Tharsis-It utilizado en el hospital. Se consideraron laboratorios
realizados dentro de los 3 meses previos a la cirugía. Los datos
recolectados fueron volcados sistemáticamente para su
análisis en una planilla de Microsoft Excel y se analizaron
mediante el programa IBM SPSS Statistics.
Tabla 1. Criterios para establecer riesgo nutricional según herramienta PONS
Fuente: Elaboración propia.
Gráfico 1: Frecuencia de variables alteradas (PONS) (n=19) Fuente: Elaboración propia
CONCLUSIÓN
En el HIGA Presidente Perón de Avellaneda, a partir del
presente estudio preliminar, la prevalencia de riesgo nutricional
en pacientes adultos prequirúrgicos arrojó un 57,9%, afectando
principalmente a mujeres. Identificar la desnutrición al ingreso
resulta fundamental en el ámbito hospitalario para evitar o
minimizar la evolución clínica de las complicaciones asociadas a
la enfermedad, mayores tiempos de estancia hospitalaria e
incremento del riesgo de mortalidad. Así mismo, la evaluación
del estado nutricional en el período perioperatorio cobra
importancia para conocer el estado nutricional e implementar
la mejor estrategia terapéutica previa a la cirugía. Es intención
de este equipo de trabajo continuar estudiando a dicha
población.
Las autoras no manifiestan conflictos de interés.
CRITERIO “ALTERADO”:
1. Índice de Masa Corporal (IMC) < 18,5 kg/m2 en pacientes ≤ 65 años o <20 kg/m2 en > de 65 años
2. Pérdida de peso involuntaria > 10% en los últimos 6 meses
3. Ingesta alimentaria < 50% de la habitual en la última semana
4. Albúmina sérica preoperatoria < 3,0 g/l