De lo siniestro a lo maravilloso: narrativas juveniles en tiempo de descuidos.
Práctica de Cine Comunitario en el partido de La Matanza, Buenos Aires,
Argentina, 2012-2024
From the sinister to the marvelous: youth narratives in times of negligence. Community
Cinema Practice in La Matanza district, Buenos Aires, Argentina, 2012-2024
Recibido:7 de enero 2025.Aceptado:24 de febrero 2025.Aprobado:14 de junio 2025. Publicado:30 de junio 2025.
Au Martín Elsesser 1, 2 Magister en Salud Mental Comunitaria
Victoria Panelo 3 Licenciada en Trabajo Social
Hernán Sandoval 3 Profesor de Ciencia Política
Julio Arriola 4 Licenciado en Psicología
Tomás Raskin 4 Profesor de Arte con orientación en teatro
1 Subsecretaría de Salud Mental y Consumos Problemáticos, Ministerio de
Salud de la provincia de Buenos Aires, Argentina
2 Cine Comunitario y Productora audiovisual juvenil matancera en salud
“Bardo del Bueno, La Matanza, Región Sanitaria XII, Argentina
3 Secretaría de Desarrollo Social, Municipio de La Matanza, Argentina
4 Secretaría de Salud, Municipio de La Matanza, Argentina
martinelsesser@hotmail.com
En 2012 surge la Práctica de Cine Comunitario (PCC) en el partido de La Matanza, provincia de Buenos Aires, buscando instalarse como una estrategia de
abordaje en el campo de la salud mental desde el ámbito del Estado. En 2021 nace la Productora Audiovisual Juvenil Matancera en Salud “Bardo del Bueno,
como un nuevo acercamiento que permitió sumar a más actores del territorio.
La Práctica de Cine Comunitario se nutre de una trama conceptual de la Psicología Social Latinoamericana, la promoción-prevención de la salud mental
comunitaria, materializada en la comunicación audiovisual comunitaria. Con un encuadre de taller de cine comunitario propone aprehender el uso de la
herramienta audiovisual y fomentar la idea de grupalidad centrada en tarea.
Frente a un acontecer de una sociedad mercantilizada, que tiene como correlato el de la medicalización de la vida cotidiana, la práctica de cine comunitario
impulsa la generación de prácticas subjetivantes que recuperen el sentir, el pensar y el hacer desde una mirada de las personas con padecimientos en el
territorio y situadas en “un estar-siendo. Así, el desafío es generar y producir contenidos en salud que instalen otras narrativas despatologizadas desde
los mismos protagonistas, para gestar procesos de salud que inviten a desnaturalizar e interpelar mitos, como así pensar y planificar acciones de políticas
públicas en la provincia de Buenos Aires.
La PCC permitió observar cómo transitan las juventudes matanceras el pasaje de lo “siniestro a lo maravilloso”, desde las ternuras y las dignidades,
creando procesos de transformación y adaptación activa a la realidad en contextos de descuido.
Palabras clave: Participación de la comunidad; Política Pública; Adolescente; Intervención Psicosocial
Rs RESUMEN
In 2012, the Community Cinema Practice (PCC) emerged in the district of La Matanza, Buenos Aires province, aiming to establish itself as a strategy for
addressing mental health within the framework of the State. In 2021, the Youth Audiovisual Production Company “Bardo del Bueno” was created as a new
approach that allowed more local actors to join.
The Community Cinema Practice is rooted in the conceptual framework of Latin American Social Psychology, promoting and preventing community
mental health through community audiovisual communication. With a community cinema workshop structure, it seeks to teach the use of audiovisual
tools and foster a sense of group work focused on a shared task.
In a commodified society, which often correlates with the medicalization of everyday life, the community cinema practice promotes subjective practices
that recover feeling, thinking, and doing from the perspective of individuals experiencing challenges, situated in “being-becoming.” Thus, the challenge
lies in generating and producing health-related content that establishes alternative, de-pathologized narratives created by the protagonists themselves.
This approach aims to foster health processes that question myths, encouraging the planning of public policy actions in Buenos Aires province.
The PCC has demonstrated how young people from La Matanza navigate the transition from the "sinister to the marvelous," embracing tenderness and
dignity while creating processes of transformation and active adaptation to reality in contexts of neglect.
Keywords: Community Participation; Public Policy; Adolescent; Psychosocial Intervention
Ab ABSTRACT
Buenas Prácticas BP
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Investigaciones o intervenciones en salud con resultados beneficiosos para la comunidad
INTRODUCCIÓN
Este artículo se enmarca en la descripción de la práctica de
cine comunitario (en adelante PCC) que se viene
desarrollando con las juventudes, desde el 2012, en
diferentes localidades del partido de La Matanza: San Justo,
Gregorio de Laferrere, Villa Celina, Ciudad Evita, Virrey del
Pino, Ramos Mejía, Villa Madero, González Catán, Lomas
del Mirador e Isidro Casanova, y que fue una iniciativa de la
RED de Salud Mental de La Matanza. Su objetivo es brindar
un dispositivo de abordaje en salud mental y consumo
problemático, desde la instrumentalización del cine
comunitario, para la producción de narrativas
despatologizadas en las prácticas asilares.
Ubicamos a la PCC como Buena Práctica en el sentido que lo
plantea Marcela Román “se constituyen en experiencias
significativas concretas que son el resultado de factores
personales e institucionales y que implican el conocimiento
de cómo hacer algo, al mismo tiempo que la capacidad para
llevarlo a cabo y lograr así los objetivos propuestos: Saber y
Saber Hacer; Conocimiento y habilidad para Actuar” (2, p. 10).
En el cortometraje “La intención de transmitir 2, un grupo
de jóvenes construye un guion colectivo donde planifica un
“robo de abrazos en el barrio. La demanda de abrazos
expresada por los jóvenes motivó repensar los abordajes
en salud mental y consumo problemático. Se incorporó así
la articulación con el arte como estrategia de producción de
salud, desde un enfoque de cuidado donde poner el valor al
protagonismo de las juventudes matanceras en plena
restitución de derechos en el ámbito de la salud. Este hecho
fundacional de la PCC interpela hasta el día hoy: promover
abordajes para que las voces de las juventudes matanceras
sean escuchadas-vistas desde una mirada sensible,
amorosa y de cuidado.
CONTEXTUALIZACIÓN DE LA PRÁCTICA DE CINE
COMUNITARIO EN LA MATANZA
La Secretaría de Salud del municipio de La Matanza y la
Subsecretaría de Salud Mental, Consumos Problemáticos y
las Violencias en el Ámbito de la Salud de la provincia de
Buenos Aires crean la RED de Salud Mental de La Matanza.
Así lo relata la Directora Asociada del Hospital en Red
Descentralizada de Salud Mental - Región Sanitaria XII,
Mariana Domínguez: “la RED de Salud Mental de La
Matanza comienza a gestarse en el año 2013 con la
ferviente convicción de llevar adelante en el territorio la
Ley de Salud Mental, y por el 2014 logramos el primer
acuerdo institucional entre provincia y municipio firmando
un convenio de colaboración para crear equipos integrados
e integrales en Unidades Sanitarias, Centros de Salud y
Hospitales” (3, p. 2).
La RED tomó las recomendaciones del Primer Encuentro
Provincial de Salud Mental y Adicciones (4) , donde se
destacan: deconstruir viejas concepciones arraigadas para
cambiar el paradigma vigente y así lograr la restitución de
derechos y la modificación de las prácticas en salud mental;
integrar recursos formales y no formales en los procesos de
salud/enfermedad/atención; promover abordajes
interdisciplinarios, grupales, familiares e institucionales en
la atención, promoción y prevención de la salud mental y
adicciones; fortalecer las políticas sobre la atención,
prevención y promoción de la salud mental de niños, niñas
y adolescentes en el marco de las leyes n.º 13.298 y n.º
26.657, y establecer dispositivos comunitarios que
respondan a las particularidades de cada región o barrio,
considerando las necesidades propias.
En el año 2012 la RED impulsa la Práctica de Cine
Comunitario con el objetivo de promover un dispositivo
comunitario de abordaje de la salud mental y el consumo
problemático desde el arte. El emergente situacional era la
dificultad de alojar a las juventudes con los abordajes
psicoterapéuticos. La PCC comenzó a realizar talleres en las
instituciones de salud del partido: Centro Integrado
Comunitario Las Antenas (L. del Mirador), Centro de Salud
Dr. Ignacio Ezcurra N°1 (G. Catán), Centro Integrado
Comunitario 2 de Abril (Villa Madero), Centro Comunitario
de Salud Mental (Ramos Mejía), Hospital Zonal General de
Agudos Dr. Alberto Balestrini (C. Evita), Centro Integrado
Comunitario Almafuerte (San Justo), Centro Cívico Dr.
Alberto Balestrini (Virrey del Pino), Sala de Salud Virrey del
Pino (Virrey del Pino), Centro de Salud Nº8 (Villa Celina),
Unidad Sanitaria Villa Rebasa (Ramos Mejía), Hospital
Interzonal General de Agudos Dr. Diego Paroissien (Isidro
Casanova) y Hospital del Niño de San Justo (San Justo). En
cada efector de salud fue necesario conformar equipos
In
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1 Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=wPw_b-xy_ZY
2 G. Laferrere. La Matanza. 2012. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=c99M0PBFn98
interdisciplinarios con recursos municipales y provinciales.
Previo a cumplir 10 años de implementación de la PCC y en
contexto de pandemia COVID-19, se impulsa en 2021 la
Productora Audiovisual Juvenil Matancera en Salud “Bardo
del Bueno ”. A los actores estatales existentes se suma el
Programa Envión, dependiente a la Secretaría de
Desarrollo Social de La Matanza. Este último aportó becas
para los/as venes con el propósito de acompañar su
participación en el espacio de la productora. Compartimos
una de las primeras piezas de difusión de la Productora
“Bardo del Bueno” (Figura 1).
“Me levanto temprano,
cero ganas de estar en casa mi vieja anda a los gritos,
qué mierda le pasa papá perdido en su mundo,
quién lo diría podría desaparecer y él no lo notaría.
Las palabras de mi vieja son duras, exigen firmeza y
respeto reclama,
conmigo pierde la cordura mamá te quiero,
pero la estoy pasando mal por favor respóndeme,
por qué mierda no puedo ser normal”.
Rap cortometraje “Historias Cruzadas1
“Los adolescentes son molestos
porque nos muestran el sinsentido
de la vida que les ofrecemos”.
Alan Robinson “Actuar como loco” (1)
Buenas Prácticas BP
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
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INTRODUCCIÓN
Este artículo se enmarca en la descripción de la práctica de
cine comunitario (en adelante PCC) que se viene
desarrollando con las juventudes, desde el 2012, en
diferentes localidades del partido de La Matanza: San Justo,
Gregorio de Laferrere, Villa Celina, Ciudad Evita, Virrey del
Pino, Ramos Mejía, Villa Madero, González Catán, Lomas
del Mirador e Isidro Casanova, y que fue una iniciativa de la
RED de Salud Mental de La Matanza. Su objetivo es brindar
un dispositivo de abordaje en salud mental y consumo
problemático, desde la instrumentalización del cine
comunitario, para la producción de narrativas
despatologizadas en las prácticas asilares.
Ubicamos a la PCC como Buena Práctica en el sentido que lo
plantea Marcela Román “se constituyen en experiencias
significativas concretas que son el resultado de factores
personales e institucionales y que implican el conocimiento
de cómo hacer algo, al mismo tiempo que la capacidad para
llevarlo a cabo y lograr así los objetivos propuestos: Saber y
Saber Hacer; Conocimiento y habilidad para Actuar” (2, p. 10).
En el cortometraje “La intención de transmitir 2, un grupo
de jóvenes construye un guion colectivo donde planifica un
“robo de abrazos en el barrio”. La demanda de abrazos
expresada por los jóvenes motivó repensar los abordajes
en salud mental y consumo problemático. Se incorporó así
la articulación con el arte como estrategia de producción de
salud, desde un enfoque de cuidado donde poner el valor al
protagonismo de las juventudes matanceras en plena
restitución de derechos en el ámbito de la salud. Este hecho
fundacional de la PCC interpela hasta el día hoy: promover
abordajes para que las voces de las juventudes matanceras
sean escuchadas-vistas desde una mirada sensible,
amorosa y de cuidado.
CONTEXTUALIZACIÓN DE LA PRÁCTICA DE CINE
COMUNITARIO EN LA MATANZA
La Secretaría de Salud del municipio de La Matanza y la
Subsecretaría de Salud Mental, Consumos Problemáticos y
las Violencias en el Ámbito de la Salud de la provincia de
Buenos Aires crean la RED de Salud Mental de La Matanza.
Así lo relata la Directora Asociada del Hospital en Red
Descentralizada de Salud Mental - Región Sanitaria XII,
Mariana Domínguez: “la RED de Salud Mental de La
Matanza comienza a gestarse en el año 2013 con la
ferviente convicción de llevar adelante en el territorio la
Ley de Salud Mental, y por el 2014 logramos el primer
acuerdo institucional entre provincia y municipio firmando
un convenio de colaboración para crear equipos integrados
e integrales en Unidades Sanitarias, Centros de Salud y
Hospitales” (3, p. 2).
La RED tomó las recomendaciones del Primer Encuentro
Provincial de Salud Mental y Adicciones (4) , donde se
destacan: deconstruir viejas concepciones arraigadas para
cambiar el paradigma vigente y así lograr la restitución de
derechos y la modificación de las prácticas en salud mental;
integrar recursos formales y no formales en los procesos de
salud/enfermedad/atención; promover abordajes
interdisciplinarios, grupales, familiares e institucionales en
la atención, promoción y prevención de la salud mental y
adicciones; fortalecer las políticas sobre la atención,
prevención y promoción de la salud mental de niños, niñas
y adolescentes en el marco de las leyes n.º 13.298 y n.º
26.657, y establecer dispositivos comunitarios que
respondan a las particularidades de cada región o barrio,
considerando las necesidades propias.
En el año 2012 la RED impulsa la Práctica de Cine
Comunitario con el objetivo de promover un dispositivo
comunitario de abordaje de la salud mental y el consumo
problemático desde el arte. El emergente situacional era la
dificultad de alojar a las juventudes con los abordajes
psicoterapéuticos. La PCC comenzó a realizar talleres en las
instituciones de salud del partido: Centro Integrado
Comunitario Las Antenas (L. del Mirador), Centro de Salud
Dr. Ignacio Ezcurra N°1 (G. Catán), Centro Integrado
Comunitario 2 de Abril (Villa Madero), Centro Comunitario
de Salud Mental (Ramos Mejía), Hospital Zonal General de
Agudos Dr. Alberto Balestrini (C. Evita), Centro Integrado
Comunitario Almafuerte (San Justo), Centro Cívico Dr.
Alberto Balestrini (Virrey del Pino), Sala de Salud Virrey del
Pino (Virrey del Pino), Centro de Salud Nº8 (Villa Celina),
Unidad Sanitaria Villa Rebasa (Ramos Mejía), Hospital
Interzonal General de Agudos Dr. Diego Paroissien (Isidro
Casanova) y Hospital del Niño de San Justo (San Justo). En
cada efector de salud fue necesario conformar equipos
En 2022 se realizó la presentación del Plan Provincial
Integral de Salud Mental 2022-2027, el cual introduce a la
Comunicación como uno de los Ejes Transversales. Aquí, el
proceso de la PCC encuentra sintonía con los objetivos que
se plantean: “a) desarrollar acciones a los fines de mitigar
el estigma vinculado a las personas usuarias de los
dispositivos de atención y cuidados en salud mental,
produciendo cambios en la forma de vinculación entre los
equipos de salud mental, las personas usuarias y la
comunidad y b) producir material de comunicación para
población general que favorezca la accesibilidad a los
dispositivos de atención y cuidados en salud mental y
consumos” (5, p.28).
La Productora Audiovisual Juvenil Matancera en Salud fue
también un actor fundamental en la creación de la Red de
Arte y Salud de La Matanza “La Cordonada5” en 2022,
declarada por el Concejo Deliberante de La Matanza, en
2023, de Interés Municipal.
TRAMA CONCEPTUAL QUE SUSTENTA LA
PRÁCTICA
a) Salud mental comunitaria: Entendemos la
promoción de la salud mental comunitaria desde una
perspectiva de salud integral, en la cual se reconoce la
importancia de acciones de prevención y promoción
3 La Plata – Prov. Buenos Aires. 2012
4 Redes: IG @bardodelbueno.produ
5 Iniciativa desde el ámbito municipal de La Matanza: Secretaría Salud Pública, Secretaría General de Coordinación de Gestión e
Innovación, Secretaría de Ciencia, Tecnología y Políticas Educativas, Secretaría de Cultura y Educación, Secretaría de Juventudes, Secretaría
de Desarrollo Social, Subsecretaría General de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Secretaría de Hábitat, Secretaría de Mujeres, Políticas de
Género y Diversidades. Y desde la provincia de Buenos Aires, Subsecretaría de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias en el
Ámbito de la Salud.
Figura 1. Flyer de lanzamiento de la Productora Bardo del Bueno, 2021
Fuente: Equipo de Comunicación Bardo del Bueno.
interdisciplinarios con recursos municipales y provinciales.
Previo a cumplir 10 años de implementación de la PCC y en
contexto de pandemia COVID-19, se impulsa en 2021 la
Productora Audiovisual Juvenil Matancera en Salud “Bardo
del Bueno ”. A los actores estatales existentes se suma el
Programa Envión, dependiente a la Secretaría de
Desarrollo Social de La Matanza. Este último aportó becas
para los/as jóvenes con el propósito de acompañar su
participación en el espacio de la productora. Compartimos
una de las primeras piezas de difusión de la Productora
“Bardo del Bueno” (Figura 1).
desde el enfoque de APS integral a fin de reincorporar
la dimensión subjetiva, generalmente eludida en los
modelos de atención, humanizándola (6).
Consecuentemente, Emiliano Galende (7) entiende como
principio orientador de la salud mental comunitaria a la
organización de la vida de las personas, desde la premisa
de que la gente se enferma cuando la vida se les
desorganiza, y el curarse debe incluir varios aspectos: tener
trabajo, ingreso económico, familia, amigos, inserción
dentro de alguna relación social o algún dispositivo social.
Lo expresado por Galende nos permite comprender que la
complejidad que caracteriza a las problemáticas sociales
supera muchas veces los mandatos profesionales e
institucionales que generan procesos de estigmatización
que imposibilitan alojar los padecimientos (8). Del mismo
modo, los procesos discursivos de estigmatización y
exclusión de personas diagnosticadas con problemáticas
de salud mental o consumo problemático han tenido
consecuencias para las mismas, incidiendo en el
cumplimiento de sus derechos, específicamente el de la
atención en salud (9-10). De este modo es necesario que los
abordajes incluyan necesariamente un enfoque complejo e
integral.
b) Problemáticas psicosociales: Abordar las
problemáticas psicosociales implica empezar a
construir con otros/as respuestas integrales. Para
Alfredo Carballeda (11) esto significa pasar de la gica
de la detección de lo patológico o disfuncional hacia la
recuperación del sujeto social desde sus propias
capacidades y habilidades, orientando la intervención
hacia una gica de reparación de lazos sociales. Según
Luciani Conde a los/as profesionales e instituciones les
es necesario instaurar una noción de salud mental
desde una cosmovisión decolonial y pluriverbal que
(…) implique renunciar a estas tecnologías de no
existencia, para ubicar al buen vivir como horizonte
trascendental de las prácticas, como proyecto de lo
posible, como las vidas que merecen ser vividas
acordes a derechos humanos” (12, p. 124).
c) Procesos creativos colectivos: La PCC incorpora al
cine (arte) dentro de los procesos de creación colectiva
(13) como una posibilidad de encontrarse con otros/as
para pensar-pensarse y construir futuros posibles a
abordar conjuntamente, conformando un lazo basado
en la solidaridad, compromiso con el otro/a y la
transformación de la propia realidad, generando
condiciones propicias para la toma de decisiones
autónomas y conjuntas sobre el propio proceso de
salud-enfermedad-cuidados.
Complementariamente, Pichon-Rivière entiende al artista
en el proceso creador (…) como toda persona de nuestro
tiempo, tiene que abordar los problemas que se le plantean
a cualquiera de sus semejantes, pero con la diferencia de
que él se anticipa y como ser anticipado se le adjudica un
rol de “agente de cambio, situación que favorece el
desplazamiento sobre él de todos los resentimientos,
fracasos, miedos, sentimientos de soledad e incertidumbre
de los demás, como si él fuera el portavoz de todo lo
subyacente aún no emergido (…) Se asume como artista,
como líder del cambio, para y para los otros(14; p.
25-26).
La Práctica de Cine Comunitario se enmarca en los artículos
Nº 2, 3 y 8 planteados en la Declaración de Lima sobre Arte,
Salud y Desarrollo (OPS – OMS) (15), donde explicita al arte
como herramienta promotora y reparadora de la salud que
promueve la reflexión y la proyección de nuevas realidades
que impulsan la creación y el sostenimiento de una
ciudadanía activa.
d) Cine comunitario: La PCC se constituye en un
abordaje comunitario que promueve procesos
particulares y singulares donde es posible elaborar
estrategias que incluyen lo cultural para sostener,
ofertar y apostar a una inserción comunitaria, en el
marco del pleno ejercicio de los derechos de las
personas. El proceso creador es considerado como un
vehículo para crear y recrear nuevos modos de
transitar los padecimientos, despojados de
estigmatización. La estrategia de posicionarse como
agente de cambio y promoción de procesos de
transformación social se instala por medio de
aprehender la herramienta audiovisual. La posibilidad
de trascender implica cambios para sí, para otros/as y
su entorno, que aportan a la adaptación activa de la
realidad como escenario de la promoción de la salud.
Lo mencionado se complementa con el enfoque del cine
comunitario en tanto la potencialidad que brinda el
lenguaje audiovisual como lo expresa Alejo García(…) el
objetivo es que (las juventudes) se puedan apropiar de la
herramienta y puedan contar su propia historia. Esa
posibilidad de decir de los pibes les permite liberar mucho
de lo que les pasa; y liberar significa que después no la
tenga que actuar haciendo otras cosas, haciendo cosas que
lo puedan poner en peligro; a veces la carga que tienen los
pibes, si no se puede expresar donde se tiene que expresar,
se termina expresando de otra manera que capaz los pone
en peligro 6 ”.
Así, la PCC se incorpora como una forma de restituir la
palabra, la dignidad y los derechos ciudadanos y humanos
en general (7), en contraposición con los discursos médicos
hegemónicos.
ESTRATEGIA DE INTERVENCIÓN
Nos resulta pertinente mencionar algunos tópicos que se
trabajaron con los equipos de salud, previamente al
momento de llevar adelante la práctica de cine comunitario.
Una característica troncal de la PCC fue pensarla como una
estrategia de intervención en salud mental y consumo
problemático para las juventudes dentro del ámbito de las
mismas instituciones de salud. Esto generó una
movilización interna en el personal de salud que tuvo como
correlato problematizar “la urgencia” y repensar el modelo
de psicopatologización.
El encuadre de trabajo permitalojar la angustia que
manifestaban los/as profesionales y que se generaba por
trabajar todo el tiempo con “la muerte. Esto implicó que se
retrabajaran los mandatos del modelo médico hegemónico
(16), como así también que se propiciara unagica
diferente del obstáculo de la subjetividad heroica
planteada por Elena de la Aldea (17). Al mismo tiempo, puso
en juego una sinergia en función de un proyecto conjunto
que dio respuesta a los padecimientos que “hacían colapsar
el turnero, lo que demandó una implicancia ética: “poner el
cuerpo” para generar espacios donde ese/a otro/a
adquiriera un rol de sujeto y no de objeto en los procesos
de salud de las juventudes.
De este modo, los/as profesionales incorporaron otras
formas de abordajes más relacionados con la construcción
de sentidos en las trayectorias singulares-grupales de las
personas con padecimientos, de ellos/as mismos/as y de las
instituciones de salud.
El proceso que lleva adelante la PCC busca recuperar al
sujeto social, desde la pedagogía de las ternuras y las
dignidades, en la dirección que lo plantea Aldea “La tarea
de cuidado con ellos (venes) será facilitarles que nos
aporten lo que traen, lo que les heredamos, transformando
en alegría y confianza. Es dejarnos cuidar como adultos a
través de sus descubrimientos y firmezas. Permitir que
reinventen eso que ya no sabemos cómo hacer. Que nos
revitalicen en el espacio que abrimos en la sociedad, en
nuestros corazones, en nuestros pensamientos, renovados
por su presencia” (17, p.56).
En los talleres de cine comunitario se abordan, con las
juventudes matanceras, situaciones de sufrimiento
psíquico: autolesiones, intento de suicidio, noviazgos
violentos, VHI, conflicto con la ley penal juvenil, falta de
escolaridad, consumo problemático de sustancias
psicoactivas, violencia en el ámbito familiar, bullying, entre
otras. Los/as jóvenes que participan de la PCC luego son
invitados/as a formar parte de la Productora Bardo del
Bueno. También, tiene la particularidad de que las
juventudes invitan a familiares o amigos a participar del
dispositivo, sin que tengan alguna problemática de salud
mental o consumo problemático. Compartimos los
objetivos orientadores de nuestro trabajo:
a) Objetivo General
Construir un espacio socio-comunitario de producción de
contenido audiovisual desde el ámbito de la salud pública
para venes de La Matanza, en el marco del pleno ejercicio
de derechos.
b) Objetivos Específicos
Promover espacios de aprendizaje, discusión y
formación audiovisual donde se pongan en juego
las capacidades, potencialidades y deseos de
los/as jóvenes.
Estimular la creatividad en la producción artística,
desde una mirada sentipensante que posibilite la
elaboración de proyectos de vida.
Producir material audiovisual que aborde las
problemáticas de los/as jóvenes desde sus propias
realidades.
Propiciar con los/as venes, familias y la
comunidad barrial espacios comunitarios de
reflexión, participación, debate y análisis de todo
lo vinculado al pleno ejercicio de los derechos de
soberanía audiovisual.
Fortalecer la articulación Estado-Sociedad Civil,
con las organizaciones comunitarias, a fin de
trabajar en forma conjunta la problematización y
visibilización de las situaciones de los/as jóvenes.
ENFOQUE METODOLÓGICO
La propuesta metodológica que organiza la PCC contiene
cinco ejes: 1) conformación del grupo; 2) apropiación de la
herramienta; 3) construcción del guion colectivo; 4)
producción del cortometraje, y 5) presentación de la obra.
Estos ejes se dan independientemente del tiempo de
duración del taller. La implementación no conforma una
estructura rígida de funcionamiento, sino que, por el
contrario, se van retroalimentando permanentemente en
todo el proceso grupal de creación colectiva.
En la actualidad, la Productora Audiovisual Juvenil
Matancera en Salud “Bardo del Bueno” lleva adelante tres
Ejes Programáticos: intervenciones barriales de talleres de
cine comunitario que se denominan Entramados, espacios
de Asambleas mensuales donde se planifica la agenda de
trabajo, y Presentaciones en los distintos eventos
municipales, provinciales y nacionales. En este aspecto,
mencionamos que la Productora Bardo del Bueno viene
participando desde el 2022 en el Congreso Provincial de
Salud (COSAPRO) (Figura 2). La participación en este
evento provincial es una forma de habitar espacios de
salud con el objetivo de visibilizar las miradas-voces de las
juventudes matanceras.
Buenas Prácticas BP
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
En 2022 se realizó la presentación del Plan Provincial
Integral de Salud Mental 2022-2027, el cual introduce a la
Comunicación como uno de los Ejes Transversales. Aquí, el
proceso de la PCC encuentra sintonía con los objetivos que
se plantean: “a) desarrollar acciones a los fines de mitigar
el estigma vinculado a las personas usuarias de los
dispositivos de atención y cuidados en salud mental,
produciendo cambios en la forma de vinculación entre los
equipos de salud mental, las personas usuarias y la
comunidad y b) producir material de comunicación para
población general que favorezca la accesibilidad a los
dispositivos de atención y cuidados en salud mental y
consumos” (5, p.28).
La Productora Audiovisual Juvenil Matancera en Salud fue
también un actor fundamental en la creación de la Red de
Arte y Salud de La Matanza “La Cordonada5” en 2022,
declarada por el Concejo Deliberante de La Matanza, en
2023, de Interés Municipal.
TRAMA CONCEPTUAL QUE SUSTENTA LA
PRÁCTICA
a) Salud mental comunitaria: Entendemos la
promoción de la salud mental comunitaria desde una
perspectiva de salud integral, en la cual se reconoce la
importancia de acciones de prevención y promoción
6 Canal Encuentro. Buenos Aires. 2014. Disponible en: https://youtu.be/2GuuXXdhFaE
desde el enfoque de APS integral a fin de reincorporar
la dimensión subjetiva, generalmente eludida en los
modelos de atención, humanizándola (6).
Consecuentemente, Emiliano Galende (7) entiende como
principio orientador de la salud mental comunitaria a la
organización de la vida de las personas, desde la premisa
de que la gente se enferma cuando la vida se les
desorganiza, y el curarse debe incluir varios aspectos: tener
trabajo, ingreso económico, familia, amigos, inserción
dentro de alguna relación social o algún dispositivo social.
Lo expresado por Galende nos permite comprender que la
complejidad que caracteriza a las problemáticas sociales
supera muchas veces los mandatos profesionales e
institucionales que generan procesos de estigmatización
que imposibilitan alojar los padecimientos (8). Del mismo
modo, los procesos discursivos de estigmatización y
exclusión de personas diagnosticadas con problemáticas
de salud mental o consumo problemático han tenido
consecuencias para las mismas, incidiendo en el
cumplimiento de sus derechos, específicamente el de la
atención en salud (9-10). De este modo es necesario que los
abordajes incluyan necesariamente un enfoque complejo e
integral.
b) Problemáticas psicosociales: Abordar las
problemáticas psicosociales implica empezar a
construir con otros/as respuestas integrales. Para
Alfredo Carballeda (11) esto significa pasar de la lógica
de la detección de lo patológico o disfuncional hacia la
recuperación del sujeto social desde sus propias
capacidades y habilidades, orientando la intervención
hacia una lógica de reparación de lazos sociales. Según
Luciani Conde a los/as profesionales e instituciones les
es necesario instaurar una noción de salud mental
desde una cosmovisión decolonial y pluriverbal que
“(…) implique renunciar a estas tecnologías de no
existencia, para ubicar al buen vivir como horizonte
trascendental de las prácticas, como proyecto de lo
posible, como las vidas que merecen ser vividas
acordes a derechos humanos” (12, p. 124).
c) Procesos creativos colectivos: La PCC incorpora al
cine (arte) dentro de los procesos de creación colectiva
(13) como una posibilidad de encontrarse con otros/as
para pensar-pensarse y construir futuros posibles a
abordar conjuntamente, conformando un lazo basado
en la solidaridad, compromiso con el otro/a y la
transformación de la propia realidad, generando
condiciones propicias para la toma de decisiones
autónomas y conjuntas sobre el propio proceso de
salud-enfermedad-cuidados.
Complementariamente, Pichon-Rivière entiende al artista
en el proceso creador “ (…) como toda persona de nuestro
tiempo, tiene que abordar los problemas que se le plantean
a cualquiera de sus semejantes, pero con la diferencia de
que él se anticipa y como ser anticipado se le adjudica un
rol de “agente de cambio, situación que favorece el
desplazamiento sobre él de todos los resentimientos,
fracasos, miedos, sentimientos de soledad e incertidumbre
de los demás, como si él fuera el portavoz de todo lo
subyacente aún no emergido (…) Se asume como artista,
como líder del cambio, para sí y para los otros” (14; p.
25-26).
La Práctica de Cine Comunitario se enmarca en los artículos
Nº 2, 3 y 8 planteados en la Declaración de Lima sobre Arte,
Salud y Desarrollo (OPS – OMS) (15), donde explicita al arte
como herramienta promotora y reparadora de la salud que
promueve la reflexión y la proyección de nuevas realidades
que impulsan la creación y el sostenimiento de una
ciudadanía activa.
d) Cine comunitario: La PCC se constituye en un
abordaje comunitario que promueve procesos
particulares y singulares donde es posible elaborar
estrategias que incluyen lo cultural para sostener,
ofertar y apostar a una inserción comunitaria, en el
marco del pleno ejercicio de los derechos de las
personas. El proceso creador es considerado como un
vehículo para crear y recrear nuevos modos de
transitar los padecimientos, despojados de
estigmatización. La estrategia de posicionarse como
agente de cambio y promoción de procesos de
transformación social se instala por medio de
aprehender la herramienta audiovisual. La posibilidad
de trascender implica cambios para sí, para otros/as y
su entorno, que aportan a la adaptación activa de la
realidad como escenario de la promoción de la salud.
Lo mencionado se complementa con el enfoque del cine
comunitario en tanto la potencialidad que brinda el
lenguaje audiovisual como lo expresa Alejo García “(…) el
objetivo es que (las juventudes) se puedan apropiar de la
herramienta y puedan contar su propia historia. Esa
posibilidad de decir de los pibes les permite liberar mucho
de lo que les pasa; y liberar significa que después no la
tenga que actuar haciendo otras cosas, haciendo cosas que
lo puedan poner en peligro; a veces la carga que tienen los
pibes, si no se puede expresar donde se tiene que expresar,
se termina expresando de otra manera que capaz los pone
en peligro 6 ”.
Así, la PCC se incorpora como una forma de restituir la
palabra, la dignidad y los derechos ciudadanos y humanos
en general (7), en contraposición con los discursos médicos
hegemónicos.
ESTRATEGIA DE INTERVENCIÓN
Nos resulta pertinente mencionar algunos tópicos que se
trabajaron con los equipos de salud, previamente al
momento de llevar adelante la práctica de cine comunitario.
Una característica troncal de la PCC fue pensarla como una
estrategia de intervención en salud mental y consumo
problemático para las juventudes dentro del ámbito de las
mismas instituciones de salud. Esto generó una
movilización interna en el personal de salud que tuvo como
correlato problematizar “la urgencia” y repensar el modelo
de psicopatologización.
El encuadre de trabajo permitalojar la angustia que
manifestaban los/as profesionales y que se generaba por
trabajar todo el tiempo con “la muerte. Esto implicó que se
retrabajaran los mandatos del modelo médico hegemónico
(16), como así también que se propiciara unagica
diferente del obstáculo de la subjetividad heroica
planteada por Elena de la Aldea (17). Al mismo tiempo, puso
en juego una sinergia en función de un proyecto conjunto
que dio respuesta a los padecimientos que “hacían colapsar
el turnero, lo que demandó una implicancia ética: “poner el
cuerpo” para generar espacios donde ese/a otro/a
adquiriera un rol de sujeto y no de objeto en los procesos
de salud de las juventudes.
De este modo, los/as profesionales incorporaron otras
formas de abordajes más relacionados con la construcción
de sentidos en las trayectorias singulares-grupales de las
personas con padecimientos, de ellos/as mismos/as y de las
instituciones de salud.
El proceso que lleva adelante la PCC busca recuperar al
sujeto social, desde la pedagogía de las ternuras y las
dignidades, en la dirección que lo plantea Aldea “La tarea
de cuidado con ellos (venes) será facilitarles que nos
aporten lo que traen, lo que les heredamos, transformando
en alegría y confianza. Es dejarnos cuidar como adultos a
través de sus descubrimientos y firmezas. Permitir que
reinventen eso que ya no sabemos cómo hacer. Que nos
revitalicen en el espacio que abrimos en la sociedad, en
nuestros corazones, en nuestros pensamientos, renovados
por su presencia” (17, p.56).
En los talleres de cine comunitario se abordan, con las
juventudes matanceras, situaciones de sufrimiento
psíquico: autolesiones, intento de suicidio, noviazgos
violentos, VHI, conflicto con la ley penal juvenil, falta de
escolaridad, consumo problemático de sustancias
psicoactivas, violencia en el ámbito familiar, bullying, entre
otras. Los/as jóvenes que participan de la PCC luego son
invitados/as a formar parte de la Productora Bardo del
Bueno. También, tiene la particularidad de que las
juventudes invitan a familiares o amigos a participar del
dispositivo, sin que tengan alguna problemática de salud
mental o consumo problemático. Compartimos los
objetivos orientadores de nuestro trabajo:
a) Objetivo General
Construir un espacio socio-comunitario de producción de
contenido audiovisual desde el ámbito de la salud pública
para venes de La Matanza, en el marco del pleno ejercicio
de derechos.
b) Objetivos Específicos
Promover espacios de aprendizaje, discusión y
formación audiovisual donde se pongan en juego
las capacidades, potencialidades y deseos de
los/as jóvenes.
Estimular la creatividad en la producción artística,
desde una mirada sentipensante que posibilite la
elaboración de proyectos de vida.
Producir material audiovisual que aborde las
problemáticas de los/as jóvenes desde sus propias
realidades.
Propiciar con los/as venes, familias y la
comunidad barrial espacios comunitarios de
reflexión, participación, debate y análisis de todo
lo vinculado al pleno ejercicio de los derechos de
soberanía audiovisual.
Fortalecer la articulación Estado-Sociedad Civil,
con las organizaciones comunitarias, a fin de
trabajar en forma conjunta la problematización y
visibilización de las situaciones de los/as jóvenes.
ENFOQUE METODOLÓGICO
La propuesta metodológica que organiza la PCC contiene
cinco ejes: 1) conformación del grupo; 2) apropiación de la
herramienta; 3) construcción del guion colectivo; 4)
producción del cortometraje, y 5) presentación de la obra.
Estos ejes se dan independientemente del tiempo de
duración del taller. La implementación no conforma una
estructura rígida de funcionamiento, sino que, por el
contrario, se van retroalimentando permanentemente en
todo el proceso grupal de creación colectiva.
En la actualidad, la Productora Audiovisual Juvenil
Matancera en Salud “Bardo del Bueno” lleva adelante tres
Ejes Programáticos: intervenciones barriales de talleres de
cine comunitario que se denominan Entramados, espacios
de Asambleas mensuales donde se planifica la agenda de
trabajo, y Presentaciones en los distintos eventos
municipales, provinciales y nacionales. En este aspecto,
mencionamos que la Productora Bardo del Bueno viene
participando desde el 2022 en el Congreso Provincial de
Salud (COSAPRO) (Figura 2). La participación en este
evento provincial es una forma de habitar espacios de
salud con el objetivo de visibilizar las miradas-voces de las
juventudes matanceras.
Buenas Prácticas BP
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
En 2022 se realizó la presentación del Plan Provincial
Integral de Salud Mental 2022-2027, el cual introduce a la
Comunicación como uno de los Ejes Transversales. Aquí, el
proceso de la PCC encuentra sintonía con los objetivos que
se plantean: “a) desarrollar acciones a los fines de mitigar
el estigma vinculado a las personas usuarias de los
dispositivos de atención y cuidados en salud mental,
produciendo cambios en la forma de vinculación entre los
equipos de salud mental, las personas usuarias y la
comunidad y b) producir material de comunicación para
población general que favorezca la accesibilidad a los
dispositivos de atención y cuidados en salud mental y
consumos” (5, p.28).
La Productora Audiovisual Juvenil Matancera en Salud fue
también un actor fundamental en la creación de la Red de
Arte y Salud de La Matanza “La Cordonada5” en 2022,
declarada por el Concejo Deliberante de La Matanza, en
2023, de Interés Municipal.
TRAMA CONCEPTUAL QUE SUSTENTA LA
PRÁCTICA
a) Salud mental comunitaria: Entendemos la
promoción de la salud mental comunitaria desde una
perspectiva de salud integral, en la cual se reconoce la
importancia de acciones de prevención y promoción
Figura 2. Intervención artística de la Productora Bardo del Bueno
en el COSAPRO en Mar del Plata, 2024
Fuente: Equipo de Comunicación Bardo del Bueno.
desde el enfoque de APS integral a fin de reincorporar
la dimensión subjetiva, generalmente eludida en los
modelos de atención, humanizándola (6).
Consecuentemente, Emiliano Galende (7) entiende como
principio orientador de la salud mental comunitaria a la
organización de la vida de las personas, desde la premisa
de que la gente se enferma cuando la vida se les
desorganiza, y el curarse debe incluir varios aspectos: tener
trabajo, ingreso económico, familia, amigos, inserción
dentro de alguna relación social o algún dispositivo social.
Lo expresado por Galende nos permite comprender que la
complejidad que caracteriza a las problemáticas sociales
supera muchas veces los mandatos profesionales e
institucionales que generan procesos de estigmatización
que imposibilitan alojar los padecimientos (8). Del mismo
modo, los procesos discursivos de estigmatización y
exclusión de personas diagnosticadas con problemáticas
de salud mental o consumo problemático han tenido
consecuencias para las mismas, incidiendo en el
cumplimiento de sus derechos, específicamente el de la
atención en salud (9-10). De este modo es necesario que los
abordajes incluyan necesariamente un enfoque complejo e
integral.
b) Problemáticas psicosociales: Abordar las
problemáticas psicosociales implica empezar a
construir con otros/as respuestas integrales. Para
Alfredo Carballeda (11) esto significa pasar de la lógica
de la detección de lo patológico o disfuncional hacia la
recuperación del sujeto social desde sus propias
capacidades y habilidades, orientando la intervención
hacia una lógica de reparación de lazos sociales. Según
Luciani Conde a los/as profesionales e instituciones les
es necesario instaurar una noción de salud mental
desde una cosmovisión decolonial y pluriverbal que
“(…) implique renunciar a estas tecnologías de no
existencia, para ubicar al buen vivir como horizonte
trascendental de las prácticas, como proyecto de lo
posible, como las vidas que merecen ser vividas
acordes a derechos humanos” (12, p. 124).
c) Procesos creativos colectivos: La PCC incorpora al
cine (arte) dentro de los procesos de creación colectiva
(13) como una posibilidad de encontrarse con otros/as
para pensar-pensarse y construir futuros posibles a
abordar conjuntamente, conformando un lazo basado
en la solidaridad, compromiso con el otro/a y la
transformación de la propia realidad, generando
condiciones propicias para la toma de decisiones
autónomas y conjuntas sobre el propio proceso de
salud-enfermedad-cuidados.
Complementariamente, Pichon-Rivière entiende al artista
en el proceso creador “ (…) como toda persona de nuestro
tiempo, tiene que abordar los problemas que se le plantean
a cualquiera de sus semejantes, pero con la diferencia de
que él se anticipa y como ser anticipado se le adjudica un
rol de “agente de cambio, situación que favorece el
desplazamiento sobre él de todos los resentimientos,
fracasos, miedos, sentimientos de soledad e incertidumbre
de los demás, como si él fuera el portavoz de todo lo
subyacente aún no emergido (…) Se asume como artista,
como líder del cambio, para sí y para los otros” (14; p.
25-26).
La Práctica de Cine Comunitario se enmarca en los artículos
Nº 2, 3 y 8 planteados en la Declaración de Lima sobre Arte,
Salud y Desarrollo (OPS – OMS) (15), donde explicita al arte
como herramienta promotora y reparadora de la salud que
promueve la reflexión y la proyección de nuevas realidades
que impulsan la creación y el sostenimiento de una
ciudadanía activa.
d) Cine comunitario: La PCC se constituye en un
abordaje comunitario que promueve procesos
particulares y singulares donde es posible elaborar
estrategias que incluyen lo cultural para sostener,
ofertar y apostar a una inserción comunitaria, en el
marco del pleno ejercicio de los derechos de las
personas. El proceso creador es considerado como un
vehículo para crear y recrear nuevos modos de
transitar los padecimientos, despojados de
estigmatización. La estrategia de posicionarse como
agente de cambio y promoción de procesos de
transformación social se instala por medio de
aprehender la herramienta audiovisual. La posibilidad
de trascender implica cambios para sí, para otros/as y
su entorno, que aportan a la adaptación activa de la
realidad como escenario de la promoción de la salud.
Lo mencionado se complementa con el enfoque del cine
comunitario en tanto la potencialidad que brinda el
lenguaje audiovisual como lo expresa Alejo García “(…) el
objetivo es que (las juventudes) se puedan apropiar de la
herramienta y puedan contar su propia historia. Esa
posibilidad de decir de los pibes les permite liberar mucho
de lo que les pasa; y liberar significa que después no la
tenga que actuar haciendo otras cosas, haciendo cosas que
lo puedan poner en peligro; a veces la carga que tienen los
pibes, si no se puede expresar donde se tiene que expresar,
se termina expresando de otra manera que capaz los pone
en peligro 6 ”.
Así, la PCC se incorpora como una forma de restituir la
palabra, la dignidad y los derechos ciudadanos y humanos
en general (7), en contraposición con los discursos médicos
hegemónicos.
ESTRATEGIA DE INTERVENCIÓN
Nos resulta pertinente mencionar algunos tópicos que se
trabajaron con los equipos de salud, previamente al
momento de llevar adelante la práctica de cine comunitario.
Una característica troncal de la PCC fue pensarla como una
estrategia de intervención en salud mental y consumo
problemático para las juventudes dentro del ámbito de las
mismas instituciones de salud. Esto generó una
movilización interna en el personal de salud que tuvo como
correlato problematizar “la urgencia” y repensar el modelo
de psicopatologización.
El encuadre de trabajo permitió alojar la angustia que
manifestaban los/as profesionales y que se generaba por
trabajar todo el tiempo con “la muerte. Esto implicó que se
retrabajaran los mandatos del modelo médico hegemónico
(16), como así también que se propiciara una lógica
diferente del obstáculo de la “subjetividad heroica
planteada por Elena de la Aldea (17). Al mismo tiempo, puso
en juego una sinergia en función de un proyecto conjunto
que dio respuesta a los padecimientos que “hacían colapsar
el turnero, lo que demandó una implicancia ética: “poner el
cuerpo” para generar espacios donde ese/a otro/a
adquiriera un rol de sujeto y no de objeto en los procesos
de salud de las juventudes.
De este modo, los/as profesionales incorporaron otras
formas de abordajes más relacionados con la construcción
de sentidos en las trayectorias singulares-grupales de las
personas con padecimientos, de ellos/as mismos/as y de las
instituciones de salud.
El proceso que lleva adelante la PCC busca recuperar al
sujeto social, desde la pedagogía de las ternuras y las
dignidades, en la dirección que lo plantea Aldea “La tarea
de cuidado con ellos (venes) será facilitarles que nos
aporten lo que traen, lo que les heredamos, transformando
en alegría y confianza. Es dejarnos cuidar como adultos a
través de sus descubrimientos y firmezas. Permitir que
reinventen eso que ya no sabemos cómo hacer. Que nos
revitalicen en el espacio que abrimos en la sociedad, en
nuestros corazones, en nuestros pensamientos, renovados
por su presencia” (17, p.56).
En los talleres de cine comunitario se abordan, con las
juventudes matanceras, situaciones de sufrimiento
psíquico: autolesiones, intento de suicidio, noviazgos
violentos, VHI, conflicto con la ley penal juvenil, falta de
escolaridad, consumo problemático de sustancias
psicoactivas, violencia en el ámbito familiar, bullying, entre
otras. Los/as jóvenes que participan de la PCC luego son
invitados/as a formar parte de la Productora Bardo del
Bueno. También, tiene la particularidad de que las
juventudes invitan a familiares o amigos a participar del
dispositivo, sin que tengan alguna problemática de salud
mental o consumo problemático. Compartimos los
objetivos orientadores de nuestro trabajo:
a) Objetivo General
Construir un espacio socio-comunitario de producción de
contenido audiovisual desde el ámbito de la salud pública
para jóvenes de La Matanza, en el marco del pleno ejercicio
de derechos.
b) Objetivos Específicos
Promover espacios de aprendizaje, discusión y
formación audiovisual donde se pongan en juego
las capacidades, potencialidades y deseos de
los/as jóvenes.
Estimular la creatividad en la producción artística,
desde una mirada sentipensante que posibilite la
elaboración de proyectos de vida.
Producir material audiovisual que aborde las
problemáticas de los/as jóvenes desde sus propias
realidades.
Propiciar con los/as jóvenes, familias y la
comunidad barrial espacios comunitarios de
reflexión, participación, debate y análisis de todo
lo vinculado al pleno ejercicio de los derechos de
soberanía audiovisual.
Fortalecer la articulación Estado-Sociedad Civil,
con las organizaciones comunitarias, a fin de
trabajar en forma conjunta la problematización y
visibilización de las situaciones de los/as jóvenes.
ENFOQUE METODOLÓGICO
La propuesta metodológica que organiza la PCC contiene
cinco ejes: 1) conformación del grupo; 2) apropiación de la
herramienta; 3) construcción del guion colectivo; 4)
producción del cortometraje, y 5) presentación de la obra.
Estos ejes se dan independientemente del tiempo de
duración del taller. La implementación no conforma una
estructura rígida de funcionamiento, sino que, por el
contrario, se van retroalimentando permanentemente en
todo el proceso grupal de creación colectiva.
En la actualidad, la Productora Audiovisual Juvenil
Matancera en Salud “Bardo del Bueno” lleva adelante tres
Ejes Programáticos: intervenciones barriales de talleres de
cine comunitario que se denominan Entramados, espacios
de Asambleas mensuales donde se planifica la agenda de
trabajo, y Presentaciones en los distintos eventos
municipales, provinciales y nacionales. En este aspecto,
mencionamos que la Productora Bardo del Bueno viene
participando desde el 2022 en el Congreso Provincial de
Salud (COSAPRO) (Figura 2). La participación en este
evento provincial es una forma de habitar espacios de
salud con el objetivo de visibilizar las miradas-voces de las
juventudes matanceras.
Buenas Prácticas BP
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Buenas Prácticas BP
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Rs
RESULTADOS
Desde sus inicios la PCC se implementó en instituciones de
salud que respondían a las lógicas del modelo médico
hegemónico, donde una propuesta de promoción de salud
que articulara desde el arte era minimizada al lugar de “un
tallercito de cine.
Un criterio ordenador de la PCC fue el posicionamiento de
generar una contracultura de los abordajes de salud mental
y consumo problemático en La Matanza. Para tal fin, fue
necesario construir una propuesta desde un marco
conceptual y metodológico que aportara a un “estar-siendo
como postura ética-estética en la dirección que lo plantea el
filósofo argentino Rodolfo Kusch 18) sobre la profundidad
de sentido que cargan las experiencias vitales y de este
modo promover un protagonismo, donde la centralidad de la
tarea sea la restitución de las voces juveniles en torno a los
padecimientos que los atraviesan, para que sean vistos y
escuchados.
Nos encontramos que la PCC es una experiencia innovadora
e incipiente en la provincia de Buenos Aires y en La Matanza.
Hasta el momento, no se encuentra un programa específico
y similar en los organismos estatales. En este sentido,
estamos de acuerdo con el planteo del Plan Provincial
Integral de Salud Mental (5), el cual manifiesta la marcada
ausencia de políticas públicas en salud mental para las
infancias y juventudes y reconoce, a su vez, la necesidad de
una agenda con relación al acceso a la asistencia, los
cuidados y el acompañamiento en salud mental, como
prioritaria y urgente, y que se debe una profunda
transformación del modelo de atención con un fuerte eje en
la territorialidad y las comunidades donde transitan su vida
las infancias y juventudes.
En tal sentido, la PCC se instaló como un abordaje integral de
la salud mental para las infancias y juventudes con
padecimientos subjetivos (Figura 3). Pudimos observar
cómo transitan las juventudes matanceras en espacios de
cuidados, desde las ternuras y las dignidades (19-20),
creando procesos de transformación y adaptación activa a la
realidad en aquellos contextos que producen enfermedad y
contribuyen así a promover un cambio cultural hacia un
modelo de atención y cuidados, como lo expresa el Plan
Quinquenal de Salud7, centrado en las personas, familias y
comunidad con una perspectiva de derechos e
interseccional. Este horizonte expresado por el Plan
Quinquenal nos permite pensar que la PCC puede contribuir
a crear trincheras en la producción de salud y así proyectar
hacia la soberanía audiovisual no como distopía sino como
política pública.
Figura 3. Resultados de la Práctica de Cine Comunitario, 2012-2025
Fuente: Equipo de Comunicación Bardo del Bueno.
7 Provincia de Buenos Aires. 2023. Disponible en: https://www.ms.gba.gov.ar/sitios/wp
content/uploads/sites/244/2023/04/Resumen-Ejecutivo-Plan-Quinquenal-de-Salud.pdf
NARRATIVAS AUDIOVISUALES “CONTRAPLANOS
DE LAS SOLEDADES
En una oportunidad un joven, participante de la PCC,
expresa que “el cine comunitario es mostrar la parte que no
se muestra. Esta idea, hermosa y enigmática a la vez, nos
interpela una y otra vez porque invita a problematizar qué se
muestra, quién lo muestra, qué nos están diciendo, cómo
nos representan y quiénes lo representan. Ser joven y nacer
en La Matanza sostiene una representación social que
refiere a lo “malo y feo, y es aquí donde cada producción
audiovisual creada por las juventudes nos permite afirmar
que “el cine cura” porque se pone en juego, como lo
manifestó Rodolfo Walsh (21), que “la verdad esen los
cuerpos. Y en el “hacer cine” los/as jóvenes producen su
propio material audiovisual, que habla de ellos/as
mismos/as, de sus barrios, de sus problemáticas, de lo que
les pasa. Les permite instalar otros relatos, diferentes a los
relatos de los medios de comunicación sobre la juventud, el
consumo o la pobreza, y promueven otras narrativas a los
discursos de estigmatización y segregación.
Compartimos algunos momentos fundacionales de la
práctica de cine comunitario y de la Productora “Bardo del
Bueno” que dan cuenta de cambios subjetivos en el proceso
de implementación del abordaje de atención-cuidado. Son
narraciones de historias particulares de las juventudes que
participaron en los talleres, y a cada una la denominaremos
“Escenas, adoptando el lenguaje cinematográfico.
Escena 1: Planificación del robo
Durante el año 2012 se realizó un espacio de taller de cine
comunitario en el barrio José Obrero de la localidad de
Laferrere. El grupo, conformado por venes que cargaban
con la mochila de estigmatización del barrio -"eran los
adictos-los chorros"-, proponía ideas para la construcción del
guión. Se conformó un equipo interdisciplinario e
intersectorial territorial integrado por CPA - Programa
Envión-Podés - Sala de salud del barrio y la Asociación Civil
El Kiosco. En un momento, uno de los venes dice “parece
que hay que salir de caño (robar) para que los vecinos te
abracen. Así fue como surgió el cortometraje “La intención
de transmitirdonde un grupo de venes planifica salir a
robar “abrazos” por el barrio. A partir de la presentación del
film, en instituciones del barrio, se generó una movilización
que impulsó la organización de actividades culturales y
deportivas para los jóvenes y que, de esta manera, fueran al
encuentro de esos abrazos que necesitaban.
El grupo fue invitado por la Cátedra II de Trabajo Social de la
Universidad de La Matanza para presentar el corto y contar
el proceso del taller de cine comunitario. Ese mismo día, la
radio de la Universidad les realizó un reportaje. Compartimos
algunos fragmentos de la entrevista:
Periodista: ¿Cómo fue la experiencia de compartir el
corto en la Universidad?
Joven: Es la primera vez que vengo, siento mucha
vergüenza, es la primera vez que mostramos algo
nuestro frente a tanta gente.
Periodista: ¿Qué quisieron transmitir en ese abrazo?
Joven: ¿Qué quisimos transmitir en ese abrazo?
Muchas cosas (pausa), demasiadas (pausa). Vos lo
necesitas y no lo pueden ver (pausa). Un poco de afecto
a los pibes que se sienten solos y mostrar un poco lo
que pasa en el barrio.
Periodista: Para cerrar, ¿qué te gustaría agregar?
Joven: Saludos a mi mamá y decirle que de acá para
adelante 8.
Escena 2: ¿Qué otra alternativa hay?
En el año 2016 se llevó adelante un taller de cine comunitario
para adolescentes y venes con problemáticas de
autolesiones e intento de suicidios. Se hacía los días bado
a la tarde en la Sala de espera del Centro de Salud de
Dorrego (G. Catán). Los profesionales que convocaron a
hacer el taller planteaban:
(…) La verdad, estamos muy movilizadas, es una
temática muy fuerte, estamos todo el tiempo trabajando
con la muerte.
(…) nos parece que el espacio puede aportar a producir
alguna transformación en la subjetividad (…) poner el
cuerpo de otra manera que posibilite producir algo que
lo conecte con el proyecto de vida.
(…) salir del modelo de psicopatologización (…) generar
un espacio de referencia vinculado a la salud.
Era un sábado de taller que llovía a cántaros. Para nuestra
sorpresa, ese día vinieron todos. Para comenzar con el taller
les dijimos “Pensábamos que no iban a venir con el día de
lluvia” y la respuesta de ellos fue “¿qué otra alternativa
hay?. Una de las jóvenes dijo que el taller le permitía
despejar la mente para no hacer macanas. Y sabíamos
muy bien qué significado tenía esto de “no hacer macanas.
Escena 3: Hacemos Bardo
En el año 2021, en tiempos de pandemia COVID-19, nace la
Productora Audiovisual Juvenil Matancera en Salud por
iniciativa de los organismos del Estado municipal y
provincial.
Por medio de pantallitas de Zoom nos fuimos juntando
todas las semanas para sentir-pensar-nos. En cada
encuentro nos dábamos un momento para pensar posibles
nombres para la productora.
En un encuentro rondaba el tema de las clandestinas y
los/as jóvenes” (recordemos tiempos de pandemia). Uno, un
poco enojado, dijo “pero siempre nos relacionan a los
venes con lo malo, que siempre hacemos bardo…pero acá
nosotros estamos trabajando y haciendo bardo, pero del
bueno. Sin querer Exequiel estaba anticipando el nombre de
la productora; hoy estos jóvenes tienen una productora y su
nombre es “Bardo del Bueno.
RESULTADOS
Desde sus inicios la PCC se implementó en instituciones de
salud que respondían a las lógicas del modelo médico
hegemónico, donde una propuesta de promoción de salud
que articulara desde el arte era minimizada al lugar de “un
tallercito de cine.
Un criterio ordenador de la PCC fue el posicionamiento de
generar una contracultura de los abordajes de salud mental
y consumo problemático en La Matanza. Para tal fin, fue
necesario construir una propuesta desde un marco
conceptual y metodológico que aportara a un estar-siendo
como postura ética-estética en la dirección que lo plantea el
filósofo argentino Rodolfo Kusch 18) sobre la profundidad
de sentido que cargan las experiencias vitales y de este
modo promover un protagonismo, donde la centralidad de la
tarea sea la restitución de las voces juveniles en torno a los
padecimientos que los atraviesan, para que sean vistos y
escuchados.
Nos encontramos que la PCC es una experiencia innovadora
e incipiente en la provincia de Buenos Aires y en La Matanza.
Hasta el momento, no se encuentra un programa específico
y similar en los organismos estatales. En este sentido,
estamos de acuerdo con el planteo del Plan Provincial
Integral de Salud Mental (5), el cual manifiesta la marcada
ausencia de políticas públicas en salud mental para las
infancias y juventudes y reconoce, a su vez, la necesidad de
una agenda con relación al acceso a la asistencia, los
cuidados y el acompañamiento en salud mental, como
prioritaria y urgente, y que se debe una profunda
transformación del modelo de atención con un fuerte eje en
la territorialidad y las comunidades donde transitan su vida
las infancias y juventudes.
En tal sentido, la PCC se instaló como un abordaje integral de
la salud mental para las infancias y juventudes con
padecimientos subjetivos (Figura 3). Pudimos observar
cómo transitan las juventudes matanceras en espacios de
cuidados, desde las ternuras y las dignidades (19-20),
creando procesos de transformación y adaptación activa a la
realidad en aquellos contextos que producen enfermedad y
contribuyen así a promover un cambio cultural hacia un
modelo de atención y cuidados, como lo expresa el Plan
Quinquenal de Salud7, centrado en las personas, familias y
comunidad con una perspectiva de derechos e
interseccional. Este horizonte expresado por el Plan
Quinquenal nos permite pensar que la PCC puede contribuir
a crear trincheras en la producción de salud y así proyectar
hacia la soberanía audiovisual no como distopía sino como
política pública.
8 Radio Universidad de La Matanza, 2012. Disponible en: www.ru89.l.com.ar
NARRATIVAS AUDIOVISUALES “CONTRAPLANOS
DE LAS SOLEDADES”
En una oportunidad un joven, participante de la PCC,
expresa que “el cine comunitario es mostrar la parte que no
se muestra”. Esta idea, hermosa y enigmática a la vez, nos
interpela una y otra vez porque invita a problematizar qué se
muestra, quién lo muestra, qué nos están diciendo, cómo
nos representan y quiénes lo representan. Ser joven y nacer
en La Matanza sostiene una representación social que
refiere a lo “malo y feo, y es aquí donde cada producción
audiovisual creada por las juventudes nos permite afirmar
que “el cine cura” porque se pone en juego, como lo
manifestó Rodolfo Walsh (21), que “la verdad está en los
cuerpos”. Y en el “hacer cine” los/as jóvenes producen su
propio material audiovisual, que habla de ellos/as
mismos/as, de sus barrios, de sus problemáticas, de lo que
les pasa. Les permite instalar otros relatos, diferentes a los
relatos de los medios de comunicación sobre la juventud, el
consumo o la pobreza, y promueven otras narrativas a los
discursos de estigmatización y segregación.
Compartimos algunos momentos fundacionales de la
práctica de cine comunitario y de la Productora “Bardo del
Bueno” que dan cuenta de cambios subjetivos en el proceso
de implementación del abordaje de atención-cuidado. Son
narraciones de historias particulares de las juventudes que
participaron en los talleres, y a cada una la denominaremos
“Escenas, adoptando el lenguaje cinematográfico.
Escena 1: Planificación del robo
Durante el año 2012 se realizó un espacio de taller de cine
comunitario en el barrio José Obrero de la localidad de
Laferrere. El grupo, conformado por jóvenes que cargaban
con la mochila de estigmatización del barrio -"eran los
adictos-los chorros"-, proponía ideas para la construcción del
guión. Se conformó un equipo interdisciplinario e
intersectorial territorial integrado por CPA - Programa
Envión-Podés - Sala de salud del barrio y la Asociación Civil
El Kiosco. En un momento, uno de los venes dice “parece
que hay que salir de caño (robar) para que los vecinos te
abracen”. Así fue como surgió el cortometraje “La intención
de transmitir” donde un grupo de jóvenes planifica salir a
robar “abrazos” por el barrio. A partir de la presentación del
film, en instituciones del barrio, se generó una movilización
que impulsó la organización de actividades culturales y
deportivas para los jóvenes y que, de esta manera, fueran al
encuentro de esos abrazos que necesitaban.
El grupo fue invitado por la Cátedra II de Trabajo Social de la
Universidad de La Matanza para presentar el corto y contar
el proceso del taller de cine comunitario. Ese mismo día, la
radio de la Universidad les realizó un reportaje. Compartimos
algunos fragmentos de la entrevista:
Periodista: ¿Cómo fue la experiencia de compartir el
corto en la Universidad?
Joven: Es la primera vez que vengo, siento mucha
vergüenza, es la primera vez que mostramos algo
nuestro frente a tanta gente.
Periodista: ¿Qué quisieron transmitir en ese abrazo?
Joven: ¿Qué quisimos transmitir en ese abrazo?
Muchas cosas (pausa), demasiadas (pausa). Vos lo
necesitas y no lo pueden ver (pausa). Un poco de afecto
a los pibes que se sienten solos y mostrar un poco lo
que pasa en el barrio.
Periodista: Para cerrar, ¿qué te gustaría agregar?
Joven: Saludos a mi mamá y decirle que de acá para
adelante 8.
Escena 2: ¿Qué otra alternativa hay?
En el año 2016 se llevó adelante un taller de cine comunitario
para adolescentes y jóvenes con problemáticas de
autolesiones e intento de suicidios. Se hacía los días sábado
a la tarde en la Sala de espera del Centro de Salud de
Dorrego (G. Catán). Los profesionales que convocaron a
hacer el taller planteaban:
(…) La verdad, estamos muy movilizadas, es una
temática muy fuerte, estamos todo el tiempo trabajando
con la muerte.
(…) nos parece que el espacio puede aportar a producir
alguna transformación en la subjetividad (…) poner el
cuerpo de otra manera que posibilite producir algo que
lo conecte con el proyecto de vida.
(…) salir del modelo de psicopatologización (…) generar
un espacio de referencia vinculado a la salud.
Era un sábado de taller que llovía a cántaros. Para nuestra
sorpresa, ese día vinieron todos. Para comenzar con el taller
les dijimos “Pensábamos que no iban a venir con el día de
lluvia” y la respuesta de ellos fue “¿qué otra alternativa
hay?”. Una de las jóvenes dijo que el taller le permitía
despejar la mente para no hacer macanas. Y sabíamos
muy bien qué significado tenía esto de “no hacer macanas.
Escena 3: Hacemos Bardo
En el año 2021, en tiempos de pandemia COVID-19, nace la
Productora Audiovisual Juvenil Matancera en Salud por
iniciativa de los organismos del Estado municipal y
provincial.
Por medio de pantallitas de Zoom nos fuimos juntando
todas las semanas para sentir-pensar-nos. En cada
encuentro nos dábamos un momento para pensar posibles
nombres para la productora.
En un encuentro rondaba el tema de las “clandestinas y
los/as jóvenes” (recordemos tiempos de pandemia). Uno, un
poco enojado, dijo “pero siempre nos relacionan a los
jóvenes con lo malo, que siempre hacemos bardo…pero acá
nosotros estamos trabajando y haciendo bardo, pero del
bueno”. Sin querer Exequiel estaba anticipando el nombre de
la productora; hoy estos jóvenes tienen una productora y su
nombre es “Bardo del Bueno.
Buenas Prácticas BP
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Buenas Prácticas BP
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
RESULTADOS
Desde sus inicios la PCC se implementó en instituciones de
salud que respondían a las lógicas del modelo médico
hegemónico, donde una propuesta de promoción de salud
que articulara desde el arte era minimizada al lugar de “un
tallercito de cine.
Un criterio ordenador de la PCC fue el posicionamiento de
generar una contracultura de los abordajes de salud mental
y consumo problemático en La Matanza. Para tal fin, fue
necesario construir una propuesta desde un marco
conceptual y metodológico que aportara a un estar-siendo
como postura ética-estética en la dirección que lo plantea el
filósofo argentino Rodolfo Kusch 18) sobre la profundidad
de sentido que cargan las experiencias vitales y de este
modo promover un protagonismo, donde la centralidad de la
tarea sea la restitución de las voces juveniles en torno a los
padecimientos que los atraviesan, para que sean vistos y
escuchados.
Nos encontramos que la PCC es una experiencia innovadora
e incipiente en la provincia de Buenos Aires y en La Matanza.
Hasta el momento, no se encuentra un programa específico
y similar en los organismos estatales. En este sentido,
estamos de acuerdo con el planteo del Plan Provincial
Integral de Salud Mental (5), el cual manifiesta la marcada
ausencia de políticas públicas en salud mental para las
infancias y juventudes y reconoce, a su vez, la necesidad de
una agenda con relación al acceso a la asistencia, los
cuidados y el acompañamiento en salud mental, como
prioritaria y urgente, y que se debe una profunda
transformación del modelo de atención con un fuerte eje en
la territorialidad y las comunidades donde transitan su vida
las infancias y juventudes.
En tal sentido, la PCC se instaló como un abordaje integral de
la salud mental para las infancias y juventudes con
padecimientos subjetivos (Figura 3). Pudimos observar
cómo transitan las juventudes matanceras en espacios de
cuidados, desde las ternuras y las dignidades (19-20),
creando procesos de transformación y adaptación activa a la
realidad en aquellos contextos que producen enfermedad y
contribuyen así a promover un cambio cultural hacia un
modelo de atención y cuidados, como lo expresa el Plan
Quinquenal de Salud7, centrado en las personas, familias y
comunidad con una perspectiva de derechos e
interseccional. Este horizonte expresado por el Plan
Quinquenal nos permite pensar que la PCC puede contribuir
a crear trincheras en la producción de salud y así proyectar
hacia la soberanía audiovisual no como distopía sino como
política pública.
Cn
CONCLUSIÓN
Podemos afirmar que la PCC propone un abordaje en el
campo de la salud mental que cumple con los criterios de
Buenas Prácticas. Dicha afirmación la sustentamos por
considerar que:
a) Se instaura, enraizada en el contexto en La Matanza,
como una estrategia de intervención eficaz que va al
encuentro de las demandas y necesidades de los
equipos de salud mental con las personas con
padecimientos, de las instituciones de salud con las
comunidades.
b) Desde su inicio promueve la organización y
articulación con los distintos actores estatales,
municipales y provinciales, del territorio.
c) Contiene bases y fundamentos que le permiten
consolidarse como un dispositivo eficiente para el
campo, por contar con un encuadre operativo
pertinente y con resultados observables en las
trayectorias de vida de las personas que participan.
d) Es una práctica innovadora para el campo de la
salud mental que aporta a repensar el modelo médico
hegemónico, donde la centralidad de la tarea está en
restituir la dignidad y los derechos de las personas con
padecimientos.
e) Cuenta con una organización interna nutrida por
diferentes prácticas-saberes que promueven la
participación de los actores sociales involucrados, con
el objetivo de generar procesos de salud con base en la
comunidad.
f) Encuentra su relevancia por aportar narrativas
despatologizadas del malestar de la época, en
particular desde la producción audiovisual como
contracultura a los procesos de estigmatización y
segregación de las personas con padecimientos.
g) Enfatiza la importancia de monitorear y evaluar su
proceso y, como resultado de la perdurabilidad y
creatividad para pensar las prácticas con las
juventudes en La Matanza, organiza la Productora
“Bardo del Bueno” en 2021.
h) Se sitúa como una estrategia de abordaje que
puede replicarse en distintos territorios. Si bien se
desarrolla en La Matanza y cuenta con el
acompañamiento institucional y político de la gestión,
un proceso similar puede llevarse a cabo en otros
partidos de la provincia de Buenos Aires y del país.
La PCC facilita, en este tiempo, la búsqueda de construcción
de otras lógicas al modelo médico hegemónico. Para tal fin,
es necesario generar espacios de formación de los
profesionales de salud desde un enfoque de APS integral,
que incluyan otras prácticas y saberes en la producción de
salud.
De este modo, la PCC promueve el corte cinematográfico
(Figura 4) como acción concreta en la disputa de sentido
para la restitución de derecho; se escenifican las
corporalidades en una permanente revisión de lo
ético-estético como un acto político-cultural de las
juventudes invisibilizadas y patologizadas. Así también, se
vivencia el pasaje de “lo siniestro a lo maravilloso” en la
dirección que lo plantea Enrique Pichon-Rivière, el cual
permite, por medio de arte, “(…) crear la vivencia de lo
estético, la vivencia de lo maravilloso, con ese sentimiento
subyacente de angustia, de temor a lo siniestro y a la
muerte…” que -culmina diciendo- “sirve para recrear la
vida” (22, p. 128).
Las juventudes matanceras asumen el carácter de ser
emergentes y portavoces de las estructuras sociales que
enferman; de este modo, invitan con sus producciones a
repensar los modelos de salud y posibilitan la construcción
de una mirada crítica de la comunidad. Proponen preguntas
que originan la ruptura de conductas estereotipadas que
alienan; las deconstruyen actuándolas en los cuerpos. La
cámara es el vehículo para que esos cuerpos, cronistas de su
tiempo, puedan dialogar con los/as profesionales, las
instituciones de salud y su comunidad. De esta manera,
pueden generar transformaciones donde esos cuerpos sean
cuidados, valorando la belleza de aquello que se muestra,
aunque duela lo que se mire.
6 Canal Encuentro. Buenos Aires. 2014. Disponible en: https://youtu.be/2GuuXXdhFaE
7 Provincia de Buenos Aires. 2023. Disponible en: https://www.ms.gba.gov.ar/sitios/wp
content/uploads/sites/244/2023/04/Resumen-Ejecutivo-Plan-Quinquenal-de-Salud.pdf
NARRATIVAS AUDIOVISUALES “CONTRAPLANOS
DE LAS SOLEDADES
En una oportunidad un joven, participante de la PCC,
expresa que “el cine comunitario es mostrar la parte que no
se muestra. Esta idea, hermosa y enigmática a la vez, nos
interpela una y otra vez porque invita a problematizar qué se
muestra, quién lo muestra, qué nos están diciendo, cómo
nos representan y quiénes lo representan. Ser joven y nacer
en La Matanza sostiene una representación social que
refiere a lo “malo y feo, y es aquí donde cada producción
audiovisual creada por las juventudes nos permite afirmar
que “el cine cura” porque se pone en juego, como lo
manifestó Rodolfo Walsh (21), que “la verdad esen los
cuerpos. Y en el “hacer cine” los/as jóvenes producen su
propio material audiovisual, que habla de ellos/as
mismos/as, de sus barrios, de sus problemáticas, de lo que
les pasa. Les permite instalar otros relatos, diferentes a los
relatos de los medios de comunicación sobre la juventud, el
consumo o la pobreza, y promueven otras narrativas a los
discursos de estigmatización y segregación.
Compartimos algunos momentos fundacionales de la
práctica de cine comunitario y de la Productora “Bardo del
Bueno” que dan cuenta de cambios subjetivos en el proceso
de implementación del abordaje de atención-cuidado. Son
narraciones de historias particulares de las juventudes que
participaron en los talleres, y a cada una la denominaremos
“Escenas, adoptando el lenguaje cinematográfico.
Escena 1: Planificación del robo
Durante el año 2012 se realizó un espacio de taller de cine
comunitario en el barrio José Obrero de la localidad de
Laferrere. El grupo, conformado por venes que cargaban
con la mochila de estigmatización del barrio -"eran los
adictos-los chorros"-, proponía ideas para la construcción del
guión. Se conformó un equipo interdisciplinario e
intersectorial territorial integrado por CPA - Programa
Envión-Podés - Sala de salud del barrio y la Asociación Civil
El Kiosco. En un momento, uno de los venes dice “parece
que hay que salir de caño (robar) para que los vecinos te
abracen. Así fue como surgió el cortometraje “La intención
de transmitirdonde un grupo de venes planifica salir a
robar “abrazos” por el barrio. A partir de la presentación del
film, en instituciones del barrio, se generó una movilización
que impulsó la organización de actividades culturales y
deportivas para los jóvenes y que, de esta manera, fueran al
encuentro de esos abrazos que necesitaban.
El grupo fue invitado por la Cátedra II de Trabajo Social de la
Universidad de La Matanza para presentar el corto y contar
el proceso del taller de cine comunitario. Ese mismo día, la
radio de la Universidad les realizó un reportaje. Compartimos
algunos fragmentos de la entrevista:
Periodista: ¿Cómo fue la experiencia de compartir el
corto en la Universidad?
Joven: Es la primera vez que vengo, siento mucha
vergüenza, es la primera vez que mostramos algo
nuestro frente a tanta gente.
Periodista: ¿Qué quisieron transmitir en ese abrazo?
Joven: ¿Qué quisimos transmitir en ese abrazo?
Muchas cosas (pausa), demasiadas (pausa). Vos lo
necesitas y no lo pueden ver (pausa). Un poco de afecto
a los pibes que se sienten solos y mostrar un poco lo
que pasa en el barrio.
Periodista: Para cerrar, ¿qué te gustaría agregar?
Joven: Saludos a mi mamá y decirle que de acá para
adelante 8.
Escena 2: ¿Qué otra alternativa hay?
En el año 2016 se llevó adelante un taller de cine comunitario
para adolescentes y venes con problemáticas de
autolesiones e intento de suicidios. Se hacía los días bado
a la tarde en la Sala de espera del Centro de Salud de
Dorrego (G. Catán). Los profesionales que convocaron a
hacer el taller planteaban:
(…) La verdad, estamos muy movilizadas, es una
temática muy fuerte, estamos todo el tiempo trabajando
con la muerte.
(…) nos parece que el espacio puede aportar a producir
alguna transformación en la subjetividad (…) poner el
cuerpo de otra manera que posibilite producir algo que
lo conecte con el proyecto de vida.
(…) salir del modelo de psicopatologización (…) generar
un espacio de referencia vinculado a la salud.
Era un sábado de taller que llovía a cántaros. Para nuestra
sorpresa, ese día vinieron todos. Para comenzar con el taller
les dijimos “Pensábamos que no iban a venir con el día de
lluvia” y la respuesta de ellos fue “¿qué otra alternativa
hay?. Una de las jóvenes dijo que el taller le permitía
despejar la mente para no hacer macanas. Y sabíamos
muy bien qué significado tenía esto de “no hacer macanas.
Escena 3: Hacemos Bardo
En el año 2021, en tiempos de pandemia COVID-19, nace la
Productora Audiovisual Juvenil Matancera en Salud por
iniciativa de los organismos del Estado municipal y
provincial.
Por medio de pantallitas de Zoom nos fuimos juntando
todas las semanas para sentir-pensar-nos. En cada
encuentro nos dábamos un momento para pensar posibles
nombres para la productora.
En un encuentro rondaba el tema de las clandestinas y
los/as jóvenes” (recordemos tiempos de pandemia). Uno, un
poco enojado, dijo “pero siempre nos relacionan a los
venes con lo malo, que siempre hacemos bardo…pero acá
nosotros estamos trabajando y haciendo bardo, pero del
bueno. Sin querer Exequiel estaba anticipando el nombre de
la productora; hoy estos jóvenes tienen una productora y su
nombre es “Bardo del Bueno.
Figura 3. Marcado de escena con la claqueta en el proyecto
juvenil “¿Nos damos un minuto?”. Participaron 40 jóvenes de
distintas sedes del programa Envión-Podés en la localidad de San
Petersburgo (La Matanza), 2024
Fuente: Equipo de Comunicación Bardo del Bueno.
RB
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Robinson A. Actuar como loco, experiencias del teatro y la locura. Buenos Aires: Los Hermanos; 2014.
2. Román M. Manual de buenas prácticas en ciclos de mejora continua ¿Qué son?, ¿Cómo se reconocen?, ¿Para qué y cómo sistematizarlas? Bogotá:
FLACSI; 2019.
3. Domínguez M. ¡La Red! Territoria [Internet]. 2022 Ene [acceso enero 2025]; 1: 2-4. Disponible en:
https://drive.google.com/file/d/1amFLNaY1wut7WTUzEWL2QSJ6Pe03Wart/view
4. Buenos Aires. Ministerio de Salud. Consenso de la Provincia de Buenos Aires [Internet].La Plata: Ministerio de Salud; 2012. [acceso ene. 2025]. Disponible
en: https://www.ms.gba.gov.ar/sitios/saludmental/consenso/
5. Buenos Aires. Ministerio de Salud. Plan Provincial Integral de Salud Mental: hacia un sistema solidario e integrado de salud [Interne t]. La Plata:
Ministerio de Salud; 2022. [acceso ene. 2025]. Disponible en:
https://www.ms.gba.gov.ar/sitios/saludmental/files/2022/07/PLAN_PCIAL_SALU_MENTAL_-2022_07_13.pdf
6. Stolkiner A, Solitario R. Atención Primaria de la Salud y salud mental: la articulación entre dos utopías. Buenos Aires: Paidós; 2007.
7. Galende E. El conocimiento y prácticas de salud mental. Buenos Aires: Lugar Editorial; 2015.
8. Stolkiner A. Las formas de transitar la adolescencia hoy, y la salud/salud mental: actores y escenarios. Buenos Aires: Novedades Educativas; 2013.
9. Romaní O. ¿Qué son las drogas? Algunas definiciones básicas. En: Las drogas: sueños y razones. Barcelona: Ariel; 2004. p. 11-24.
10. Vásquez A. Procesos de estigmatización y exclusión en salud: articulaciones entre estigmatización, derechos ciudadanos, uso de drogas y
drogadependencia. Anuario de Investigación Facultad de Psicología, UBA. 2009; 17: 329-37.
11. Carballeda A. Del desorden de los cuerpos al orden de la sociedad. Buenos Aires: Espacio editorial; 2004.
12. Luciani Conde L. Ensayos decoloniales sobre la ciencia y el derecho a la salud mental. Buenos Aires: FEDUN; 2019.
13. Bang C, Wajnerman C. Arte y transformación social: la creación artística colectiva, entre lo colectivo y lo comunitario. Rev. Argent Psicol. 2010;48. –
14. Pichon- Rivière E. El proceso creador: el psicoanálisis a la psicología social (III). Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión; 1987.
15. Organización Panamericana de la Salud. Declaración de Lima sobre arte, salud y desarrollo. Primer Foro Internacional: Arte, Puente para la Salud y el
Desarrollo. Perú, 17-20 de agosto 2009.
16. Menéndez E. De sujetos, saberes y estructuras: introducción al enfoque relacional en el estudio de la salud colectiva. Buenos Aires: Lugar Editorial; 2009.
17. De La Aldea E. Los cuidados en tiempos de descuido. Santiago de Chile: LOM Ediciones; 2019.
18. Kusch R. América profunda. Buenos Aires: Biblos; 1999.
19. Ulloa F. Presentación en las Jornadas de reflexión de Abuelas de Plaza de Mayo. En: Novela clínica psicoanalítica: historial de una práctica. Buenos Aires:
Paidós; 1988.
20. Wainstock C. Diálogos Sur: pedagogías descolonizadoras. Buenos Aires: Facultad de Ciencias Sociales, UBA; 2013.
21. Walsh R. Carta Abierta a la Junta Militar [Internet]. Buenos Aires: Sin editorial; 1977. [acceso ene. 2025]. Disponible en:
https://www.espaciomemoria.ar/descargas/Espacio_Memoria_Carta_Abierta_a_la_Junta_Militar.pdf
22. Zito Lema V. Conversaciones con Enrique Pichon-Rivière: sobre el arte y la locura. Buenos Aires: Ediciones Cinco; 1997.
Cómo citar este artículo:
Elsesser M, Panelo V, Sandoval H, Arriola J, Raskin T. De lo siniestro a lo maravilloso: narrativas juveniles en tiempo de descuidos. Práctica
de Cine Comunitario en el partido de La Matanza, Buenos Aires, Argentina, 2012-2024. Salud Publica [Internet]. 2025 Jun [fecha de
consulta]; 4. Disponible en: URL del artículo.
RESULTADOS
Desde sus inicios la PCC se implementó en instituciones de
salud que respondían a las lógicas del modelo médico
hegemónico, donde una propuesta de promoción de salud
que articulara desde el arte era minimizada al lugar de “un
tallercito de cine.
Un criterio ordenador de la PCC fue el posicionamiento de
generar una contracultura de los abordajes de salud mental
y consumo problemático en La Matanza. Para tal fin, fue
necesario construir una propuesta desde un marco
conceptual y metodológico que aportara a un “estar-siendo
como postura ética-estética en la dirección que lo plantea el
filósofo argentino Rodolfo Kusch 18) sobre la profundidad
de sentido que cargan las experiencias vitales y de este
modo promover un protagonismo, donde la centralidad de la
tarea sea la restitución de las voces juveniles en torno a los
padecimientos que los atraviesan, para que sean vistos y
escuchados.
Nos encontramos que la PCC es una experiencia innovadora
e incipiente en la provincia de Buenos Aires y en La Matanza.
Hasta el momento, no se encuentra un programa específico
y similar en los organismos estatales. En este sentido,
estamos de acuerdo con el planteo del Plan Provincial
Integral de Salud Mental (5), el cual manifiesta la marcada
ausencia de políticas públicas en salud mental para las
infancias y juventudes y reconoce, a su vez, la necesidad de
una agenda con relación al acceso a la asistencia, los
cuidados y el acompañamiento en salud mental, como
prioritaria y urgente, y que se debe una profunda
transformación del modelo de atención con un fuerte eje en
la territorialidad y las comunidades donde transitan su vida
las infancias y juventudes.
En tal sentido, la PCC se instaló como un abordaje integral de
la salud mental para las infancias y juventudes con
padecimientos subjetivos (Figura 3). Pudimos observar
cómo transitan las juventudes matanceras en espacios de
cuidados, desde las ternuras y las dignidades (19-20),
creando procesos de transformación y adaptación activa a la
realidad en aquellos contextos que producen enfermedad y
contribuyen así a promover un cambio cultural hacia un
modelo de atención y cuidados, como lo expresa el Plan
Quinquenal de Salud7, centrado en las personas, familias y
comunidad con una perspectiva de derechos e
interseccional. Este horizonte expresado por el Plan
Quinquenal nos permite pensar que la PCC puede contribuir
a crear trincheras en la producción de salud y así proyectar
hacia la soberanía audiovisual no como distopía sino como
política pública.
NARRATIVAS AUDIOVISUALES “CONTRAPLANOS
DE LAS SOLEDADES”
En una oportunidad un joven, participante de la PCC,
expresa que “el cine comunitario es mostrar la parte que no
se muestra”. Esta idea, hermosa y enigmática a la vez, nos
interpela una y otra vez porque invita a problematizar qué se
muestra, quién lo muestra, qué nos están diciendo, cómo
nos representan y quiénes lo representan. Ser joven y nacer
en La Matanza sostiene una representación social que
refiere a lo “malo y feo, y es aquí donde cada producción
audiovisual creada por las juventudes nos permite afirmar
que “el cine cura” porque se pone en juego, como lo
manifestó Rodolfo Walsh (21), que “la verdad está en los
cuerpos”. Y en el “hacer cine” los/as jóvenes producen su
propio material audiovisual, que habla de ellos/as
mismos/as, de sus barrios, de sus problemáticas, de lo que
les pasa. Les permite instalar otros relatos, diferentes a los
relatos de los medios de comunicación sobre la juventud, el
consumo o la pobreza, y promueven otras narrativas a los
discursos de estigmatización y segregación.
Compartimos algunos momentos fundacionales de la
práctica de cine comunitario y de la Productora “Bardo del
Bueno” que dan cuenta de cambios subjetivos en el proceso
de implementación del abordaje de atención-cuidado. Son
narraciones de historias particulares de las juventudes que
participaron en los talleres, y a cada una la denominaremos
“Escenas, adoptando el lenguaje cinematográfico.
Escena 1: Planificación del robo
Durante el año 2012 se realizó un espacio de taller de cine
comunitario en el barrio José Obrero de la localidad de
Laferrere. El grupo, conformado por jóvenes que cargaban
con la mochila de estigmatización del barrio -"eran los
adictos-los chorros"-, proponía ideas para la construcción del
guión. Se conformó un equipo interdisciplinario e
intersectorial territorial integrado por CPA - Programa
Envión-Podés - Sala de salud del barrio y la Asociación Civil
El Kiosco. En un momento, uno de los venes dice “parece
que hay que salir de caño (robar) para que los vecinos te
abracen”. Así fue como surgió el cortometraje “La intención
de transmitir” donde un grupo de jóvenes planifica salir a
robar “abrazos” por el barrio. A partir de la presentación del
film, en instituciones del barrio, se generó una movilización
que impulsó la organización de actividades culturales y
deportivas para los jóvenes y que, de esta manera, fueran al
encuentro de esos abrazos que necesitaban.
El grupo fue invitado por la Cátedra II de Trabajo Social de la
Universidad de La Matanza para presentar el corto y contar
el proceso del taller de cine comunitario. Ese mismo día, la
radio de la Universidad les realizó un reportaje. Compartimos
algunos fragmentos de la entrevista:
Periodista: ¿Cómo fue la experiencia de compartir el
corto en la Universidad?
Joven: Es la primera vez que vengo, siento mucha
vergüenza, es la primera vez que mostramos algo
nuestro frente a tanta gente.
Periodista: ¿Qué quisieron transmitir en ese abrazo?
Joven: ¿Qué quisimos transmitir en ese abrazo?
Muchas cosas (pausa), demasiadas (pausa). Vos lo
necesitas y no lo pueden ver (pausa). Un poco de afecto
a los pibes que se sienten solos y mostrar un poco lo
que pasa en el barrio.
Periodista: Para cerrar, ¿qué te gustaría agregar?
Joven: Saludos a mi mamá y decirle que de acá para
adelante 8.
Escena 2: ¿Qué otra alternativa hay?
En el año 2016 se llevó adelante un taller de cine comunitario
para adolescentes y jóvenes con problemáticas de
autolesiones e intento de suicidios. Se hacía los días sábado
a la tarde en la Sala de espera del Centro de Salud de
Dorrego (G. Catán). Los profesionales que convocaron a
hacer el taller planteaban:
(…) La verdad, estamos muy movilizadas, es una
temática muy fuerte, estamos todo el tiempo trabajando
con la muerte.
(…) nos parece que el espacio puede aportar a producir
alguna transformación en la subjetividad (…) poner el
cuerpo de otra manera que posibilite producir algo que
lo conecte con el proyecto de vida.
(…) salir del modelo de psicopatologización (…) generar
un espacio de referencia vinculado a la salud.
Era un sábado de taller que llovía a cántaros. Para nuestra
sorpresa, ese día vinieron todos. Para comenzar con el taller
les dijimos “Pensábamos que no iban a venir con el día de
lluvia” y la respuesta de ellos fue “¿qué otra alternativa
hay?”. Una de las jóvenes dijo que el taller le permitía
despejar la mente para no hacer macanas. Y sabíamos
muy bien qué significado tenía esto de “no hacer macanas.
Escena 3: Hacemos Bardo
En el año 2021, en tiempos de pandemia COVID-19, nace la
Productora Audiovisual Juvenil Matancera en Salud por
iniciativa de los organismos del Estado municipal y
provincial.
Por medio de pantallitas de Zoom nos fuimos juntando
todas las semanas para sentir-pensar-nos. En cada
encuentro nos dábamos un momento para pensar posibles
nombres para la productora.
En un encuentro rondaba el tema de las “clandestinas y
los/as jóvenes” (recordemos tiempos de pandemia). Uno, un
poco enojado, dijo “pero siempre nos relacionan a los
jóvenes con lo malo, que siempre hacemos bardo…pero acá
nosotros estamos trabajando y haciendo bardo, pero del
bueno”. Sin querer Exequiel estaba anticipando el nombre de
la productora; hoy estos jóvenes tienen una productora y su
nombre es “Bardo del Bueno.
Buenas Prácticas BP
SALUD
REVISTA DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES