
INTRODUCCIÓN
Este artículo se enmarca en la descripción de la práctica de
cine comunitario (en adelante PCC) que se viene
desarrollando con las juventudes, desde el 2012, en
diferentes localidades del partido de La Matanza: San Justo,
Gregorio de Laferrere, Villa Celina, Ciudad Evita, Virrey del
Pino, Ramos Mejía, Villa Madero, González Catán, Lomas
del Mirador e Isidro Casanova, y que fue una iniciativa de la
RED de Salud Mental de La Matanza. Su objetivo es brindar
un dispositivo de abordaje en salud mental y consumo
problemático, desde la instrumentalización del cine
comunitario, para la producción de narrativas
despatologizadas en las prácticas asilares.
Ubicamos a la PCC como Buena Práctica en el sentido que lo
plantea Marcela Román “se constituyen en experiencias
significativas concretas que son el resultado de factores
personales e institucionales y que implican el conocimiento
de cómo hacer algo, al mismo tiempo que la capacidad para
llevarlo a cabo y lograr así los objetivos propuestos: Saber y
Saber Hacer; Conocimiento y habilidad para Actuar” (2, p. 10).
En el cortometraje “La intención de transmitir 2”, un grupo
de jóvenes construye un guion colectivo donde planifica un
“robo de abrazos en el barrio”. La demanda de abrazos
expresada por los jóvenes motivó repensar los abordajes
en salud mental y consumo problemático. Se incorporó así
la articulación con el arte como estrategia de producción de
salud, desde un enfoque de cuidado donde poner el valor al
protagonismo de las juventudes matanceras en plena
restitución de derechos en el ámbito de la salud. Este hecho
fundacional de la PCC interpela hasta el día hoy: promover
abordajes para que las voces de las juventudes matanceras
sean escuchadas-vistas desde una mirada sensible,
amorosa y de cuidado.
CONTEXTUALIZACIÓN DE LA PRÁCTICA DE CINE
COMUNITARIO EN LA MATANZA
La Secretaría de Salud del municipio de La Matanza y la
Subsecretaría de Salud Mental, Consumos Problemáticos y
las Violencias en el Ámbito de la Salud de la provincia de
Buenos Aires crean la RED de Salud Mental de La Matanza.
Así lo relata la Directora Asociada del Hospital en Red
Descentralizada de Salud Mental - Región Sanitaria XII,
Mariana Domínguez: “la RED de Salud Mental de La
Matanza comienza a gestarse en el año 2013 con la
ferviente convicción de llevar adelante en el territorio la
Ley de Salud Mental, y por el 2014 logramos el primer
acuerdo institucional entre provincia y municipio firmando
un convenio de colaboración para crear equipos integrados
e integrales en Unidades Sanitarias, Centros de Salud y
Hospitales” (3, p. 2).
La RED tomó las recomendaciones del Primer Encuentro
Provincial de Salud Mental y Adicciones (4) , donde se
destacan: deconstruir viejas concepciones arraigadas para
cambiar el paradigma vigente y así lograr la restitución de
derechos y la modificación de las prácticas en salud mental;
integrar recursos formales y no formales en los procesos de
salud/enfermedad/atención; promover abordajes
interdisciplinarios, grupales, familiares e institucionales en
la atención, promoción y prevención de la salud mental y
adicciones; fortalecer las políticas sobre la atención,
prevención y promoción de la salud mental de niños, niñas
y adolescentes en el marco de las leyes n.º 13.298 y n.º
26.657, y establecer dispositivos comunitarios que
respondan a las particularidades de cada región o barrio,
considerando las necesidades propias.
En el año 2012 la RED impulsa la Práctica de Cine
Comunitario con el objetivo de promover un dispositivo
comunitario de abordaje de la salud mental y el consumo
problemático desde el arte. El emergente situacional era la
dificultad de alojar a las juventudes con los abordajes
psicoterapéuticos. La PCC comenzó a realizar talleres en las
instituciones de salud del partido: Centro Integrado
Comunitario Las Antenas (L. del Mirador), Centro de Salud
Dr. Ignacio Ezcurra N°1 (G. Catán), Centro Integrado
Comunitario 2 de Abril (Villa Madero), Centro Comunitario
de Salud Mental (Ramos Mejía), Hospital Zonal General de
Agudos Dr. Alberto Balestrini (C. Evita), Centro Integrado
Comunitario Almafuerte (San Justo), Centro Cívico Dr.
Alberto Balestrini (Virrey del Pino), Sala de Salud Virrey del
Pino (Virrey del Pino), Centro de Salud Nº8 (Villa Celina),
Unidad Sanitaria Villa Rebasa (Ramos Mejía), Hospital
Interzonal General de Agudos Dr. Diego Paroissien (Isidro
Casanova) y Hospital del Niño de San Justo (San Justo). En
cada efector de salud fue necesario conformar equipos
En 2022 se realizó la presentación del Plan Provincial
Integral de Salud Mental 2022-2027, el cual introduce a la
Comunicación como uno de los Ejes Transversales. Aquí, el
proceso de la PCC encuentra sintonía con los objetivos que
se plantean: “a) desarrollar acciones a los fines de mitigar
el estigma vinculado a las personas usuarias de los
dispositivos de atención y cuidados en salud mental,
produciendo cambios en la forma de vinculación entre los
equipos de salud mental, las personas usuarias y la
comunidad y b) producir material de comunicación para
población general que favorezca la accesibilidad a los
dispositivos de atención y cuidados en salud mental y
consumos” (5, p.28).
La Productora Audiovisual Juvenil Matancera en Salud fue
también un actor fundamental en la creación de la Red de
Arte y Salud de La Matanza “La Cordonada5” en 2022,
declarada por el Concejo Deliberante de La Matanza, en
2023, de Interés Municipal.
TRAMA CONCEPTUAL QUE SUSTENTA LA
PRÁCTICA
• a) Salud mental comunitaria: Entendemos la
promoción de la salud mental comunitaria desde una
perspectiva de salud integral, en la cual se reconoce la
importancia de acciones de prevención y promoción
3 La Plata – Prov. Buenos Aires. 2012
4 Redes: IG @bardodelbueno.produ
5 Iniciativa desde el ámbito municipal de La Matanza: Secretaría Salud Pública, Secretaría General de Coordinación de Gestión e
Innovación, Secretaría de Ciencia, Tecnología y Políticas Educativas, Secretaría de Cultura y Educación, Secretaría de Juventudes, Secretaría
de Desarrollo Social, Subsecretaría General de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Secretaría de Hábitat, Secretaría de Mujeres, Políticas de
Género y Diversidades. Y desde la provincia de Buenos Aires, Subsecretaría de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias en el
Ámbito de la Salud.
Figura 1. Flyer de lanzamiento de la Productora Bardo del Bueno, 2021
Fuente: Equipo de Comunicación Bardo del Bueno.
interdisciplinarios con recursos municipales y provinciales.
Previo a cumplir 10 años de implementación de la PCC y en
contexto de pandemia COVID-19, se impulsa en 2021 la
Productora Audiovisual Juvenil Matancera en Salud “Bardo
del Bueno ”. A los actores estatales existentes se suma el
Programa Envión, dependiente a la Secretaría de
Desarrollo Social de La Matanza. Este último aportó becas
para los/as jóvenes con el propósito de acompañar su
participación en el espacio de la productora. Compartimos
una de las primeras piezas de difusión de la Productora
“Bardo del Bueno” (Figura 1).
desde el enfoque de APS integral a fin de reincorporar
la dimensión subjetiva, generalmente eludida en los
modelos de atención, humanizándola (6).
Consecuentemente, Emiliano Galende (7) entiende como
principio orientador de la salud mental comunitaria a la
organización de la vida de las personas, desde la premisa
de que la gente se enferma cuando la vida se les
desorganiza, y el curarse debe incluir varios aspectos: tener
trabajo, ingreso económico, familia, amigos, inserción
dentro de alguna relación social o algún dispositivo social.
Lo expresado por Galende nos permite comprender que la
complejidad que caracteriza a las problemáticas sociales
supera muchas veces los mandatos profesionales e
institucionales que generan procesos de estigmatización
que imposibilitan alojar los padecimientos (8). Del mismo
modo, los procesos discursivos de estigmatización y
exclusión de personas diagnosticadas con problemáticas
de salud mental o consumo problemático han tenido
consecuencias para las mismas, incidiendo en el
cumplimiento de sus derechos, específicamente el de la
atención en salud (9-10). De este modo es necesario que los
abordajes incluyan necesariamente un enfoque complejo e
integral.
• b) Problemáticas psicosociales: Abordar las
problemáticas psicosociales implica empezar a
construir con otros/as respuestas integrales. Para
Alfredo Carballeda (11) esto significa pasar de la lógica
de la detección de lo patológico o disfuncional hacia la
recuperación del sujeto social desde sus propias
capacidades y habilidades, orientando la intervención
hacia una lógica de reparación de lazos sociales. Según
Luciani Conde a los/as profesionales e instituciones les
es necesario instaurar una noción de salud mental
desde una cosmovisión decolonial y pluriverbal que
“(…) implique renunciar a estas tecnologías de no
existencia, para ubicar al buen vivir como horizonte
trascendental de las prácticas, como proyecto de lo
posible, como las vidas que merecen ser vividas
acordes a derechos humanos” (12, p. 124).
• c) Procesos creativos colectivos: La PCC incorpora al
cine (arte) dentro de los procesos de creación colectiva
(13) como una posibilidad de encontrarse con otros/as
para pensar-pensarse y construir futuros posibles a
abordar conjuntamente, conformando un lazo basado
en la solidaridad, compromiso con el otro/a y la
transformación de la propia realidad, generando
condiciones propicias para la toma de decisiones
autónomas y conjuntas sobre el propio proceso de
salud-enfermedad-cuidados.
Complementariamente, Pichon-Rivière entiende al artista
en el proceso creador “ (…) como toda persona de nuestro
tiempo, tiene que abordar los problemas que se le plantean
a cualquiera de sus semejantes, pero con la diferencia de
que él se anticipa y como ser anticipado se le adjudica un
rol de “agente de cambio”, situación que favorece el
desplazamiento sobre él de todos los resentimientos,
fracasos, miedos, sentimientos de soledad e incertidumbre
de los demás, como si él fuera el portavoz de todo lo
subyacente aún no emergido (…) Se asume como artista,
como líder del cambio, para sí y para los otros” (14; p.
25-26).
La Práctica de Cine Comunitario se enmarca en los artículos
Nº 2, 3 y 8 planteados en la Declaración de Lima sobre Arte,
Salud y Desarrollo (OPS – OMS) (15), donde explicita al arte
como herramienta promotora y reparadora de la salud que
promueve la reflexión y la proyección de nuevas realidades
que impulsan la creación y el sostenimiento de una
ciudadanía activa.
• d) Cine comunitario: La PCC se constituye en un
abordaje comunitario que promueve procesos
particulares y singulares donde es posible elaborar
estrategias que incluyen lo cultural para sostener,
ofertar y apostar a una inserción comunitaria, en el
marco del pleno ejercicio de los derechos de las
personas. El proceso creador es considerado como un
vehículo para crear y recrear nuevos modos de
transitar los padecimientos, despojados de
estigmatización. La estrategia de posicionarse como
agente de cambio y promoción de procesos de
transformación social se instala por medio de
aprehender la herramienta audiovisual. La posibilidad
de trascender implica cambios para sí, para otros/as y
su entorno, que aportan a la adaptación activa de la
realidad como escenario de la promoción de la salud.
Lo mencionado se complementa con el enfoque del cine
comunitario en tanto la potencialidad que brinda el
lenguaje audiovisual como lo expresa Alejo García “(…) el
objetivo es que (las juventudes) se puedan apropiar de la
herramienta y puedan contar su propia historia. Esa
posibilidad de decir de los pibes les permite liberar mucho
de lo que les pasa; y liberar significa que después no la
tenga que actuar haciendo otras cosas, haciendo cosas que
lo puedan poner en peligro; a veces la carga que tienen los
pibes, si no se puede expresar donde se tiene que expresar,
se termina expresando de otra manera que capaz los pone
en peligro 6 ”.
Así, la PCC se incorpora como una forma de restituir la
palabra, la dignidad y los derechos ciudadanos y humanos
en general (7), en contraposición con los discursos médicos
hegemónicos.
ESTRATEGIA DE INTERVENCIÓN
Nos resulta pertinente mencionar algunos tópicos que se
trabajaron con los equipos de salud, previamente al
momento de llevar adelante la práctica de cine comunitario.
Una característica troncal de la PCC fue pensarla como una
estrategia de intervención en salud mental y consumo
problemático para las juventudes dentro del ámbito de las
mismas instituciones de salud. Esto generó una
movilización interna en el personal de salud que tuvo como
correlato problematizar “la urgencia” y repensar el modelo
de psicopatologización.
El encuadre de trabajo permitió alojar la angustia que
manifestaban los/as profesionales y que se generaba por
trabajar todo el tiempo con “la muerte”. Esto implicó que se
retrabajaran los mandatos del modelo médico hegemónico
(16), como así también que se propiciara una lógica
diferente del obstáculo de la “subjetividad heroica”
planteada por Elena de la Aldea (17). Al mismo tiempo, puso
en juego una sinergia en función de un proyecto conjunto
que dio respuesta a los padecimientos que “hacían colapsar
el turnero”, lo que demandó una implicancia ética: “poner el
cuerpo” para generar espacios donde ese/a otro/a
adquiriera un rol de sujeto y no de objeto en los procesos
de salud de las juventudes.
De este modo, los/as profesionales incorporaron otras
formas de abordajes más relacionados con la construcción
de sentidos en las trayectorias singulares-grupales de las
personas con padecimientos, de ellos/as mismos/as y de las
instituciones de salud.
El proceso que lleva adelante la PCC busca recuperar al
sujeto social, desde la pedagogía de las ternuras y las
dignidades, en la dirección que lo plantea Aldea “La tarea
de cuidado con ellos (jóvenes) será facilitarles que nos
aporten lo que traen, lo que les heredamos, transformando
en alegría y confianza. Es dejarnos cuidar como adultos a
través de sus descubrimientos y firmezas. Permitir que
reinventen eso que ya no sabemos cómo hacer. Que nos
revitalicen en el espacio que abrimos en la sociedad, en
nuestros corazones, en nuestros pensamientos, renovados
por su presencia” (17, p.56).
En los talleres de cine comunitario se abordan, con las
juventudes matanceras, situaciones de sufrimiento
psíquico: autolesiones, intento de suicidio, noviazgos
violentos, VHI, conflicto con la ley penal juvenil, falta de
escolaridad, consumo problemático de sustancias
psicoactivas, violencia en el ámbito familiar, bullying, entre
otras. Los/as jóvenes que participan de la PCC luego son
invitados/as a formar parte de la Productora Bardo del
Bueno. También, tiene la particularidad de que las
juventudes invitan a familiares o amigos a participar del
dispositivo, sin que tengan alguna problemática de salud
mental o consumo problemático. Compartimos los
objetivos orientadores de nuestro trabajo:
• a) Objetivo General
Construir un espacio socio-comunitario de producción de
contenido audiovisual desde el ámbito de la salud pública
para jóvenes de La Matanza, en el marco del pleno ejercicio
de derechos.
•b) Objetivos Específicos
▪Promover espacios de aprendizaje, discusión y
formación audiovisual donde se pongan en juego
las capacidades, potencialidades y deseos de
los/as jóvenes.
▪Estimular la creatividad en la producción artística,
desde una mirada sentipensante que posibilite la
elaboración de proyectos de vida.
▪Producir material audiovisual que aborde las
problemáticas de los/as jóvenes desde sus propias
realidades.
▪Propiciar con los/as jóvenes, familias y la
comunidad barrial espacios comunitarios de
reflexión, participación, debate y análisis de todo
lo vinculado al pleno ejercicio de los derechos de
soberanía audiovisual.
▪Fortalecer la articulación Estado-Sociedad Civil,
con las organizaciones comunitarias, a fin de
trabajar en forma conjunta la problematización y
visibilización de las situaciones de los/as jóvenes.
ENFOQUE METODOLÓGICO
La propuesta metodológica que organiza la PCC contiene
cinco ejes: 1) conformación del grupo; 2) apropiación de la
herramienta; 3) construcción del guion colectivo; 4)
producción del cortometraje, y 5) presentación de la obra.
Estos ejes se dan independientemente del tiempo de
duración del taller. La implementación no conforma una
estructura rígida de funcionamiento, sino que, por el
contrario, se van retroalimentando permanentemente en
todo el proceso grupal de creación colectiva.
En la actualidad, la Productora Audiovisual Juvenil
Matancera en Salud “Bardo del Bueno” lleva adelante tres
Ejes Programáticos: intervenciones barriales de talleres de
cine comunitario que se denominan Entramados, espacios
de Asambleas mensuales donde se planifica la agenda de
trabajo, y Presentaciones en los distintos eventos
municipales, provinciales y nacionales. En este aspecto,
mencionamos que la Productora Bardo del Bueno viene
participando desde el 2022 en el Congreso Provincial de
Salud (COSAPRO) (Figura 2). La participación en este
evento provincial es una forma de habitar espacios de
salud con el objetivo de visibilizar las miradas-voces de las
juventudes matanceras.
Buenas Prácticas BP
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES